Antonio Gasalla ya había arrancado el año con el pie izquierdo. En medio de la temporada teatral de verano tuvo que suspender la obra que hacía con Marcelo Polino en Mar del Plata por cuestiones de salud, hecho que despertó los rumores sobre su supuesto retiro. Luego, llegó la pandemia y a mediados de mayo tuvo que ser atendido en el sanatorio Otamendi debido a una descompostura estomacal. Si bien no fue un cuadro de gravedad, quedó internado en observación durante un día para que le realizaran estudios complementarios.
Después de mucho tiempo sin aparecer en los medios, el humorista habló en el ciclo de radio Mitre Polino Auténtico. Fiel a su estilo, sin reservas, se refirió en duros términos al presidente, Alberto Fernández, criticó algunas medidas vinculadas a la cuarentena obligatoria que tomó el Gobierno Nacional y negó su retiro.
Primero, comenzó hablando de lo más importante: “De salud estoy bastante bien en general. Me había encerrado con un hermano mío y me empecé a vestir, a ponerme ropa, afeitarme y ponerme cosas en la cara para salir a hacer las compras con la mucama. Empecé a estar despierto y vivo caminando”.
Gasalla contó que a pesar de encontrarse bien y de hacer actividad física en el gimnasio que montó en su propiedad, necesita que lo atienda su masajista por unos problemas en su espalda. Pero por la cuarentena obligatoria el especialista no lo puede hacer. “Tengo todos los aparatos en casa pero lo que quiero es que le permitan al tipo que venga a mi casa porque se lo tienen prohibido. A mí me está haciendo mierda la espalda y él me hace unos masajes hermosos hace 11 años. ¿A vos te parece bien que no lo dejen?”, le preguntó a su amigo Marcelo Polino, conductor del ciclo.
En ese sentido, dijo que no sabe “quién organizó esta especie de revolución política para sacar a los que hacen masajes”, y agregó: “La salud tenés que metértela en el culo. Me voy solo arriba a hacer gimnasia y llega un momento en el que estoy agotado porque necesito que me manejen los huesos, todo. Para colmo, de estar encerrado acá bajé como diez kilos”.
La charla con los integrantes del programa y Gasalla derivó en las decisiones que ha tomado el Gobierno Nacional en el último tiempo respecto a la pandemia por el coronavirus. Yanina Latorre, panelista del programa, dijo que cree necesario que empiece a “abrirse” el país, “como en Europa”, porque en caso contrario “el país va invariablemente a fundirse”. El humorista la corrigió: “El país ya está fundido”.
“Para mí, mientras tengamos a este Presidente y dos o tres personas más que manejan el país, me parece que para que alguien lo arregle vamos a tener que hacer fuerza”, señaló Gasalla. Y agregó: “Estamos moviéndonos de una forma bastante extraña. Es decir, nos están gobernando, ¿quiénes? ¿qué son? ¿qué hacen? Los nombres los sabemos porque los dicen, ¿pero quién hace algo? Este señor, que es el Presidente, estaba muerto de risa hasta hace tres o cuatro días. Cuando se dio cuenta de la realidad se empezó como a deprimir. Lo digo con todo respeto. Hay que ser presidente tan genial de este país tan lindo”, señaló Gasalla.
Al ser consultado sobre las versiones de su retiro, el humorista dijo que a él no le conviene seguir dando notas a los medios porque “entienden mal”, e hizo referencia a que todavía nadie sabe cuándo van a poder reabrir los teatros: “Vas a un teatro pero toda la calle Corrientes está cerrada con puertas de madera”.
Respecto a su conflictiva temporada de verano, se refirió en duros términos a la producción: “Yo me manejo de una manera desde hace mucho tiempo: digo lo que pienso, lo que quiero hacer y lo que no quiero hacer. Vos sabés que de un teatro me fui. Me tenían en un departamento, un lugar que era todo de vidrio y me tocaba el último cuarto, que pared por medio había otra familia que bailaba y cantaba a las cuatro de la mañana. No era cómodo”.
“Hay que tener cuidado cuando sos actor y tenés que ir a vivir a otro lado por una gira -advirtió-. Tenés que mentalizarte muy bien para dormir. Una cosa es que necesitás un poco de oscuridad para dormir casi de madrugada y por otro lado es que alguien te diga que eso es dónde tenés que dormir. Estoy acostumbrado a poder elegir. Tengo que hacer un éxito, porque lo que estábamos haciendo era un éxito, y ya que lo estamos haciendo no me trates como un perro. Me trataban mal. Alguien que no te deja dormir a la edad que tengo, y encima tengo que llenar el teatro…”
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