Variando el porcentaje sobre veracidad y pantomima según el caso, las celebridades dirimen sus peleas de manera cotidiana en televisión y redes sociales, inaugurando rivalidades y renovando viejas rencillas. Pero en contados casos -habida cuenta de que no todo es como parece- esos enfrentamientos transcienden los límites del juego mediático para alcanzar una instancia superior: la del no retorno, que hace imposible pensar una reconciliación.
Con su lengua karateca, Moria Casán es una especialista en estos menesteres. Pocas -y pocos- como ella para sostener un enfrentamiento. Sin embargo, pasado un tiempo puede reconstruir una relación armónica con quien hasta ayer se había cruzado sin miramiento alguno. Sin ir más lejos, hasta que la cuarentena modificó los planes, encabezaba la obra La Gran Depresión con Nacha Guevara, luego de haberse amigado. Porque La One sabe cómo se juega. Conoce al detalle las reglas que -plata el juego de palabras- como toda regla tiene una excepción con nombre y apellido: Georgina Barbarossa.
“Es una señora de una vibra espantosa”, dijo Moria -con brutal crudeza- en un móvil que concedió este viernes en Los ángeles de la mañana, ya que su conductor, Ángel De Brito, estará al frente del Cantando por un sueño 2020. Y ella será la jurado del certamen al que había sido convocada Barbarossa. Entonces, imaginó cómo sería el momento en el cual debería hacerle su devolución: “No la voy a mirar porque me descompenso, en serio. Es una señora de una vibra espantosa. La voy a escuchar pero no la voy a mirar porque me hace mal a la vista“, explicó, y de inmediato cambió de tema.
Segundos después sonó el teléfono de los productores de LaFlia: Georgina les comunicó a Fede Hoppe y Pablo el Chato Prada que no solo se ausentaría del ensayo previsto para ese día, sino que además renunciaba al certamen. Se trataba de Moria: como ella tampoco quiere mirarla, entendió que lo mejor era presentar su dimisión al ciclo de El Trece. Por la tarde, Casán advirtió que no había puesto ningún reparo en que su colega participara: “No soy capaz de cortarle la libertad a nadie más allá de un problema personal”, explicó en Confrontados, por El Nueve. Y hasta acercó una tregua: “Para que esta señora no se quede sin trabajo, ofrezco retirarme en el momento en que ella esté”. La alternativa no fue aceptada.
Teleshow intentó comunicarse con Barbarossa, quien evitó dar declaraciones. Recién este sábado ensayó una explicación en su cuenta de Twitter. Empezó por agradecer “los mensajes amorosos que no paran de llegar”. Valoró a quienes serían sus compañeros por “comprender” su “decisión”. También se mostró en deuda con Hoppe, Prada y el propio Marcelo Tinelli, quienes la habían convocado. Pero afirmó: “Mi dignidad, mi palabra, mi moral y mi ética NO TIENEN PRECIO”. Así, en mayúsculas. Y por si acaso, tuiteó su mensaje y lo retuiteó. Por si no había quedado claro.
También lo posteó en Instagram: “Sobre mi decisión de no ser parte del Cantando 2020″, indicó, y terminó arrobando también a Adrián Suar y Pablo Codevilla, directivos del canal de Constitución.
Ya peleadas, en febrero de 2017 Moria intentó un acercamiento al destacar la “amorosidad” con la que Georgina había entrevistado en esos días a su hija, Sofía Gala. ¿La respuesta? “No me importa -bramó Barbarossa-. “No la voy a perdonar jamás porque habló muy mal de mi marido (Miguel el Vasco Lecuna). Habló mal estando vivo y también después cuando murió”. Y el cruce escaló: Casán la trató de “decorado”, y especuló con que desayunaba “hielo y vinagre”. “Moria miente”, retrucó la actriz, antes de manifestar todo su dolor: “Dije que todos sabían muy bien que mi marido era alcohólico y adicto, mientras él estaba haciendo su terapia de rehabilitación, y después siguió hablando cuando el falleció. Se metió con la enfermedad de mi marido. Que no me joda más. No la voy a perdonar jamás”. Lejos de bajar los decibeles, Moria contraatacó: “Traicionera, estuviste en mi casa y al otro día llevaste a tu programa a mi ex (por Luis Vadalá) con su amante”.
Luego llegó un silencio que duró tres años y medio. Hasta llegar al Cantando 2020. Y alcanzar este punto de no retorno.
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