Nadie podría imaginar esta historia con otros protagonistas. Hace 30 años, las imágenes de Julia Roberts y Richard Gere (el vestido rojo, él en el piano, ella tomando un baño de espuma, los dos juntos en el ascensor) vuelven una y otra vez a la memoria de los espectadores. Tan icónicas terminaron siendo las escenas de Mujer bonita y su inolvidable música, que pareciera que todo lo que muestra una de las comedias románticas más exitosas de todos los tiempos nació así, tal como llegó al público.
Sin embargo, el largometraje que cuenta la historia entre Vivian y Edward (ella una prostituta de Los Ángeles, él un hombre de negocios oscuros) tuvo cambios de guión, actores y actrices que después de hacer el casting prefirieron no estar y hasta elecciones de vestuario muy alejadas de lo que se terminó viendo en pantalla.
Nadie terminaba de apostar del todo a una historia que finalmente se convirtió en un éxito (la película quedó tercera en recaudación en 1990, la primera del podio fue Ghost, otra memorable historia de amor noventosa). A tres décadas de su estreno, vale la pena repasar algunos secretos de una comedia romántica que conquistó al mundo.
1. Otros protagonistas. Según reveló en una entrevista con Vanity Fair Garry Marshall, el director de la película fallecido en 2016, apenas leyó el guión se imaginó como protagonistas a Al Pacino y Michelle Pfeiffer. De hecho, el propio Pacino llegó a participar del casting junto a Julia Roberts. Pero el actor finalmente rechazó la propuesta: no le terminaba de cerrar el papel.
Según revelaron productores, en la lista inicial de posibles protagonistas también estaban John Travolta, Christopher Reeve, Denzel Washington y hasta Sylvester Stallone para el rol de Edward, y Winona Ryder, Jennifer Connelly, Sarah Jessica Parker y Meg Ryan para el rol de Vivian. Por esos días, Julia Roberts venía de participar de Magnolias de acero, donde tuvo su primer gran rol y compartió cartel con figuras como Sally Field y Shirley MacLaine. A partir de Mujer bonita se convirtió en una de las actrices mejor pagas de Hollywood.
2. Richard Gere dudaba seriamente sobre aceptar el rol. De hecho hasta último momento no estuvo convencido. Según reveló la propia Julia Roberts en 2015, cuando se cumplieron 25 años del estreno de Mujer bonita, fue ella quien debió rogarle que por favor aceptara.
En una entrevista con el programa Today, que llevó a los dos protagonistas para contar secretos del rodaje, la actriz contó que viajó especialmente a Nueva York para ver a Gere y pedirle que fuera parte del largometraje. En el momento en que estaba charlando con él sonó el teléfono del actor: era el director Garry Marshall, que quería saber cuál había sido su decisión. Roberts entonces decidió agarrar un post-it y una lapicera y le escribió: “Por favor, aceptá”. Entonces Gere finalmente dijo que sí.
3. Otra historia. El guión original en el que está basada la historia de Mujer bonita se llamaba $3.000, en referencia al dinero que Edward le paga a Vivian para pasar una semana juntos. El largometraje inicialmente iba a tener una atmósfera más dura y hostil, con el personaje de la prostituta enfrentando una adicción a las drogas.
Pero esto finalmente fue modificado. De hecho, la propia Roberts contó que se alejó del proyecto y luego volvió cuando supo de los cambios en su rol.
4. Otro cierre. También alejado de la idea de final feliz, la historia original no concluía con los protagonistas juntos. De hecho, según revelaron los productores y la propia Roberts, su personaje era despedido por la ventana de una limusina y, más adelante, se la podía ver junto a su amiga Kit (encarnada por Laura San Giacomo en la película) viajando en un colectivo a Disney. Esto fue modificado.
Según el director, la decisión se debió, en parte, a “la química entre Roberts y Gere”. “Era perfecta. Los actores trajeron tal atmósfera de amorosidad y gracia que no creo el público hubiera aceptado un cierre oscuro”, dijo Marshall a Vanity Fair.
5. La historia detrás de la canción y el trágico final de la mujer que la inspiró. La banda de sonido, editada por la discográfica EMI el mismo año del estreno de la película y que se convirtió en un enorme éxito de ventas, también fue una de las claves del suceso.
Con canciones que iban desde It Must Have Been Love, de Roxette, hasta Fame 90 de David Bowie, sorprendía al público por la diversidad de artistas que presentaba. Pero sin dudas, la incorporación del clásico Oh, Pretty Woman de Roy Orbison lanzado en 1964, fue una de las mejores decisiones que tomaron los realizadores.
La canción, a esta altura un verdadero himno rockero, tuvo una curiosa inspiración. Según reveló el artista, que se destacó con su música en las décadas de los 50 y 60, el tema nació un día en el que se encontraba con el guitarrista Billy Dees en su casa. En un momento apareció Claudette Frady, la esposa de Orbison a quien el músico ya le había dedicado una canción con su nombre, y les dijo que iba a hacer unas compras.
De inmediato, en el recuerdo de Dees, tuvo lugar un diálogo entre la pareja, que discutía por dinero. Incómodo por la situación, el guitarrista lanzó: “Una mujer bonita nunca necesita plata”. Fue entonces que Orbison empezó a improvisar unas líneas a partir de esa idea y nació Oh Pretty Woman. Cuando Claudette volvió a su casa un rato después, la canción que había inspirado estaba lista.
Al poco tiempo el tema se convirtió en un éxito imparable, mientras que la pareja entró en una suerte de crisis que los distanció por unos meses y se divorciaron. Pero después Claudette y Orbison, que tuvieron tres hijos, volvieron a juntarse y a disfrutar de los suculentos contratos que había conseguido el artista a partir de aquella creación.
Hasta que en junio de 1966 la tragedia comenzaría a marcar el destino de la pareja: mientras circulaban en motocicleta, la joven Claudette, que entonces tenía 25 años, perdió el control y se estrelló contra un camión. Murió al instante.
Orbison, sumido en la tristeza absoluta, le dedicó una nueva canción a su esposa: Too Soon to Know.
Años después, el músico debió enfrentar otro trágico episodio en su vida: mientras se encontraba de gira, le informaron que su casa se había incendiado y que en el siniestro habían muerto dos de los tres hijos que había tenido con Claudette.
6. Cambios y sorpresas en el vestuario. No fueron pocos los que destacaron los asombrosos atuendos elegidos para el personaje de Vivian. Sin embargo, algunos de ellos aparecieron de manera casual y otros resultaron extremadamente baratos para la producción de la película.
Sin ir más lejos, la célebre chaqueta roja que el personaje compuesto por Roberts lleva atada a la cintura al comienzo era en realidad una prenda que le pidieron de emergencia a un acomodador de cine que estaba cerca del rodaje y a quien le pagaron apenas 30 dólares.
Mientras tanto, el fabuloso vestido rojo que utiliza la protagonista para ir a la ópera con su compañero, inicialmente había sido pensado de color negro por los diseñadores de vestuario. A Roberts le hicieron tres pruebas con atuendos diferentes hasta que no quedaron dudas de que el rojo debía ser el elegido para la ocasión.
7. Espuma y problemas. Se convirtió en una de las imágenes más icónicas en una comedia romántica. Como ocurrió con la cerámica en Ghost, la escena de Vivian tomando un baño de espuma en la habitación de lujo donde se alojaba Edward es una de las más recordadas por los fanáticos de la película. Sin embargo, resultó verdaderamente accidentada para su protagonista.
Según reveló años después, Julia Roberts pasó tanto tiempo en el agua que el elemento que producía las burbujas en el agua empezó a decolorarle el pelo.
“Para el final de aquel día de rodaje, el detergente que habían usado me había desteñido completamente el cabello”, contó en una entrevista con The Hollywood Reporter. La estrella debió entonces buscar una salida. “Me tuvieron que hacer una tintura de emergencia a las 10 de la noche por culpa de aquella bañera”, recordó.
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