Natalia Jersonsky -popularmente conocida como Nati Jota- fue víctima de un ciberacoso sexual al recibir un audio en el que distintos hombres utilizan contenido explícito al hablar de sus fotos, utilizando además insultos, descalificaciones e improperios.
Según mostró Nati en su cuenta de Instagram, el mensaje le llegó por privado y como respuesta a una historia que había realizado horas antes, al saludar a los camarógrafos en su día. “Qué sereno irme a dormir así”, ironizó la influencer en la noche del lunes, al compartir sus primeras sensaciones luego de escuchar la nota de voz. “¡Gracias, p...! ¡P...! ¡Reventada! Me ahorco el ganso viendo las fotos tuyas, hija de p...”, dicen dos hombres en la grabación.
“A los que no entienden al feminismo, ¿qué les genera este mensaje? -les consultó a sus seguidores-. Yo no puedo escucharlo una vez más de la angustia y el rechazo que me da, más allá de que sea para mí. ¿Ahora entienden a qué nos referimos con ‘machirulo’ y todo lo que no hay que ser? Aparte, la impunidad de mandarlo en un audio. El desprecio. La ira. ¿Por qué? Están locos”.
En diálogo con Teleshow, la periodista -que tiene más de un millón y medio de seguidores en la mencionada red social- sostuvo que este martes se despertó “mejor”, luego de haber sido víctima de lo que se denomina cyberbullying o ciberacoso. Si bien asegura que es habitual recibir este tipo de mensajes en sus redes, esta vez decidió hacerlo público porque el contenido explícito sexual que debió escuchar sin su consentimiento le generó “angustia”.
“La verdad es que fue crudo -se sincera Natalia-. Yo estoy bastante acostumbrada a que me lleguen mensajes feos, así como muchísimos lindos, no quiero dejar de decirlo, pero fue muy crudo porque era un audio. Te interpela demasiado. Fue un poco fuerte”.
La influencer decidió responderle a los agresores por mensaje privado. Así se enteró que del otro lado de la pantalla había un joven de 21 años: fue quien había enviado el mensaje cargado de insultos. “Se disculpó. Me dijo... no sé qué, excusas... Por suerte, no me siguió bardeando”, comentó.
Nati decidió compartir su mala experiencia en las redes sociales buscando generar conciencia, es por eso que no quiso mostrar el nombre de usuario. “No lo escraché porque no sirve que lo puteen, que lo agredan. El problema no es una persona que se llama Juan, Pepe o Lucas, sino que hay un montón que piensan así, que tienen esa concepción sobre nosotras, o sienten eso y se comunican así”, lamentó la notera, de 26 años.
“Me pareció mejor mostrarlo y generar conciencia y no ponernos a bardear a una persona. Para mí es más valioso hacer de esto algo general y multiplicar un cambio, en lugar de meterse con una persona”, agregó. Luego de conversar con Teleshow, Jota realizó un nuevo posteo reforzando su mensaje.
No es la primera vez que una famosa es acosada en las redes sociales. Noelia Marzol y Martita Fort han sido víctimas del ciberacoso sexual al recibir imágenes explícitas de hombres desnudos a través de mensajes privados de Instagram.
El texto completo de Nati Jota sobre el ciberacoso sexual
¿Sabés por qué subo esto? Porque es horrible. Porque es incómodo. ¿Y sabés por qué es incómodo? Porque es demasiado real.
Pienso que por primera vez algunos no entienden al feminismo y por qué andamos con que ‘machirulo esto’ y ‘machirulo lo otro’. Quizás se acerquen a lo que nos hacen y a lo que sentimos. Esto es solo una expresión de una manera de vernos y creer que pueden dirigirse a nosotras. Es solo el modo de exteriorizar una concepción que tienen nuestra, de lo que somos, de lo que merecemos.
Impresiona porque no solo son palabras, es un audio, tiene un tono de voz que todavía evidencia más la impunidad de hablarnos así, el lugar en el que para ellos estamos, el grado de violencia, enojo y odio con nosotras, conmigo. ¿Por qué? ¿Qué hice? ¿Qué hicimos?
Escuchalo de vuelta. Yo no pude escucharlo más de dos veces. ¿Te incomoda? Esto pasa todo el tiempo expresado en otras millones de formas. Ponelo otra vez. ¿Ahora entendés por qué estamos tan enojadas?
Me dicen por ahí que lo escrache. Que lo nombre. Que diga quién es. Yo pienso: ¿de qué suma? ¿Él va a aprender porque le lleguen tres millones de puteadas? No. ¿Yo me voy a sentir mejor porque lo agredan? Tampoco. Elegí responderle pidiéndole por favor que reflexione. Tiene 21 años. Está a tiempo. Tengo esperanza.
Además, pensé en su mamá, por ejemplo. La culpa o angustia que puede sentir por ese hijo que más que un hijo suyo es hijo del patriarcado. Y si odiás este término también te cuento que es quien hace a estas personitas con estas pulsaciones hacia nosotras. Por eso, además, no lo nombro. Porque no me enojo. Me da pena y bronca. Y lo disocio de su nombre, de su persona, de sus 21 años. De si se llama Lucas, Juan o Ezequiel. Porque este pibe no es UN pibe. Hay muchos, miles. Es la sociedad enferma. Es una consecuencia de lo que todos también avalamos y vivimos tantos años.. con putear a él no ganamos nada. No sirve. Prefiero armar este debate y ojalá curar, aunque sea, a un par más.
Ojalá escuchando este se despierte algún otro. Y ese otro despierte a otro. ¿Entendés por qué no hay que ser un machirulo? Escuchalo otra vez. ¿Odiás quedar generalizado en estos modelos de verga? Ponele play de vuelta. ¿Te da vergüenza? Dale otra vez. ¿Necesitás salir a gritar y aclarar que vos no sos así? No hace falta. Para la próxima que veas un destellito así en tu amigo Hernán o tu primo Fede, decile algo. O mostrale esto. Que incomoda tanto que ya no le querés dar play otra vez, ¿verdad? Hacelo, porque a las mujeres nos obligan a escucharlo y sentirlo a cada rato.
Y suena bruto, porque esta misma manera de vernos es la que tienen los que nos violan y nos matan. Te lo juro, no es exagerado. Listo, ahora te libero, no lo escuches más. Pero seguro te queda retumbando. Como a nosotras, las que seguimos. Y como cada nombre de la que ya no está.
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