No pierde el humor ni siquiera en los peores momentos. Por eso, después de que México registrara un terremoto que alcanzó una magnitud de 7.5 en la escala de Richter, Mónica Ayos acudió a sus redes sociales para tranquilizar y divertir a sus seguidores como lo hace habitualmente. “Todo bien. Llamó Spielberg y dijo que era mucho...Nuestro ventanal que da al jardín es gigante y el vidrio está hecho especialmente para sismos, pero aún así se quebró. Sismo + pandemia. Ni me atrevo a preguntar. ¿Algo más? Y ahí ya cantamos: ‘Bingo'. Basta 2020, en serio”, escribió la actriz junto a un video en el que se la veía despeinada junto a la ventana en cuestión.
La argentina se encuentra radicada en Ciudad de México junto a su marido, Diego Olivera, y sus dos hijos, Federico y Victoria, desde hace ya una década. Y está acostumbrada a que se produzcan temblores, al menos, dos veces al año. Sin embargo, en diálogo con Teleshow, Mónica reconoció que el hecho de “estar en pleno confinamiento por el coronavirus y que a la vez la Tierra se mueva es muy duro” para la psiquis de cualquiera.
“Los daños en la casa fueron menores porque fue construida y pensada para estas situaciones. Los ventanales tienen vidrios especiales y uno, en anteriores sismos, amenazaba con rajar su esquina. En este, directamente, se agrietó en tres partes. Así que, seguramente, nos aconsejaran cambiarlo. En la terraza hay un mojón de concreto que se resquebrajó y quedo partido al medio. Pero no más que eso”, comenzó diciendo Ayos.
Mónica contó que, tras más de tres meses de encierro, la sensación fue bastante confusa. Y explicó que el protocolo a seguir ante una situación de temblor, dónde la gente debe evacuar sus viviendas, es completamente opuesto al que se indica para prevenir la propagación de COVID-19.
“Llevamos en México casi diez años y siempre supimos que estábamos conviviendo con sismos. Los epicentros suelen ser en las afueras del DF, que es donde nosotros vivimos, y ya experimentamos varios. Parece raro pensar que te acostumbras al susto, pero termina siendo así. En este caso, al estar más de cien días en cuarentena por una pandemia, resultó ser un plus poco feliz. Y en un punto hasta nos parecía que lo que estaba ocurriendo estaba fuera de la realidad... ¡Ya era mucho!”, explicó Mónica,
Y luego agregó: “Esta es la que le toca hoy a los países con estas características y no hay otra que atravesarlo con la mayor calma posible. En el momento que sonó la alarma sísmica estábamos conversando con nuestra hija Victoria, sobre su preparatoria, que sujeta a cambios comenzaría en Septiembre y todavía no está decidido dónde. Hablábamos de las posibilidades de la extensión del home school y ella nos alertó de la alarma. Nosotros la oímos también, pero sonó tan baja que nos hizo dudar, hasta que sentimos mareo”.
Fue entonces cuando Mónica, su marido y su hija se vieron obligados a salir de su casa.”Vimos moverse de un lado al otro una persiana americana que tenemos en la cocina, ni hablar de las lámparas colgando en el techo...Por suerte duró poco y, en las veredas, ya estaba toda la gente. Obviamente, tuvimos que estar atentos a la situación de sana distancia y el protocolo de coronavirus que venimos respetando hace meses. Fue un combo de situaciones realmente fuerte”.
En tanto, el hijo mayor de la actriz, que se independizó hace unos años pero vive relativamente cerca de su madre, casi no percibió el sismo. “Federico nos contó que estaba durmiendo y no lo sintió. Revisó su casa y no hubo daños. Igual, hicimos una videollamada y fue una tranquilidad saber que toda la familia estaba bien”, confesó Mónica.
Cabe recordar que, antes de que se declarara la pandemia, Ayos había manifestado su deseo de regresar a la Argentina por un tiempo. Sin embargo, con el avance del coronavirus se vio obligada a pasar la cuarentena en su hogar mexicano, dónde le tocó vivir esta situación. Pero aseguró que trató de sobrellevar el momento “con la mayor tranquilidad posible”, como para tomar “las medidas correctas sin atolondrarse”.
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