El 5 de marzo de 2009 Michael Jackson anunciaba una nueva gira mundial: This is it. El 25 de junio de ese mismo año estaba muerto. Los tickets para ese primer show que nunca sucedió se habían agotado en una hora, apenas salieron, y era la mejor noticia que el Rey del Pop recibía en mucho tiempo. Ya había sido sobreseído por los cargos de abusos de menores, pero la sombra de la culpa y la manera en que seguía siendo juzgado por el ojo público no dejaban de atormentarlo. Luego se supo que tenía deudas que había ido adquiriendo a medida que gastaba cifras exorbitantes en un estilo de vida de opulencia y en abogados que frenaban lo que parecía imposible. Contra todo pronóstico, sus hijos heredaron una fortuna: la deuda no solo se saldó, también se multiplicaron las ganancias.
Un día antes de morir, Michael ensayó sin parar. Su nuevo show se iba a estrenar el 13 de julio de 2009 en el O2 Arena de Londres, Inglaterra. Cuando terminó la jornada, volvió a su casa de Bel Air, en Los Ángeles, y pidió que lo anestesiaran. Literalmente, eso es lo que le hacía el doctor Conrad Murray: lo dormía químicamente. El mismo médico intentó reanimarlo en vano cuando en la mañana del 25 Jackson no despertaba. Fallaron los intentos de medicación y reanimación cardiopulmonar y el cantante entró muerto al Ronald Reagan UCLA Medical Center, pero se dijo que estaba en coma hasta que llegara Katherine Jackson, su madre.
Cuando en los últimos años de vida Michael ya se sentía lejos de sus padres y hermanos, la única del clan que seguía cerca suyo era su madre, por eso la eligió para que se hiciera cargo de sus hijos cuando él ya no estuviese. Así fue como Katherine (que en la actualidad tiene 90 años) y Debbie Rowe, ex esposa y madre de Prince I y Paris, llegaron a un acuerdo sobre el cuidado de los chicos. Ambos serían criados por Katherine, y Rowe conservaría el derecho a visitarlos, así como también recibiría los pagos de dinero que había acordado con Michael en vida. Finalmente, el 3 de agosto de 2009 la justicia nombró a la abuela como tutora permanente de los niños. En el caso de Prince II todo fue más sencillo, ya que había sido concebido mediante un vientre de alquiler: no había madre que fuera a reclamar nada.
Solo los chicos
Lleva el nombre de su padre y el de su abuela. Paris Michael Katherine Jackson nació el 3 de abril de 1998 y es la hija del medio. Cuando Michael murió, ella tenía 11 años y quedó devastada: durante el funeral se mostró llorando en los brazos de su tía Janet y buscando consuelo entre sus familiares. Sus ojos clarísimos habían sido vistos pocas veces, ya que MJ solía disfrazar a sus hijos para evitar la mirada pública. Ropas extrañas y máscaras venecianas llegaron a ser sus atuendos cuando salían con este extraño progenitor que, de todos modos, ellos adoraban.
Jackson y la enfermera Deborah Rowe fueron padres mientras estuvieron casados entre 1996 y 1999. Ella se encargó de aclarar: “Me fecundaron. De la misma manera que yo fecundo a mis yeguas para reproducirse. Fue muy técnico. Yo era su pura sangre”. Sin pelos en la lengua, la mujer soltó todo al diario británico The Sun en 2019, después de que se estrenara el documental Leaving Neverland. En el filme, dos hombres describen cómo el cantante abusó sexualmente de ellos cuando eran niños, datos que dejan en jaque nuevamente a la figura del artista.
Michael y Debbie se conocieron en la clínica dermatológica donde ella trabajaba, y se hicieron amigos. Él estuvo casado durante un tiempo con Lisa Marie Presley, la hija de Elvis, pero el matrimonio no resultó muy bien. Fue al poco tiempo de divorciarse que Jackson decidió proponerle matrimonio a Rowe con un fin muy claro y conciso. “Michael estaba divorciado, solo, y quería tener hijos. Fui yo quien le dijo: ‘Tendré tus bebés’”, contó ella el año pasado. Más allá de lo práctico del asunto y aunque nunca cumplió la función de una madre, Rowe pidió seguir viendo a los chicos y llegó a un acuerdo con su ex suegra para poder visitarlos.
Para tener a su tercer hijo, Prince Michael II, el músico acudió al alquiler de un vientre, pero no se reveló la identidad del donante de esperma. Se especula con que esta vez sí podría ser suyo, aunque no hay certezas. El pequeño que al nacer apodaron Blanket (manta, en inglés) fue famoso a los pocos días de vida: era el bebé que quedó colgando de la baranda de un balcón parisino cuando Michael se asomó para saludar a sus fans, y lo sacó a él también con un trapo blanco tapándole la carita. Con Michael en vida, esta imagen bizarra, al igual que la de los mayores con caretas, era lo que circulaba sobre sus descendientes. Pero cuando murió se empezaron a ver cada vez más imágenes de los chicos. Y en esta etapa de su vida, ya no se ocultan.
Paris es la que más ha dado que hablar. Su belleza le ha hecho cerrar contratos con marcas que se pelean por tenerla como modelo, y también incursionó en la actuación. Pese a su presente positivo, la joven tuvo que atravesar momentos de mucha angustia cuando fue víctima de bullying en el colegio. Trascendió que incluso llegó a querer quitarse la vida. En sus redes sociales, ella misma admitió que concurría a reuniones de alcohólicos anónimos para luchar contra su adicción. Esta semana, el aniversario por la muerte de su padre será vivido de otra manera por Paris, ya que acaba de lanzar un EP de cinco canciones con su grupo, The Soundflowers.
El proyecto de la hija de Michael, que comparte con su novio, Gabriel Glenn, llevaba tiempo en el estudio, y aunque tenían algunos temas sueltos y apariciones en vivo, es la primera vez que presentan algo así. Con un estilo indie folk y una estética hippie, Paris alimenta una onda retro de jeans y flecos, muy alejada del charol y los brillos que supieron engalanar a su padre. Ahijada de Macaulay Culkin y Elizabeth Taylor -igual que su hermano mayor- Paris comparte con su padrino el gusto por la ropa informal y una actitud relajada. El hombre que fuera el protagonista de Mi Pobre Angelito se alejó de las luces del espectáculo hace rato (hasta el año pasado conducía un podcast), siempre fue muy cercano a Paris y continúa recordando a Michael como “su mejor amigo”.
El primogénito Jackson, Prince I, tiene 22 años, y logró graduarse en la Universidad Loyola de Marymount en Administración de Empresas. Trabaja en su propia productora. Instalado en su mansión en Encino, California, Prince disfruta de los lujos heredados, y declaró en varias ocasiones que sus grandes sostenes son su abuela Katherine y su prima Frances. Cuando le preguntan por su madre biológica, el muchacho se muestra muy amable y reconoce que siempre fue más una amiga que otra cosa.
El más pequeño del grupo, Prince Michael II, quien cambió su apodo por Bigi (antes era Blanket), es quien tiene el perfil más bajo de los tres. Con 18 años terminó sus estudios, se compró una casa enorme en el residencial barrio de Calabasas, en California, y no tiene problemas de fotografiarse con sus hermanos cada tanto. Aunque evita ser el centro de atención, participó el año pasado en un programa de YouTube sobre Avengers, aunque no continuó con el proyecto. Es probable que su aventura en el balcón haya sido suficiente para él.
El ex guardaespaldas de Jackson, Matt Fiddes, dijo que él podría ser el padre de Bigi, ya que asegura que su fallecido jefe le habría dicho que usó su esperma para concebirlo. La familia Jackson cortó relaciones con Fiddes y el reclamo de paternidad no pasó a mayores. Por otro lado, el actor Mark Lester, amigo de Michael, llegó a decir que él podría ser padre de Paris porque también le donó esperma al artista. También se ha dudado de Arnold Klein como padre de Prince I, pero el dermatólogo para el que trabajaba Debbie aclaró en el programa Good Morning America: “Hasta donde yo sé, no soy el padre de esos niños. No puedo contestar de otro modo. No quiero alimentar toda esta locura que nos rodea”.
Las especulaciones parecen no tener fin, y alrededor de Michael Jackson se siguen tejiendo intrigas. ¿Existe un cuarto hijo? Paris lo saluda en redes y se fotografía con él llamándolo hermano, pero nadie asegura que Omer Bhatti sea efectivamente hijo del rey del pop. La madre de Bhatti trabajaba como niñera y su papá como chofer en Neverland, el rancho de MJ y su familia. Omer viajaba con Michael y era protegido como uno más de sus niños, pero nunca quedó clara la relación. En la actualidad, Omer es rapero y bailarín, vive en Europa, y suele reunirse con los chicos Jackson como si fuera uno más.
El misterio, los litigios y las polémicas siguen rondando por la familia Jackson como cuando Michael estaba vivo. La aristocracia del pop no descansará mientras el Rey siga vivo a través de su descendencia.
SEGUÍ LEYENDO