Luis Margani nació Sicilia, Italia, en 1948. Pero su historia cambió para siempre cuando el cineasta y director Pablo Trapero, hijo de un gran amigo de Luis, lo convocó en 1995 para su primer corto, Negocios, para luego dar el salto en 1999 con el film Mundo Grúa. Allí estaba Luis para dar sus primeros pasos en el mundo del espectáculo y abandonar su oficio como electricista de autos en el barrio de La Tablada.
Su carrera comenzó a despegar y llegaron varias participaciones en programas de televisión, como Tumberos o Educando a Nina, hasta que su representante le dijo que le había llegado una muy buena propuesta. Iban a comenzar a grabar una serie sobre el escándalo del FIFA Gate y estaban buscando a un actor que le diera vida a Julio Grondona, presidente de la AFA (Asociación de Fútbol Argentino) durante 35 años de manera ininterrumpida. Y allí fue, se presentó en el casting, y consiguió el papel.
En comunicación con Teleshow, el actor de 71 años contó los consejos que recibió de parte del director, Armando Bó, y qué otro personaje bien argentino le gustaría interpretar.
—¿Cómo te llegó este proyecto y la propuesta de interpretar a Julio Grondona?
—Un día me llama mi representante y me dice: “Mirá Luis, te quieren para Julio Grondona”. Fui a hacer el casting, me puse un traje, corbata, me peiné para atrás y cuando llego me atiende justo el que me iba a hacer el casting, Julián Calviño y al verme, me dice: “¡Loco! sos Grondona!”. Me dio un empuje terrible eso para poder hacer la prueba.
—¿Y ya en ese momento te eligieron?
—¡Sí, enseguida!. Al otro día me llamaron y me dijeron que ese personaje era para mí. Yo al principio construí este rol imitando a Grondona, pero a las dos semanas me llamó Armando Bó y me pidió que no lo imitara a Grondona sino que actuara, para que la gente creyera que realmente estaba viendo a Don Julio. Entonces ahí comencé a ver entrevistas que le hicieron, videos de Youtube, a hablar con gente que lo había conocido. Armando me pasó varias películas y entre ellas estaba El Padrino. Y cuando lo ví a Marlon Brando haciendo de Vito Corleone, me dije: “Ahí está la cosa”. Así fue entonces cómo construí el personaje de Don Julio.
—Armando Bó dijo que lo tuyo era casi biográfico porque caminás igual que Grondona, hablás con esa forma de tano de barrio...
—Sí! A mí me decían “el tano” en el barrio, porque soy siciliano, de la localidad Piazza Armerina, provincia de Edna. Además siempre tuve esa caminata parecida a la de Don Julio. Y yo a su vez sigo siendo el tipo de barrio. Siempre traté de ser igual en ese sentido. A mi me gusta ser simple, mandarme alguna puteada cuando me sale. Un tipo auténtico.
—¿Y cómo es tu relación con el fútbol? ¿Sos de seguirlo, de ver los partidos?
—Yo de fútbol casi nada. Miro en lo de mi hija los domingos que ellos se sientan a ver partidos con mi yerno y mis nietos. Son de River y yo les digo que soy de Boca, pero para divertirme. Podría decirse que tengo un cierto aprecio por Boca.
—Si lo hubieras conocido a Don Julio, ¿qué te hubiera gustado preguntarle o decirle?
—Siempre lo admiré, me encantaba escucharlo, era sabio en sus respuestas y razonamientos. Tenía una linda ironía y además tenía su humor. Me hubiese gustado conocerlo para darle un abrazo, como un cholulo más.
—¿Sentís que su imagen se perjudicó a partir de las sospechas de corrupción en la FIFA?
—Nosotros opinamos y juzgamos a la gente como si nosotros fuéramos jueces o abogados, en vez de decir vamos a esperar a ver qué dice la Justicia y, en caso de que se lo condene, criticar o reclamar. Por eso creo que no debemos ponernos en jueces. ¿Podemos juzgar a Don Julio por lo que dicen algunos, cuando ni lo conocimos y sin que se le haya comprobado nada?. El tipo era un familiero tremendo: amaba a sus hijos, nietos, a su mujer la adoraba, no dejaba de ser un ejemplo. Ahora si me guío por las sospechas, no sirve de nada. Yo a Grondona lo admiro por lo que yo conocí, deben haber otras cosas pero la verdad yo no las sé.
—¿A qué otro personaje argentino te gustaría poder darle vida?
—Y a muchos... En el mundo del fútbol a Guillermo Coppola, y también a Juan Domingo Perón. Pero uno que me gustaría muchísimo, y creo que doy por el parecido físico y se lo vi hacer a Enrique Muiño es Domingo Faustino Sarmiento. Tiene una historia increíble y si le das fuerza y ritmo a ese personaje es espectacular y muy lindo. Y después podría hacer la vida de un actor que siempre admiré: Luis Sandrini. Me encanta su estilo en su trabajo actoral. Le digo a los productores: apúrense antes de que me muera. Yo sé que tengo hecha la mitad de vida hecha así que hasta los 140 ….quien te dice. Como decía Don Julio : “Todo pasa”.
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