El barbijo se convirtió en un elemento indispensable para protegerse contra el coronavirus. En la Ciudad de Buenos Aires, es obligatorio usarlo para salir a la calle, viajar en transporte público o ingresar a locales comerciales. Muchas personas se volcaron a realizar diferentes modelos para comercializar, como es el caso de Dolores Barreiro a través de su marca Holi.
De esta manera, la empresaria textil y modelo promociona en sus redes sociales unos pañuelos con tapabocas ocultos a los que bautizó “cowgirl y cowboy”. El diseño exclusivo tanto para hombres y mujeres viene en diferentes estampados y colores. El tapabocas tiene dos elásticos que se pasan por detrás de las orejas para tener un buen agarre. Los modelos están confeccionados en tela algodón, algodón seda y rayón.
En la página web de la marca, estos modelos se venden desde 5 mil hasta 13 mil pesos. En las redes sociales, la ex de Matías Camisani recibió algunas críticas respecto al precio elevado de los pañuelos. “Dolores Barreiro agarró un pañuelo, lo dobló a la mitad, le cosió un tapabocas, le puso un nombre ‘chic’ COWGIRL y ahora lo vende a $13000. Más hippie con Osde no se encuentra”, se quejó una usuaria de Twitter.
“Lo único que tendría ‘cowgirl’ ese pedazo de tela es que te incluyera un caballo. Y si pago ese precio exijo mi caballo y un sombrero”, afirmó otra persona en tono irónico. Mientras que otro usuario señaló con ironía: “Trece lucas por un mantel, lo peor es que hay clientela para estas boludeces". Luego, una persona agregó: “Ya un barbijo común te es incómodo y con esta humedad ni te cuento. ¡Imagínate todo eso colgando! Jajajajajaja”.
Benito Fernández también confeccionó tapabocas de alta costura durante esta cuarentena en la que debió cerrar sus locales de indumentaria. “Yo tenía dos modistas que hacen vestidos de fiestas y tienen sus máquinas de coser en las casas. Las contacté, ya que nuestros talleres están cerrados, y conté con ellas para comenzar a hacer estos barbijos con los géneros de vestidos de fiesta, para que sean unos barbijos más exclusivos”, dijo el diseñador en diálogo con Infobae.
“Cuando los comencé a realizar, los barbijos los doné al Hospital General de Niños Pedro de Elizalde pero la idea es poco a empezar a comercializarlos para sacar ingresos y ayudar al hospital”, manifestó el empresario que debió presentar Botánica, su última colección otoño - invierno desde su casa.
A pesar de sus esfuerzos por salir adelante, Fernández expresó su preocupación por la dura realidad que les toca vivir a quienes confeccionan ropa o se dedican a la comercialización de prendas de vestir. Aseguró que no reciben ayuda de los bancos para poder producir y manifestó que es importante estar atentos a las personas que ni siquiera tienen para comer.
“Yo soy dueño de una pyme, tengo una marca que vendo mi ropa de prêt-à-porter, tengo locales en Capital y vendo por e-shop. Hace 1 mes el Gobierno salió a decir que le habían sacado a los bancos las retenciones de no sé que, decían que los bancos tenían mucha plata para ayudar a las pymes. El tema es que a nadie le están dando los préstamos. A mí me rebotaron todos los bancos, tengo 33 años de profesión”, aseguró el modisto en una charla con Fabián Doman por Radio La Red AM 910.
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