En una final muy disputada de El Gran Premio de la Cocina, Matías López, más conocido como Tute, se impuso ante Alfredo Uboldi y se consagró ganador de la séptima edición del reality gastronómico de El Trece. El concursante, que se llevó 400 mil pesos, no pudo evitar emocionarse al conocer su victoria.
La gran final del programa conducido por Carina Zampini y Juan Marconi, se definió con el último cuchillo dorado, en manos de Christian Petersen, quien integra el jurado junto a Felicitas Pizarro y Mauricio Asta. “Uno llegó con todo, a los ponchazos. Y Alfredo deslumbró con algunas, pero otras ni llegó. Y está otra vez ese dilema. Un lindo empate. No brillaron ese día en la pastelería”, dijo el chef, sembrando el misterio.
Y luego desató la locura en el estudio: “Pero mi cuchillo tiene que ser para uno. Y por eso tengo que informar que el próximo cuchillo dorado, de El Gran Premio de la Cocina, en una muy difícil decisión, es para Tute”.
Inmediatamente volaron papelitos dorados por el estudio y Tute festejó a los gritos, con lágrimas en los ojos y mirando al cielo. “¡Gané, gané, gané!”, exclamó el participante.
Zampini lo interrumpió en medio de la celebración para darle una sorpresa: “Algunas personas quieren acompañarte en este momento tan especial”. En la pantalla gigante aparecieron Mirtha y Néstor, los padres del ganador.
“En un ratito voy para casa. Vamos a festejar. No puedo ni hablar…”, confesó Tute. Sus padres estaban tan enamorados como él. “Es muy buen hijo”, dijo su padre. “Es una gran persona”, agregó su madre. “Los amo. Gracias por estar siempre conmigo y apoyarme en esto. Ustedes me dijeron que iba a ganar, y acá estoy”, les respondió su hijo.
Por supuesto, Zampini no dejó pasar la gran performance de Alfredo a lo largo de todo el reality y pidió un merecido aplauso. Él, humilde, le tiró flores a su compañero, con quien mantiene una gran relación: “Se lo merecía porque dio más de lo que podía”.
Tute y Alfredo llegaron a la final de El Gran Premio de la Cocina después de que cada uno cosechara diez tenedores dorados a lo largo del cuadrangular final, del que también participaron Érica y Luis. “Sorpresivo porque los dos no tuvieron su mejor día en la cocina. Es un premio a lo que vinieron haciendo a lo largo de esta competencia, sobre todo en este triangular”, dijo Zampini en aquella oportunidad.
Fue Luis, uno de los semifinalistas, con quien Zampini recientemente vivió un tenso momento durante el programa. Todo surgió cuando quedaban pocos segundos para que los participantes entregaron los platos para ser evaluados por el jurado.
Luis Santa Cruz -quien ya tiene antecedentes en el ciclo por romper las reglas- se acercó al estrado y luego de dejar sus platos, regresó a su puesto de cocina para luego agregar algo extra que decidió sumar al menú. “¿A dónde vas, Luis?”, reclamó Zampini al ver los movimientos del participante, y empezó la cuenta regresiva en vivo: “Te quedan tres, dos, uno...”.
“Los siento en el alma”, lamentó mientras tomaba los pocillos que el participante había adherido a último momento. “Era un changüí...”, explicó Luis. “Algo que no estaba pedido...”, retrucó la conductora, y se dio un tenso ida y vuelta tenso, al que Luis le agregó cierta ironía.
“Quiero que sepas que hay un montón de gente que está observando solo esto. Si llegan a tiempo, o no”, le dijo Zampini. “¿Llegué a tiempo?”, le preguntó el participante. “Con esto, no. ¿Me vas a discutir todo?”, lo cruzó la conductora.
Si bien ella seguía con una sonrisa en su cara, se la tonó tensa y, buscando evitar el conflicto al aire, decidió pedir una tanda comercial. “Nos vamos al corte porque tengo que resolver esta discusión con Luis”, dijo al público, dando por finalizado el cruce.
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