Luego de un día de ausencia, Jorge Rial volvió a la conducción de Intrusos este miércoles y aunque no contó por qué no estuvo el martes en el piso de América, se encargó de aclarar que no fue por un conflicto con sus compañeros o productores como había trascendido.
“Lo de ayer... no me peleo con mi producción, ni con mis compañeros; en todo caso me peleo con gente mas arriba”, aclaró, y siguió: “Cualquiera que quiera decir algo de este programa, que venga y ponga el culo acá, porque estamos desde el primer día de la pandemia poniendo el culo acá”.
“No me peleo con nadie. Al contrario, les agradezco que vengan todos los días acá en medio de una cuarentena, mientras mandamos mensajes de que no salgan”, agregó el conductor para cerrar el tema.
Luego aclaró los dichos en el programa del lunes que hacían referencia a que Marcelo Tinelli y LaFlia harían el Bailando desde San Luis, debido a que en Buenos Aires continúa la cuarentena. Al respecto, junto con su panel repitió varias veces que se trataba de “un chiste”.
“Hace mucho que estamos, resistiendo en medio de una pandemia, ¡qué generador de cosas y títulos este programa!”, abrió el juego, para seguir: “El quilombo que armamos en San Luis con una boludez, de verdad fue un chiste que hicimos diciendo 'yo soy Tinelli, vos sos el Chato’ y que se iba a hacer el Bailando allá”, explicó.
El chiste tuvo tal repercusión, que muchos creyeron que era cierto. “No solo lo levantaron, sino que lo tomaron como cerrado, que ya hay hotel, que están viajando todos. Fue un juego que nació acá en Intrusos, no hay nada ni pido que lo chequeen”. Adrián Pallares agregó que a partir de dicha broma mucha gente se comunicó con él y le dijo que en realidad, la idea “no era descabellada”.
“Fue una joda. Porque tenía la información de que en el interior se iba a empezar a abrir”, dijo, y contó que hasta habló con Tinelli: “Tengo fuentes en el Gobierno y me entero que se podría abrir el protocolo para hacer publicidades y cosas, hablo con él por otro tema y digo '¿por qué no mirás esto? y se dijo San Luis porque recordé el polo audiovisual que tiene la provincia”.
Los primeros días después de que el presidente Alberto Fernández decretara la cuarentena obligatoria, el conductor siguió yendo al piso de América, pero luego, desde el miércoles 25, decidió llevar adelante el ciclo desde su hogar. “La decisión me la obligaron a tomar. Yo soy cabeza dura, y tenía más ganas de ir que de quedarme. Yo estoy dentro del grupo de riesgo, no por edad sino por los riesgos preexistentes. Tengo un stent, problemas cardíacos e hipertensión. Eso me pone en la zona de riesgo”, detalló el conductor.
Durante el tiempo que estuvo conduciendo desde su casa, propuso un divertido juego con el espectador: cual si fuera el juego de las siete diferencias, para cada emisión cambiaba algún adorno, cuadro o mueble de lugar.
Sin embargo, el anfitrión del ciclo de América no aguantó estar mucho tiempo lejos y a mediados de abril regresó a hacer el programa desde el canal. “Termino y vuelvo a mi casa. Nada más que vuelvo a trabajar. Eso es lo que hay que hacer si tenés permiso periodístico: ir a trabajar”, dijo en su momento, y aclaró que toman todas las medidas sanitarias necesarias, como mantener la distancia social y el uso de barbijo para los empleados que están fuera de cámara.
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