Quiso el destino y el capricho de las comunicaciones -o la magia de las relaciones, dirían los más románticos- que la historia entre ellos comenzara cuando cada uno estaba en un país distinto, y hasta en días diferentes. Micaela Tinelli se encontraba en Argentina, siendo el 9 de junio de 2019, y Lisando López estaba de vacaciones en Italia, cuando ya era 10 de junio. Era la gala del Martín Fierro y a la hija de Marcelo Tinelli -de allí su presencia en la ceremonia de APTRA- le llegó un mensaje privado a su cuenta de Instagram de alguien que no conocía.
Revisó el perfil del destinatario, sonrió al ver que se trataba de un jugador de Boca (justo con su papá fanático de San Lorenzo), y más sonrió porque le gustó el mensaje (“Decía algo lindo”, recordó). Y codeó a su hermano Francisco, sentado a su lado en la premiación. “¿Quién es este chico?", le preguntó. Cómplice, y conocedor del mundillo futbolístico, Fran acercó los datos indicados. Y Mica no lo dudó: respondió el saludo, con el autor al otro lado del Oceáno y ya en otro día de la semana.
Si bien tardaron varias semanas en verse por primera vez, ese intercambio epistolar (en versión 2.0, claro está) es el que la it girl celebra hoy. Y lo hizo con un posteo en su cuenta de Instagram en el cual narra en detalle cómo fueron los primeros pasos de un amor que hoy los tiene obnubilados.
“Yo lo desconocía totalmente”, se sincera Micaela, quien no heredó de su padre la pasión por el fútbol. Y no tenía ni siquiera una vaga idea de ese defensor que regresaba al país después de varias temporadas en Europa para calzarse la camiseta del Xeneize. “Es muy loco pensar que yo no sabía absolutamente nada de él, nunca había escuchado su nombre (sumado a que soy bastante chota con el tema de los nombres en el fútbol), y no teníamos ni a una sola persona en común. Así que ese mensaje fue el comienzo de todo”.
Al regresar de su descanso en el Viejo Continente, López se puso bajo las órdenes Gustavo Alfaro (por esa época técnico de Boca) y marchó a la pretemporada con el plantel. El diálogo no se interrumpió por un par de semanas, hasta que... “Me invitó a comer a su casa -recuerda la diseñadora-. Yo estaba bastante nerviosa y a su vez, no tanto, cosa que me parecía rara por mi forma de ser. Estuvimos horas y horas hablando. Sin exagerar: unas siete horas habrán sido seguro. Nos reímos mucho también. Y bueno, ahí empezó todo”.
Pero a diferencia de la celeridad que López demuestra cuando tiene que cerrar a las espaldas de un lateral, en esta relación parece que se tomó su tiempo. “Nos seguimos hablando, nos veíamos cuando podíamos, por momentos venía medio lenteja la cosa”, dice Mica, y si bien explica que mucho tenían que ver las ocupaciones de los dos, aclara: “Medio que tuve que poner un ultimátum”. Aunque “terminó funcionando todo muy muy bien, y sigue...”.
El posteo fue acompañado de una secuencia de fotos que iban describiendo, casi como un álbum, el inicio, el desarrollo y la consolidación de la pareja, con varias perlitas, como los perritos de Mica con la camiseta de Boca. ¿Qué dirá Marcelo?
Más allá de las chicanas futboleras con su suegro, Lisandro ya es un integrante más del clan Tinelli. Por caso, el mensaje de Candelaria al responder el posteo (que ya ronda los 80 mil likes) es elocuente: “Los amo con todo mi ser. Son una pareja sana y hermosa. Desde afuera irradian un amor inmenso, ¡es tan lindo verlos! Merecen ser muy felices de por vida”.
Pero entre la infinidad de comentarios se destaca el de Wanda Nara, quien sin querer queriendo revela una infidencia: “¡Como lo recuerdo ese día! (Lisandro) estaba en mi casa en Milán. Les deseó mucho amor”. Es que López y Mauro Icardi fueron compañeros en el Inter. Y por lo visto, Licha y Mica vienen cumpliendo con ese deseo.
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