Little fires Everywhere tiene como protagonistas a dos mujeres que están haciendo historia en Hollywood y que a su vez son productoras de este proyecto. Ellas son Reese Witherspoon (Big Little Lies) que en la serie interpreta a Elena, una madre de cuatro hijos con un marido abogado y de clase alta, y Kerry Washington (Scandal) que se pone en la piel de Mia Warren, una artista afroamericana y madre soltera de Pearl, que se van mudando cada tanto de ciudades cuando no viven y duermen en su auto.
El conflicto de esta ficción comienza cuando Mia alquila un duplex perteneciente a Elena y el choque entre ellas no va a tardar de aparecer. Ambientada en los años 90, la serie basada en la novela de Celeste Ng, explora varios temas como la maternidad, los inmigrantes ilegales, la hipocresía, la intolerancia y, por sobre todas las cosas, las diferencias raciales que aun hoy existen en los Estados Unidos.
En diálogo con Teleshow, las dos actrices reflexionaron sobre los grandes temas que propone la serie, la relación que tuvieron entre ellas durante las grabaciones y por qué creen que este es el tiempo de las mujeres.educaciones y condición social.
—Reese, ¿cómo fue la experiencia de trabajar con Kerry en Little Fires Everywhere?
—Witherspoon: Trabajar con Kerry en este proyecto fue una hermosa experiencia. Hablábamos de diversos temas, fui muy bendecida de tener a Kerry Washington como compañera. Nos gustaba hablar sobre nuestras vidas privadas y de las cosas que pasan en la realidad. Estuvieron mucho en mi mente esas conversaciones que tuve con Kerry, teniendo en cuenta lo que está pasando ahora en los Estados Unidos, como el asesinato de George Lloyd y lo qué está pasando con los problemas de racismo. Formar parte de esta serie fue una experiencia increíble. Y a su vez fue grandioso que un grupo de mujeres pudiéramos tener este tipo de conversaciones seguras en un ámbito tan amable.
—El tema de maternidad atraviesa la serie cada una presenta un tipo de madre distinto, ¿Cómo refleja esta serie sus propios roles como madres?
—Washington: En mi caso esta serie serie refleja mucho más a mi propia madre, porque está ambientada en los 90 y nosotras éramos adolescentes en esos años. Entonces pensé mucho en la experiencia de mi mamá, cuál era el contexto en el que ella ejercía la maternidad. Lo que me gustó de estos personajes, es que son mujeres muy imperfectas y a menudo, nos ponemos en rol de juezas de los otros. Y eso no está tan bien. Por suerte ahora tenemos la posibilidad de abrirnos y mostrar nuestros miedos y nuestros sentimientos, como madres, amigas, vecinas..
—Witherspoon: Cada mujer en los Estados Unidos, y también en el resto del mundo, vive diferentes experiencias como madre. En esta serie vemos a una madre inmigrante china, una madre blanca, una afroamericana y una latina. Crear una serie con tantos diferentes tipos de madres es iluminador, con mucha diversidad y con todas las perspectivas.
—¿Creen que es el momento justo para hablar de los problemas de las mujeres? ¿Podríamos asegurar que es el tiempo de las mujeres?
—Washington: Sí claro. Hemos perdido tanto tiempo durante el cual nos forzaron a tener una falsa identidad como mujeres, en el que nos decían cómo debíamos vernos, cómo debíamos actuar. A su vez que teníamos que intentar ser amables y buenas, pero no nos pedían ser auténticas o mujeres reales. Ahora los productores apuntan a la autenticidad, sobre quiénes somos y qué queremos. ¡Es tan liberador!
—Witherspoon: ¡Absolutamente! Y creo también que es importante contarles estas historias a nuestras hijas, buscar este tipo de ficciones que muestran lo que realmente es cada mujer. Esta mañana hablaba con mi hija acerca de lo que ella ve en las películas y cómo ve a las mujeres que cuentan este tipo de historias, y me dijo que tiene la necesidad de alzar la voz, pero que a su vez, descubrió que finalmente las experiencias reales de las mujeres están siendo oídas. Y si no tenemos estas experiencias de escuchar a las mujeres, vamos a seguir silenciadas. Mi esperanza es que cuando vean esta serie, se sientan en los zapatos de cada mujer de esta historia. Creo que la nueva generación debe mirar estas historias.
—¿Qué cosas nuevas aprendieron de esta serie?
—Witherspoon: Tengo 44 años y aprendo cosas todos los días. Y en esta serie entendí un montón de cosas y creencias con las que había crecido, por ejemplo sobre la homosexualidad, la diferencia de razas, las experiencias que viven los inmigrantes... Cuando yo era adolescente no había redes sociales, entonces iba aprendiendo según lo que me decían los adultos, y no tenía accesos a otras fuentes. Son cosas con las que crecí. Y debo decir que muchas cosas en las que creía, hoy me dan vergüenza. Porque me educaron como a se la educaba a una niña blanca del Sur de los Estados Unidos. Por suerte Kerry y los guionistas no me juzgaron, y yo encontré la forma de expresarme en una serie de televisión.
—Sus personajes son opuestos sin dudas, ¿Cómo hicieron para poder congeniar con estos roles tan antagónicos?
—Washington: Aunque nuestros personajes eran enemigas, fue un gran desafío hacer cada escena con Reese, ella es tan profesional. Y fuera de escena estábamos tan involucradas, éramos como hermanas.
—Witherspoon: Estos personajes no son buenos o malos. Tienen un gran espectro de rasgos de personalidad. De hecho crear estos personajes, para que la gente se identifique, es inmenso. Nadie es el héroe en esta historia, cada experiencia de estas madres es una lucha interna de cada una y las mujeres merecen ser vistas en estos espacios. Pero nuestro desafío como actrices es que lo tenemos que hacer de manera entretenida y divertida, y a su vez generar un drama. Ese balance entre entretener y hacer reflexionar, puede resultar difícil.
—¿Cómo creen que el movimiento #MeToo y #Time´sUp cambió la industria del entretenimiento?
—Washington: Cambió mucho. Creo que a muchas de nosotras nos pasó que éramos las únicas en una película, en el set, y nos ponían etiquetas. Y si había otra mujer no decían: "no te juntes con aquella, tené cuidado, es una loca, o es mal llevada…”. El #MeToo logró que trabajáramos juntas y nos dimos cuenta que disfrutamos de hacerlo y lo hacíamos muy bien. Es muy poderoso trabajar con mujeres y, al compartir nuestras historias de abuso, se logró una hermandad única. No era como nos hicieron creer, que una mujer era mejor que otra. Y esa fue la belleza que surgió del #Metoo y el #TimeIsUp. Compartimos nuestras historias de abuso y discriminación.
—Witherspoon: Estoy de acuerdo. Yo tuve conversaciones, luego del surgimiento de #MeToo, con muchas mujeres que contaban situaciones de las que yo no tenía ni idea, sobre abuso, discriminación. Realmente me abrió mis ojos y me hizo más cercana a estas mujeres. Me hizo sentir esa fuerza y poder que tenemos, y siento que es el tiempo para las mujeres. Es tiempo para que las mujeres no se sientan con miedo: eso es algo mágico. Hay mucho liderazgo de mujeres en esta serie: las escritoras, la directora -que falleció hace un par de semanas- y las productoras. Muchas mujeres liderando, y creo que hicimos un producto donde se puede sentir cómo colaboramos. Porque somos contadoras de historias que sabemos qué contar y cómo hacerlo.
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