En Madrid, son las ocho de la noche. En Buenos Aires, las tres de la tarde. Lali Espósito se conecta a la hora pautada con Teleshow para brindar una entrevista virtual. La actriz viajó a España en un vuelo de repatriación para poder retomar el rodaje de Sky Rojo, la serie que estaba filmando antes de que comenzara la pandemia del coronavirus.
La cantante pasó la mayor parte de la cuarentena en su casa de Argentina y desde allí lanzó “Lo que tengo yo”, el single en el que trabajó con Mau & Ricky, Camilo y Tainy y que grabó en plena cuarentena por la pandemia del coronavirus.
“Se estrena en un contexto raro, diferente. Yo no tenía pensado sacarla, pero la cuarentena nos sorprendió a todos e hizo que volvamos a foja cero con los planes que teníamos de trabajo. Esta canción la tenía ahí... no iba a ir en el disco, pero se me presentó en la cabeza en pleno aislamiento. La empecé a tararear y, un poco fiel a mi intuición y de querer compartir algo con la gente para que pueda distraerse en su casa, pensé: ‘este tema está pidiendo pista’", cuenta en una una entrevista exclusiva.
—¿Cómo fue la logística de grabar el videoclip cada uno desde su casa?
—Aprendí más de tecnología en la cuarentena que en los 28 años de mi vida. Todos estamos reconectando con la creatividad. Junté cibernéticamente un equipo de trabajo (directores, animadores, producción) y me puse firme en las redes a buscar gente, que me parece genial que participe. Están mis bailarinas, por supuesto, también amigos que bailan, gente que no baila, de otros países, de provincias de la Argentina. Me da mucha alegría el resultado de este video.
—¿Qué lugar ocupa hoy la música en tu vida?
—Toda. Es mi vida entera. Trabajo mucho desde casa todos los días con cada cosa que voy a hacer. Todo el tiempo estoy pensando en cómo mejorar, hacer cosas diferentes, ponerme a prueba, desafiarme todo el tiempo. Si hacés un pequeño análisis del primer disco hasta hoy, siempre intenté hacer algo diferente, evolucionar, ponerme a prueba a mí misma disco a disco. La música ocupa mucho lugar, más allá de que también me ocupo de mi vida privada, mi familia, mi novio, por supuesto, sino sería un muñeco de cera triste. Pero soy muy workaholic (adicta al trabajo), porque cuando te gusta mucho lo que hacés le ponés el corazón y la vida.
—Esta canción surgió en plena cuarentena. ¿Buscás tus momentos de inspiración o aparecen solos?
—Un poco de ambas, la verdad. Normalmente la inspiración te viene. Hay días que no se te ocurre ni media cosa y por más esfuerzo que hagas no se te va a caer una idea, y hay días que buscás los cuadernos para escribir lo que se te está ocurriendo porque estás iluminado. Pasa mucho en el arte en general. Yo, haciendo el disco, voy al estudio y me concentro porque sé que tengo esas horas para trabajar en eso. Entonces, se focaliza en esta tarea, que es la parte más creativa. Y hay días que simplemente estás en tu casa y se te ocurre todo. Yo, normalmente, los shows los sueño, por ejemplo. No sé si alguna vez dije esto.
—¿Sos de las que se despierta y lo escribe en el momento para no olvidarse?
—Tengo una libreta en la mesa de luz, literal. No puedo hacerlo en el celular porque si tengo que escribir en un bloc de notas se me va la idea. Prefiero mucho más la lapicera y el papel. Bastante old school (vieja escuela). Cuando salgo, en la cartera tengo un anotador pequeñito, y sino, en mi mesa de luz tengo una agenda siempre. Es una costumbre. Te acostás a dormir y estás entre sueños... ahí normalmente se me ocurren las cosas creativas más lindas. Y lo escribo en pleno momento de la noche. En general, la noche me inspira mucho más que el día. Soy bastante noctámbula.
—Cuando tenés una canción en carpeta, ¿se la mostrás primero a alguien de tu círculo íntimo o vas directo con tus productores?
—Normalmente lo comparto. Capaz con mi novio, si está en casa, o se lo mando escrito para que lo lea y me de una devolución. Pero cuando estoy en proceso de disco sí suelo compartir con mi productor antes que con nadie. Y a veces escribo mucho para mí sola. Y después hago una limpieza de todas las ideas y comparto lo que me parece más posible de hacer.
—¿Todas tus canciones son pensadas para alguien en particular?
—Eso es súper random (aleatorio). De hecho, hay muchas de mis canciones que son cero autorrefenciales. Que pienso que a otro que la escuche le va a servir, o que la va a querer cantar alguien. El genero musical que yo hago, este pop fusionado y que normalmente son canciones bien arriba, esos temas los pienso para regalar a la gente. Como el caso de “Lo que tengo yo”, que la letra me encanta y todo el mundo puede sentirse empoderado. Hago música pensando en el que la va a recibir.
—"Lo que tengo yo" es, definitivamente, para el que está en su casa pasando la cuarentena.
—¡Total! ¡Cien por cien! Y después está “Laligera” que sí es súper autorreferencial. Es mi vida, mi historia. Hay cosas que me salen del corazón y que tienen que ver con regalar lo que yo soy, y otras que son cien por ciento para el otro.
—"Laligera" es la canción que más te identifica?
—En todos mis discos hay canciones que me identifican. En el proceso creativo del disco siempre está esa canción, o esas canciones, que vos sabés que son una historia tuya, o una manera de ver un tema puntual: el amor, la vida, las relaciones, lo que sea. Disco a disco, siempre tuve temas que me han representado. Lo que pasa con “Laligera” es que es mi infancia. Es, sin duda, autorreferencial. Es rememorar la vida y el camino recorrido hasta hoy. Es especial. “Soy”, por ejemplo, también tiene una cosa de fuerza, de decir: “Soy esto, me muestro tal cual soy”. Pero esa canción también sé que empodera a otro.
—¿Qué música escuchás durante esta cuarentena?
—Soy re ecléctica con la música. No tengo una línea que escucho por época. Hay canciones, artistas y bandas que te van a acompañar siempre porque son los íconos. En mi set list (repertorio de canciones) nunca va a dejar de estar ni Queen, Madonna, Led Zeppelin, Gustavo Cerati, Charly García, Fito Páez. Hay artistas que van a formar siempre parte de la música cotidiana de nuestra vida. Yo, por lo menos, nunca los dejo de escuchar. También estoy atenta a lo nuevo que sale y descubro artistas nuevos. Paso de un tango a Drake, sin escala.
—En medio de todo el contexto que se vive y, aunque aún no se sabe cuándo se podrán presentar sobre un escenario, ¿cómo imaginás tu próximo show?
—En este momento me encuentro chill (relajada) con el tema. Porque no se sabe bien la manera en la que vamos a retomar. Estoy frenando la cabeza hasta poder acomodarme. Me voy poniendo objetivos, y ahora es sacar el disco en el segundo semestre. Me focalizo en eso. Estamos todos pensando en los shows online, que es la nueva manera. Que la gente saque la entrada y te vea desde el celular o la computadora. Mas allá de la parte egocéntrica de cómo vamos a hacer los artistas para hacer nuestros shows, los recitales son gracias a un equipo. No sucederían sin el talento y el trabajo de un montón de gente. Mi equipo es muy grande. Y mas allá de acomodar mi situación artística, me ocupo y preocupo de hacer planes en los que puedan estar involucrados ellos. Desde mis plomos, asistentes de sonido, mi banda, mis bailarinas. Hay un montón de gente que vive de los shows. En el planeamiento a futuro están todos involucrados en la realización de un show. No lo tengo muy pensado todavía, pero pienso en conjunto porque no podría hacer nada sola de lo que hago. Sobre todo los shows que me gusta montar. Estoy conectada con mi equipo todos los días y tratando de planear como sería la cosa.
—Fuiste tía en medio de la cuarentena. ¿Qué te generó conocer a tu sobrino a través de la pantalla del teléfono?
—Nació tres días antes de que me venga a Madrid. Sufrí como una loca, como todos los que deben haber recibido sobrinos, nietos, y no han podido ir a verlos, ni acercarse al hospital a darle un abrazo al hermano. En mi caso, mi hermano Pato fue papá. Es una situación medio agridulce. Hermosa, sin duda, pero siempre está eso de: “Puta, no puedo acercarme a conocerlo, ni darle un abrazo a mi hermano”. Pero le pasa a un montón de gente. No hay que ponerse egocéntrico, y entender que esto le pasa a todos. Para irnos a otro extremo, hay gente que no han podido despedir a otros que han fallecido. Se pone raro el tema, pero es lo que tenemos en este momento enfrente y hay que sobrellevarlo. Me vine acá y estoy todo el tiempo con videollamadas, fotos, videos, para sentirme cerca de mi sobrino Beltrán y de toda mi familia. Es un momento feliz, sin duda. De todas formas, cuando vuelva a la Argentina, si está todo bien, ni voy a mi casa a dejar la valija, voy directamente a verlo.
—¿Ya tenés fecha de regreso?
—No, porque recién ahora están haciendo los planes de rodaje. Hay que relajarse y ya es una bendición volver al trabajo. Hay gente que no lo esta pudiendo hacer, así que me siento bastante bendecida.
—Por lo pronto, podés aprovechar la cuarentena en Madrid para seguir trabajando en tu próximo disco.
—Mi abuela diría: “culo inquito”. Yo tengo un ratito libre y ya estoy haciendo algo.
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