Este lunes 25 volvió al prime time de Canal 13 de Chile el Bailando por un sueño, la exitosa versión trasandina del ciclo que aquí conduce Marcelo Tinelli. Por motivo de la pandemia y de la cuarentena decretada por el Gobierno de Sebastián Piñera, algo más flexible que la dictada por Alberto Fernández, el show televisivo había dejado de emitirse el 20 de marzo, cuando se decretó la emergencia sanitaria por el coronavirus.
En esta vuelta, el Bailando encontró una gran aceptación de público, con números de rating muy altos, superando las previsiones de los productores. Y nada hacía suponer que se generaría una polémica impensada. Pero la Secretaria Regional Ministerial de Salud (Seremi), inició un sumario al canal luego de hacer una inspección a los estudios desde se emite el ciclo. De acuerdo a las indicaciones de los expertos, las instalaciones no cumplían con las normas sanitarias esenciales para prevenir cualquier tipo de contagios entre jurados y participantes.
La Seremi concurrió al Canal 13 luego de recibir una catarata de denuncias por parte de muchos televidentes, quienes en las redes sociales hicieron sentir sus quejas por la falta de barbijos en los participantes y el incumplimiento del distanciamiento social entre quienes estaban en el piso, muy inferior al metro y medio aconsejado. Así, daban cuenta de un mal ejemplo para la sociedad chilena desde un ciclo de estas características, tan popular y en horario estelar.
Una versión asegura que el programa visto este lunes en verdad había sido grabado durante la cuarentena, cuando varias normas -como el barbijo y la distancia prudencial- aún no habían sido establecidas. También se dice que los productores habrían acelerado los tiempos para volver al aire mucho antes de lo conveniente.
El conflicto se convirtió en escándalo cuando el diputado Gabriel Ascencio ofició a la entidad sanitaria para que corroborara que las estaciones de televisión estuvieran cumpliendo con los protocolos correspondientes. Por ese motivo la Seremi empezó con los controles: primero en Canal 13, luego en la estación Mega. Fue entonces cuando encontraron algunas falencias y se abrió el sumario. Las emisoras están muy preocupadas por estos sumarios, ya que podrían derivar en importantes multas.
“El programa Bailando por un sueño, que retomó sus emisiones el día de ayer, comenzó sus grabaciones previo a la cuarentena decretada en la Región Metropolitana, tiempo suficiente para grabar una gran cantidad de capítulos -dice el comunicado firmado por Canal 13-. Además, aclaramos que existe un protocolo que cumple estrictamente con todas las medidas de sanitización exigidas por las autoridades, de manera de cuidar la salud de los participantes y del equipo de producción".
“Entre otras medidas, se redujo al mínimo la cantidad de personas en estudio, no hay público presente en las grabaciones, los ensayos de las coreografías se realizan completamente por videollamadas, y todos los bailes se llevan a cabo sin tener ningún contacto físico entre el participante y su bailarín. Las grabaciones se llevan a cabo en el estudio más grande que posee el canal, el cual cuenta con 1000 metros cuadrados. Los miembros del jurado y del BAR se encuentran separados por acrílicos, y todo el tiempo se cuida que cada persona que esté en el estudio esté al menos a 1 metro y medio de distancia”.
En medio de este escándalo en Chile, en Argentina todavía no hay fecha pautada para el debut de ShowMatch, con el Bailando 2020, pese a que El Trece ya lo anuncia para junio. Pero lo sucedido al otro lado de la Cordillera es una prueba sobre cómo funcionó el ciclo de acuerdo al protocolo sanitario. Por eso, Marcelo Tinelli y sus productores ajustarían las normas de higiene y seguridad, a la espera de la autorización oficial para volver con el show más exitoso de nuestra televisión.
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