Luego del sorpresivo final de Separadas luego de que se declarara la cuarentena obligatoria y los actores, por no realizar una actividad “esencial” tuvieran que dejar de trabajar, Celeste Cid sorprendió con un anuncio sobre su carrera.
“Me retiro de las novelas por un rato. A por otros espacios nuevos”, dijo la actriz en su cuenta de Instagram junto con una imagen en la que se la podía ver platinada, como Martina, su personaje en la novela de Polka. “La ultima foto que me saqué rubia.Despido lo pasado, y abro paso al hoy”, agregó.
Separadas, protagonizada además por Agustina Cherri, Marcela Kloosterboer, Mónica Antonópulos, Gimena Accardi, Julieta Nair Calvo y Julieta Zylberberg dejó de grabarse a mediados de marzo por una disposición de la Asociación Argentina de Actores, debido a “cuestiones sanitarias". Días más tarde se declaró la cuarentena, que paralizó el resto de las actividades.
La idea inicial era una vez flexibilizadas ciertas actividades y cuando el Gobierno lo dispusiera la novela volviera a grabarse y emitirse, incluso las actrices hicieron varias promos caracterizadas como sus personajes en las que decían que tenían ganas de volver a verse. Sin embargo, a mediados de mayo se supo que la productora había decidido pornerle fin al proyecto.
Además de contar que se había cambiado el color de pelo, aunque no mostró el resultado, y que dejaría las novelas por un rato, en su cuenta de Instagram la ex Chiquititas y Verano del ’98 hizo una profunda reflexión sobre el momento que está pasando el mundo debido a la pandemia y en la que asegura que algo cambiará.
“Estamos ante un momento, y posiblemente sea uno de los más importantes a nivel ‘civilización’ que nos toque presenciar, atravesar. En donde queda por demás demostrada la importancia de la solidaridad, el cuidado y la responsabilidad -propia y ajena”, comenzó.
Además, dijo que a su sentir, este “sacudón" venía a “correr muchos velos, de sociedades con abismos de desigualdades, de la cotidianidad, del tiempo, del ocio, de la relación con la naturaleza y el vínculo que establecemos con ella, el velo de sistemas que nos dejan muy desamparados, de los intereses qué quedan expuestos en las personas que no cuidan a quienes dependen de sí -viendo en tantos casos cómo quieren sacar ventaja, aquellos, aún hasta con el último suspiro-".
“Los sistemas capitalistas nos han empujado en el tiempo a la extrema individualidad, a la competencia y aislamiento como condición constante en pos de aquella hiperproductividad en la cual estamos metidos -y lamentablemente por la cual muchas veces se nos valora: servimos tanto como funcionamos a la maquinaria de turno, y cuando no, somos ‘materia descartable’. Y no. Eso no es así. Por supuesto. Me niego rotundamente a colaborar con ese pensamiento e ideología, porque ante todo somos humanidades, y eso hay que cuidarlo”, agregó.
Para cerrar, recomendó: “Somos una y la misma cosa, y no hay idealismos románticos en esto, es una sensación muy rotunda que queda puesta en escena ante nuestra mirada. Sumo, también, a la fuerza a la cual me abrazo cuando siento enojo o decepción: el instinto de cuidado y de protección que surge movido por los hilos del amor, de la buena fe, del espíritu, con mayúsculas. Correr velos, revisar, nombrar, pedirnos que no cerremos los ojos, y que rescatemos lo bueno;me da esperanzas”.
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