El tiempo –y su hijo– quiso que se volvieran a reencontrar. Jimena Barón y Daniel Osvaldo están conviviendo y pasando la cuarentena desde el último fin de semana. Según relató la actriz, ella fue a buscar a Morrison (6) a la casa del futbolista pero el niño le dijo que quería quedarse unos días más con su padre, su perro, y uno de sus hermanos. “Quedate”, le imploró.
“Quedate”, agregó Osvaldo, invitando a su ex mujer a volver a vivir juntos. Estuvieron cuatro años juntos, con una conflictiva separación en el medio, y en 2014 pusieron punto final a su relación que hoy parece encaminarse hacia una tercera reconciliación.
“¿Se terminará el mundo? Me quedo. Hay pasto, recuerdo cómo se siente tener el sol en la cara, el perro y a mi hijo, el fin de la paz y el silencio, el quilombo que más extrañaba. Recuerdos cien mil por segundo”, indicó la actriz sobre sus primeras sensaciones.
A juzgar por los posteos que ambos realizan en sus respectivas cuentas de Instagram, la convivencia marcha viento en popa y su hijo está feliz de tener a sus padres juntos otra vez. Si bien están bajo el mismo techo, Jimena se encargó de aclarar que duermen en cuartos separados. “Esto es convivencia parental, che”, respondió cuando una usuaria le consultó si había tenido sexo con el padre de su hijo.
Este miércoles, Barón y Osvaldo compartieron una tarde de sol en el jardín de la casa del ex delantero de Boca. La temperatura provocó que él tuviera calor y se quitara la remera, hecho que la propia actriz no dejó pasar desapercibido.
“Un poco de sol”, escribió en una de las primeras historias que publicó en la red social en la que tiene seis millones de seguidores. Luego cambió la cámara del celular y mostró a su ex, a quien llamó bajo el apodo Roberto. “Se sacó la remera. No mires, no mires, no mires”, agregó mientras el deportista caminaba desde el jardín hacia el interior de su casa.
Su relación, en ocho años
En total, estuvieron juntos cuatro años. Vivieron en Italia y en Argentina. Tuvieron un hijo. Se separaron en medio de denuncias públicas por violencia verbal, apostaron a su amor con una segunda oportunidad, que no prosperó. Ella se lanzó como solista estrenando una canción sobre su historia de amor y se describía como una “tonta”, él le respondió con otros temas en su banda de rock.
Cortaron todo tipo de vínculo, él se fue a vivir a Italia, ella viajó para que se reencontrara con su hijo. Protagonizaron fuertes peleas en las redes sociales, a través de las cuales él terminó defendiéndola cuando quedó en medio de una polémica y la saludó por el Día de la Madre. Se reencontraron en el acto de fin de año del jardín de su hijo, que pasaba a primer grado, posaron juntos para una foto familiar y las compartieron en las mismas redes en las que antes se habían peleado.
Y ahora, ocho años después, están pasando la cuarentena juntos, pero durmiendo “en cuartos separados”.
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