En los últimos días, con la decisión del Gobierno Nacional de extender una vez más la cuarentena obligatoria por 15 días, cobró más fuerza el debate sobre la importancia de mantener el aislamiento a pesar de la delicada situación económica de la Argentina. El reconocido actor Leo Sbaraglia manifestó sus pensamientos al respecto y, además, dio detalles sobre cómo pasa sus días de encierro y qué decisión tomó para “mantener el equilibrio”.
“Cuando empezó esto estaba la dicotomía entre la economía y la salud, pero después se reveló que era una falsa dicotomía. Todos los países que siguieron con su economía en movimiento normal, sin cuarentena ni aislamiento, la terminaron pasando peor económicamente”, explicó su punto de vista Sbaraglia, en diálogo con el ciclo radial Pasajera en Trance, conducido por Marina Glezer y Pablo Dipierri por AM 750.
En ese sentido, dijo: “Es interesante escucharlo a Alberto (Fernández) hablar ayer, diciendo que lo que ellos nos están diciendo es que nos tenemos que cuidar. El Estado te está ofreciendo todas las cosas que tiene a su alcance, que desgraciadamente no son muchas porque estamos en un momento muy delicado. Venimos de un momento económico complicado y la economía está difícil, todo lo mundo lo sabe”.
Y se refirió a su situación personal: “Al margen de estar angustiado, mi caso es como el de la gente con privilegios: tenemos la posibilidad de estar en una casa con comida, con posibilidades de laburo hacia el futuro. No sabemos bien cuándo, pero en algún momento caerá…”
Según su testimonio, la cuarenta en algún sentido tuvo un costado positivo para él: acostumbrado a viajar constantemente por su trabajo, el encierro le permite estar en Buenos Aires con sus seres queridos y tomarse tiempo para hacer cosas que antes no hacía. De todas formas, está abocado a un proyecto laboral junto a Cecilia Roth, del que por ahora no puede brindar mayores detalles.
Haber adoptado un gato, a quien llamó Félix, fue la decisión que le permitió encontrar cierto “equilibrio” en el encierro: “Hace mucho que quería tener un gato y no podía porque me la paso viajando. Entonces dije ‘es el momento’. Ahora estamos acompañados por Félix. Lo estoy cuidando mucho y también estoy aprendiendo mucho porque con los gatos tenés que aprender bien cómo ir distribuyendo sus recursos, los rascadores, lo que comen… Si no se estresan. Son animales salvajes, entonces tenés que ir aprendiendo cómo encontrar ese equilibrio en la casa. Supongo que ese equilibrio uno lo va encontrando. Esto lo ayuda a uno a encontrar su propia organización”.
Asimismo, contó cómo la está pasando su hija, Guadalupe: “Lo bueno es que ella sigue estudiando, sigue más o menos con cierta normalidad, más allá de estar iniciándose en la adolescencia y te da pena que no pueda tener una vida normal con sus amigos. Te da mucha bronca, mucha pena. En algún momento esto también pasará, pero por ahora no la siento a ella tan angustiada”.
“En mi caso, lo que más angustia me da es el resto de actores o actrices, gente que hace cine, gente amiga que me rodea y que la tienen todavía más difícil que uno, ya que quizás yo había estado laburando hasta marzo y me quedó cierto resto. Pero en general la gente que hace cine vive muy al día. Y volvemos a lo mismo: no es que uno le esté reclamando algo más al Estado que lo que está haciendo, pero hay mucha gente que no está cubierta en las excepciones”, reconoció.
Lo más trascendente lo dejó para el final de la entrevista: “Creo que está bueno recuperar lo que llamamos esas pequeñas cosas de la vida. Creo que son las más valiosas, las más importantes. Esos detalles que tienen que ver con el amor a la vida y a uno mismo. Y por lo tanto el amor a un otro”.
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