Hay casos en los que el mismo tema, tanto el original como la versión, tienen éxito o prestigio en igual medida. Un caso emblema es el de “With A Little Help From My Friends”, de The Beatles, que formó parte de Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band, el disco de 1967. La composición que lleva el sello Lennon McCartney y estuvo cantada por el baterista Ringo Starr, tuvo un cover de lujo al año siguiente. En 1968, Joe Cocker la volvió a grabar, más lenta, más blusera y con una emocionante intro que dista mucho de la original. Cocker la inmortalizó interpretándola en vivo en el festival de Woodstock en 1969 y años después se hizo súper famosa como cortina de la serie Kevin, creciendo con amor.
La misma suerte han corrido “Knockin’ On Heaven’s Door” de Bob Dylan, grabada por él en 1973 y popularizada en los 90 por Guns N´Roses, que llegaron a incluirla en su exitoso álbum Use Your Illusion II de 1991. Los chicos de Axl también hicieron lo propio con “Dead Flowers”, el clásico firmado por Mick Jagger y Keith Richards, que forma parte del disco de los Rolling Stones, Sticky Fingers de 1971. Los Guns la cantaban en vivo y forma parte también de alguno de sus discos en directo, así se la hicieron conocer a toda una nueva generación de fanáticos del rock. Como si fuera poco, el guitarrista Gilby Clarke la incluyó en su primer álbum solista, Pawnshop Guitars. También podríamos mencionar, de esa saga, a “Sympathy For The Devil”. Lo mismo pasó con “The Man Who Sold the World”, de David Bowie (forma parte de su disco homónimo de 1971), y que Nirvana reflotó para su MTV Unplugged de 1994. Muchos seguidores del grunge lo tomaron como una creación de Kurt Cobain, pero los más veteranos sabían que era de Bowie. Fue un win win.
A diferencia de los anteriores, no todos los temas triunfan desde el comienzo. Hay muchas canciones cuyos intérpretes originales, aun siendo sus autores, no lograron tantos aplausos, ni premios, del que llegó después, del que hizo la versión y se llevó la gloria. “I Will Always Love You” estará para siempre ligada a Whitney Houston y a su protagónico en El Guardaespaldas (la película de 1992 en la que compartió cartel con Kevin Costner). La fallecida cantante le puso su voz enorme al tema que dos décadas antes, había compuesto y grabado Dolly Parton. La diosa del country se lo había dedicado a su colega Porter Wagoner que, con más experiencia y mejores contactos conducía el show televisivo que la ayudó a posicionarse.
Durante años, Parton y Wagoner estuvieron juntos hasta que Dolly decidió buscar nuevos rumbos y antes de dejarlo, le cantó en privado “I Will Always Love You”. Por lo tanto, más que una canción de amor es una canción de despedida. Dolly no se ha molestado, al menos en público, con el hecho de que la versión de Whitney se hubiera hecho más famosa que la suya, siendo ella la autora del tema. Pragmática, la madrina de Miley Cyrus, se conformó con las jugosas regalías y siempre que pudo expresó: “Me ha hecho ganar muchísimo dinero”.
Basta mencionar la picante frase “Voulez-vous coucher avec moi (ce soir)?” (en francés “¿Quieres dormir conmigo esta noche?”) para saber que se está hablando de Christina Aguilera, Lil Kim, Mya, Pink y Moulin Rouge. El soundtrack de la película musical quedó grabado a fuego y ligado para siempre a estas cantantes pop y su video de 2001 estilo cabaret, con pantalones de tiro muy bajo, pelucas alborotadas y mucho maquillaje. Junto a Missy Elliott y el productor Rockwilder hicieron de “Lady Marmalade” un éxito, pero el tema tenía un pasado. Era del grupo LaBelle, cultores del R&B, y había sido escrito por Bob Crewe y Kenny Nolan para que lo cante la primera voz de la banda, Patti LaBelle. Con importantes royalties de por medio y nada de resentimiento, la talentosa Patti se sumó a Lil´Kim y hace unos años se reunieron para cantarla junto a Amber Riley.
Cuando en 1996, The Fugees, el grupo formado por Lauren Hill y Pras Michel llenaron las radios con su versión de “Killing Me Softly (With His Song)”, vendieron muchos discos y ganaron algunos Grammys, muchos padres les tuvieron que contar a sus hijos que ese tema ya se había cantado mucho antes, que era de Roberta Flack. Lo cierto es que, aunque en la década del 70, la cantante había enamorado con su voz y con su estilo, la canción tenía otros dueños. Roberta no fue la primera en interpretarla sino Lori Lieberman, autora del poema “Killing Me Softly with His Blues”. El texto fue inspiración para Charles Fox y Norman Gimbel, quienes compusieron la música para que Lori finalmente la cantara, además de recitarla. Todo sucedió en 1971 y pasó sin pena ni gloria, hasta que Flack la grabó al año siguiente y en poco tiempo se convirtió en un himno de los lentos. Ya sería hora de que alguna o algún artista centennial se le anime y se lo presente a la generación Z.
“I Love Rock ´n ´ Roll” es otro de esos temas que han tenido varias vidas. En 1975, Alan Merrill y Jake Hooker, de The Arrows lo compusieron, lo grabaron y lo lanzaron como single en 1975. Sin difusión no llegó muy lejos, hasta que a comienzos de la década del 80 la descubrió Joan Jett. La cantante y guitarrista nacida en Filadelfia se dio cuenta de que era una bomba y la quiso para ella, así fue que la llevó al estudio a finales de 1981 y no paró de cosechar elogios: la canción le quedaba perfecta. Granó premios, dinero, giró por el mundo interpretándola, vendió millones de copias y llegó a confundir a Britney Spears. La princesa del pop, pensaba que era suya, ni idea de quienes eran los Arrows, y también la reversionó aportando su impronta sexy y atrevida. Con un videoclip lleno de erotismo y ecocuero, Britney la incluyó en su tercer disco, el que lleva su nombre, en 2001, y la sumó a la banda sonora de la película Crossroads, donde también actúa.
Decir “Una noche más” es decir Jennifer Lopez, aunque el tema no sea suyo. La cantante debutó en 1999 con un disco y con un hit. El disco era On The 6 y el corte “Waiting For Tonight”. La artista nacida en Nueva York apeló a su apellido latino y también escaló todos los rankings con la versión en castellano. No hay dudas de que este tema la estaba esperando a ella, ya que no hacía tanto tiempo, en 1997 el grupo 3rd Party lo había grabado sin mucha suerte. Escrita por Maria Christensen, Michael Garvin y Phil Temple, la canción tenía destino de hit pero no para 3rd Party, solo había que esperar un poco más para que J.Lo se la adueñara y no la soltara jamás.
“Lo que me salvó la vida fue el amor incondicional y la comprensión de mis amigos y compañeros en Alcohólicos Anónimos”, dijo Eric Clapton más de una vez y está documentado en el libro que escribió sobre sí mismo, “The Autobiography”. El excelso guitarrista luchó contra sus adicciones y desde hace unos años se encuentra en recuperación, pero una de sus más famosas interpretaciones lleva el nombre de una droga. Clapton inmortalizó “Cocaine” cuando la grabó en 1977 y la incluyó en su disco Slowhand (nombre que alude a su apodo, “Mano Lenta”). El tema enseguida empezó a formar parte de sus clásicos, pero no era suyo sino de su amigo y colega J.J. Cale, quien la había grabado con escaso éxito poco tiempo antes que el inglés. El norteamericano, que falleció en 2013, también le dejó otro temazo a Clapton como es “After Midnight”.
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