Desde el primer momento, hubo quienes compararon el caso del doctor Rubén Mühlberger, actualmente detenido con prisión domiciliaria e investigado por varias irregularidades encontradas en su clínica, con el de la “falsa médica” Giselle Rímolo. La ex de Silvio Soldán fue denunciada por “tráfico de medicamentos seguido de muerte” en el 2001, luego de que una de las pacientes que se atendía en su centro de estética falleciera. Y hoy purga una pena de nueve años de prisión en el penal de Ezeiza.
En aquel momento, el conductor también la pasó muy mal, ya que fue investigado por promocionar en los medios a “la doctorcita”, que por entonces era su novia. Y, aunque luego logró su sobreseimiento, durante el proceso pasó más de dos meses en la cárcel de Villa Devoto.
Es por eso que, en la edición del viernes de Intrusos, por América, Jorge Rial entrevistó a Soldán telefónicamente y le preguntó si al ver lo que había pasado con “el médico de los famosos” se le había venido a la cabeza el caso Rímolo. “Absolutamente”, respondió enseguida el conductor. Y reconoció que, así como Giselle lo había tenido a él, Mühlberger había necesitado de otros famosos para posicionarse en los medios.
“No pretendo que nadie vaya preso, porque yo lo pasé muy mal. Fue muy injusto, aunque ya pasó. Pero sí, se te vino a la cabeza Rímolo”, dijo Soldán. Y marcó algunas diferencias entre un caso y otro, vinculado al que supuestamente habría sido su rol.
Lo primero que señaló el conductor fue que él no le decía a la gente que fuera a atenderse con Giselle. “A mí me condenan por una palabra: ‘doctorcita’. Y yo no decía que lo que ella hacía era muy bueno. El tema era que yo, a través de la radio, la llamaba a ella y la gente le hacía consultas para que les dijeran lo que tenía que hacer (para adelgazar). Yo me comí un garrón impresionante. Pasé más 60 días preso y perdí una fortuna. Me fue terriblemente mal y no quiero, de ninguna manera, que a nadie le pase lo que me pasó a mí. Que fue muy terrible y, además, muy injusto”, explicó.
En relación a los famosos que divulgaban los tratamientos de Mühlberger, Soldán aseguró: “Los artistas somos muy ingenuos. Yo soy un tipo que me creo cualquier cosa. Para mí, la gente mala no existe. Te lo digo en serio, eh. ¿Vos sabés las cosas que me han pasado a mí en la vida, que nadie sabe? Estoy por publicar una biografía y ahí, tal vez, cuente alguna de las muchas cosas que me pasaron. Y te vas a dar cuenta de que soy un gil total”.
Volviendo a su causa, el conductor explicó: “Yo tuve cuatro fiscales, que son los acusadores en nombre del pueblo. Y ninguno me acusó. Es más, el fiscal Martín Niklison, que fue el principal, presentó un escrito que parecía que estaba hecho por mi abogado defensor. Porque, realmente, descubrió que yo era un estúpido total. Dijeron: ‘Este señor es un perejil’. Nadie me encontró culpable de nada”.
“¿Sentís que, para que haya una Rímolo, lamentablemente tuvo que haber un Soldán?”, le preguntó entonces Rial al conductor. Y él respondió: “Sí, seguramente. Y para que haya un Mühlberger tendrá que haber un Soldán también, que no es Soldán, será otra persona. U otras personas”.
No obstante, Silvio se encargó de quitarle responsabilidad a los famosos que acompañaron al dueño de Klinik Mühlberger. “Nosotros estamos dispuestos a creer siempre lo que nos dicen. Y más si viene de un científico, un médico o lo que sea que esté vinculado con el mundo de la medicina. Te puede hacer creer cualquier cosa, porque nosotros de eso no sabemos nada. Especialmente yo”.
En su momento, Soldán había sido muy cuestionado. “Me decían: ‘¿Cómo es que usted no sabía?’ Oíme: María Julia Alsogaray, que en ese momento era Gardel en el gobierno, iba todas las semanas al consultorio de Rímolo. El jefe de policía de ese momento, con su esposa, iban en el auto privado con dos motocicletas adelante y dos atrás, a atenderse con ella. Atendía a un médico que era directivo de un departamento del Ministerio de Salud Pública. Atendía a gente muy importante. Y a mí me ponía contento eso. Resulta que era todo trucho. Pero yo no tenía la culpa. Yo nunca saqué una moneda de ahí, ni se me ocurrió jamás”, relató el conductor.
Sin nombrarla, Silvio hizo alusión también a Silvia Süller, madre de su hijo Christian, quien a su entender habría influido para que las demandas cayeran en su contra. “Todo parte de una persona que ni quiero mencionar, que le hizo creer a los abogados de la gente que presuntamente estaba damnificada, que yo era el dueño de todo y era el responsable. Poco más y decían que yo aplicaba inyecciones, no sé. Cualquier cosa. Yo nunca estuve en la cocina de la cosa. Yo iba un par de veces por semana a que me saquen unas manchitas de la cara. Pero desconocía el resto de lo que pasaba ahí. Es más, nunca creí que pasara nada malo, porque estaba totalmente engrupido de que todo era bueno”, explicó.
Para terminar, Soldán señaló que su función no fue tan grave como la que podrían haber tenido otros famosos en el caso Mühlberger. “Yo nunca dije que ella podía curar una enfermedad gravísima como el coronavirus, cuando todos los científicos del mundo están tratando de buscar algo para curarlo y resulta que este señor lo curaba. Es terrible eso. Y eso que yo no quiero justificar ni defender a Giselle, que fue terrorífica, especialmente conmigo”.
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