Describiendo cómo era la cuarentena en la Argentina, en comparación con las medidas que se habían establecido en Chile, Benjamín Vicuña explicó el régimen al que habían llegado con Pampita Ardohain por el cuidado de sus hijos, Bautista, Benicio y Beltrán. Habló entonces de que habían implementado desde el comienzo del aislamiento obligatorio una “cosa de sentido común que luego se decretó”: esto es, que los niños pasaran una semana con su la modelo y otra con él, cuando por entonces (fines de marzo, principios de abril) “lo que se acostumbrara era que el padre los pueda ver 30 o 40 minutos”.
Hasta ahí, todo parecía armonía en ese reportaje que el actor trasandino mantuvo -por videollamada- con María Luisa Godoy, una periodista de su país, en el día 66 de confinamiento en el país. Pero a la jurado del Bailando no le habría gustado el preámbulo que Vicuña hizo sobre su explicación de esta tenencia compartida en cuarentena. “Las primeras dos semanas aquí el Presidente (Alberto Fernández) determinó que debían estar con su mamá. Pero yo lo hablé con la mamá de los chicos y me dijo que estaba superada por la situación, sin gente que pudiera ayudarla, ni niñeras, ni nada”.
Que su ex pareja hiciera hincapié en las dificultades que le representaría quedarse con sus hijos tanto tiempo en su casa, en lugar de solo reparar en el acuerdo alcanzado, a todas luces positivo, habría molestado a Pampita.
La modelo se manifestó de una manera sutil, con un posteo en las historias de su cuenta de Instagram. Allí, mostró cómo es un día de estudio de sus hijos durante la cuarentena -en este caso, un jueves-, con las materias que Bautista, Benicio y Beltrán deben cursar a la distancia. Y que sin la ayuda de un mayor, es imposible que pudieran afrontarlas. “Cuando veo esto -reflexionó Pampita-, pienso... menos mal que lo tengo a él”, mencionando -y agradeciendo- la ayuda de su marido, Roberto García Moritán.
Hace una semana, durante su participación en el programa de Andy Kusnetzoff, el empresario gastronómico reveló el momento exacto en el que supo que estaba enamorado de su mujer. “Fue a los pocos días que nos habíamos conocido. Ella me estaba ayudando a decorar el cuarto de mis hijos y la vi sentada tratando de sacar unas calcomanías imposibles de sacar de la pared. La vi sentada, llena de polvo, ayudando a pintar, lijando la pared, toda sucia y poniéndole muchísmo amor, y dije: ‘Es acá. Y es para siempre'". Al parecer, la ayuda en el cuidado de los hijos (García Moritán tiene dos, de su matrimonio con Milagros Brito) es mutua.
No obstante, Vicuña -quien espera su sexto hijo: días atrás Eugenia la China Suárez confirmó su embarazo- también reconoció que ayudar a los chicos a cursar sus clases a distancia le representa toda una dificultad porque “acá, en Argentina, mandan una cantidad de tareas y obligaciones...”. Se explayó: “Las tareas se ponen rudas. Yo estoy con los más grandes, y matemáticas, inglés... es como que se complica. Con los mas chicos tienes que estar tú, no es que yo le dejo el computador o el teléfono”. Y dejó una confesión: “Cuando mis hijos están con su mamá, puedo estar mucho más tranquilo”.
El actor chileno también dejó entrever una enseñanza para cuando esto acabe, o al menos, para cuando algún día pueda retomarse la tan mentada nueva normalidad. “Uno de los beneficios de esto es que los niños están contentos de poder estar con sus papás -dijo Vicuña, mencionando la enorme cantidad de días que pasa fuera de su casa por trabajo-. La gran queja de estos tiempos es que con los niños no nos encontramos. Capaz no tenemos en cuenta la gran carga educativa que tienen: mi hijo más grande se levantaba 7.40 y recién volvía a las 7 de la tarde (de la escuela), es decir, estaba 12 horas fuera de la casa. Y llegaba agotado”.
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