Rubén Mühlberger está siendo investigado por la fiscal Valeria Massaglia, quien le dio prisión domiciliaria por su delicado estado de salud. Durante la indagatoria, le preguntaron al médico sobre varias irregularidades, como haber violado la cuarentena haciendo funcionar su clínica cuando está prohibido y por haber promocionado la cura para el COVID-19. La acusación más grave es la denuncia por abandono de persona de una mujer, quien asegura que su padre falleció a los 15 días de ser atendido en el centro médico.
Mientras avanza la causa, el abogado Antonio Barrios contó en el ciclo Los ángeles de la mañana que su cliente “está de buen ánimo”, pero a la vez preocupado por “estar en su casa, privado de su libertad” y por no poder ver a “sus pacientes que han confiado en él y están con algún tipo de tratamiento”. También lo acompaña en la defensa su colega, Mariano Cuneo Libarona, un popular letrado que suele tener bastante presencia en los programas de televisión.
Durante la entrevista, Ángel de Brito comentó que el doctor había reconocido su culpabilidad en los hechos que lo están investigado. Cabe recordar que tras la indagatoria, la fiscal Massaglia aseguró a los medios que Mühlberger había declarado "con un alto nivel de negatividad, no porque niegue los hechos que se le acusan, sino porque los reconoce y al mismo tiempo niega su responsabilidad”.
Barrios desmintió la versión de la fiscal que lleva adelanta la investigación: “El doctor Mühlberger no reconoció los hechos que se le imputan, hizo una cabal defensa y justificó cada uno de sus actos. Corre por cuenta de la fiscal que cumple con su misión de acusar, de tener su punto de vista”. Y cuando le preguntaron por qué no tenía la habilitación de la clínica, el abogado respondió: “No es cierto, la clínica tenía una habilitación a nombre de una sociedad que se llamaba Bodylaser y el traspaso de la habilitación a nombre del doctor estaba en trámite”.
También le preguntaron por qué había médicos venezolanos que atendían en el centro médico durante la cuarentena. “No atendían, tenían otro tipo de roles, tener una persona que es venezolana en un rol de asistente no está prohibido por la ley... lo importante es si ellos estaban realizando tratamientos médicos o si estaban cumpliendo funciones médicas”, respondió Barrios.
Luego, aclaró que Mühlberger no rompió la cuarentena, ya que contaba con el “permiso necesario” para estar en el centro médico. Y aclaró que su cliente estaba “cumpliendo la función de médico, una de las actividades que están exceptuadas”. Cuando le dijeron que en su clínica solo se trataban cuestiones estéticas que no eran urgentes, el abogado respondió: “Eran consultas médicas preventivas, el doctor no solo atiende cuestiones estéticas, es ginecólogo”.
Con respecto a la denuncia por abandono de persona que realizó una mujer, quien declaró que su padre falleció a los 15 días de ser atendido en el centro médico, Barrios aseguró: “Me enteré de que el cuerpo fue cremado, es el hecho más grave por el que se lo indaga, pero no se le exhibe un certificado de defunción, una historia clínica, una autopsia. Esto parte de declaración testimonial y el doctor está detenido por esto. Se está poniendo el carro adelante del caballo. Primero se prueba y después se acusa. Una persona está detenida sin ninguna prueba. Estamos volviendo a un sistema medieval”.
Por último, señaló que pedirán la nulidad respecto de las declaraciones testimoniales que se están tomando sin la debida supervisión de la defensa. Y aclaró que en breve también tiene previsto presentar un pedido de excarcelación para el doctor Mühlberger.
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