Después de la accidentada transmisión de la semana pasada de Por el mundo, que contó con varios inconvenientes para poder comunicarse vía streaming con Flor Peña desde su casa, en esta oportunidad Marley fue hasta el hogar de Lizy Tagliani para hacer su programa. La humorista agasajó al conductor y juntos recordaron sus viajes por diferentes países, mucho antes de que la pandemia por el coronavirus impidiera tomarse un avión por turismo.
El programa se emitió en vivo desde la casa de Lizy, y entre charla y charla fueron emitiendo los mencionados viajes. Mientras tanto, Mirko se quedó en la casa del conductor, cumpliendo con el aislamiento social junto a las personas que lo cuidan.
“Quiero ver qué pasa con Mirko, que está en mi casa… ”, manifestó en un momento Marley. Un móvil del programa se encontraba en su hogar y mostró que el pequeño de dos años estaba haciendo de las suyas: inquieto y simpático, como siempre, se divertía con sus juguetes, sin darle demasiada trascendencia a la cámara.
“¡Hola, bebé! ¿Cómo estás, Mirko? ¿Me estás viendo? ¡Acá está papá!”, le dijo el conductor a su hijo, intentando llamar su atención, aunque sin lograrlo. “¡Está tocando el teléfono que está transmitiendo en vivo!”, señaló Marley, después de que el pequeño intentara sujetar la cámara.
Rápido de reflejos, Marley tomó uno de los autitos de colección de Lizy Tagliani -ella es fanática de los autos y tiene varias miniaturas en su casa- y lo mostró a cámara.
“Tenemos un autito para vos. Cuando papá vuelve te lo lleva. Es un autito de Lizy, ella es coleccionista”, le explicó.
La táctica dio sus resultados. Desde ese momento Mirko no pudo sacar sus ojos de la cámara, aunque solo una idea cruzaba por su cabeza: “Quiero el autito”.
“Me encantan los autitos así que te voy a mandar dos”, le dijo Lizy, para la felicidad del pequeño. Pero él lo quería en ese preciso instante. “Quiero el autito, quiero el autito, papá”, repitió Mirko.
“Ahora te llevo el autito, te amo, hijo”, le aseguró su padre, intentando dar por finalizada la comunicación para seguir con el programa. Pero ya era demasiado tarde: Mirko se puso a llorar y le insistió a Marley que le llevara el juguete.
Conmovido ante esta escena, el conductor no pudo hacer más que decirle: “El autito es para vos, te amo. Termino y te lo llevo. Se quedó con el autito… ¡Te lo guardamos y te lo llevamos!”
El domingo pasado Marley había tenido una complicada transmisión de su programa desde su casa, que contó con la presencia de Flor Peña vía streaming. A raíz de la amistad que existe entre ellos, lograron hacer una emisión divertida y llena de humor, como cada vez que se juntan al aire. Sin embargo, también tuvieron que lidiar con varios problemas técnicos, propios de los tiempos que corren: la televisión tuvo que adaptarse a transmisiones inéditas, incluso en vivo, en donde las comunicaciones y las conexiones a veces se hacen un tanto difíciles.
Además, cerca del final del programa Marley intentó cocinar una torta, pero lo sorprendió la alarma contra incendios. “¡Emergencia de humo en la cocina!”, exclamó, mientras Flor preguntaba, preocupada, qué estaba sucediendo. El conductor agarró el palo de amasar y silenció la alarma. Aunque no por mucho tiempo: unos minutos después volvió a sonar.
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