Flor de la V aprovechó la cuarentena para revisar recuerdos y compartir con sus seguidores fotos de su vida. En su cuenta de Insatagram compartió fotos de viajes familiares con sus hijos Paul e Isabella, de ella en la playa, con su amigo Jorge Ibáñez el día que le dieron su nuevo documento y en las últimas horas publicó una postal del día de su casamiento, en la que se la ve con su largo vestido blanco.
“El viaje de hoy me llevo al año 2008 uno de los días más felices de mi vida. Aún no existía la Ley de matrimonio igualitario. Porque se votó dos años más tarde en julio del 2010 y Argentina se convirtió en el primer país de latino América en reconocer el derecho a matrimonio entre personas del mismo sexo”, comenzó recordando la actriz.
Para ella, ese primero de noviembre en el que se unió para siempre con su pareja y papá de sus hijos, Pablo Goycochea fue “un gran mensaje de rebeldía y transgresión para nuestra sociedad”: “Una travestí de zona sur se puso un hermosos vestido blanco y orgullosa camino hacia un altar imaginario y se caso con el amor de su vida”.
“Esa noche confirme una vez más que hay que soñar fuerte, porque los únicos sueños que no se cumplen son los que no se sueñan”, cerró su posteo Flor con un mensaje de esperanza para todos sus seguidores.
La foto tuvo miles de comentarios y cientos de mensajes de apoyo: “Te admiro Flor, sos un ejemplo de lucha”, “Gracias Flor, me acuerdo de ese día”, “Qué emoción, qué lindo lo que contás”, “En un programa de tv eligieron tu vestido, como el mejor que uso una famosa en su boda. Fue majestuoso-. Jorge (Ibáñez) se lució”, “Ese día fue un boom de opiniones, pero sin duda alguna fue un antes y un después, marcado por una historia de amor” y “Nunca permitiste que los vientos adversos destruyeran tus castillos de arena”.
Por estos días Flor aprovecha la cuarentena para descansar y estar con su familia. "Vengo de una temporada de tres meses muy intensos. Estoy feliz de estar en casa”, dijo hace unos días en diálogo con Teleshow. Además, aprovecha para coser, hobby que aprendió a los siete años, legado de su mamá.
"Siempre les hago cosas a los chicos. Hice tapabocas para mi marido y ellos lo vieron y quisieron hacer cada uno el suyo. Sin miedo”, dijo y agregó: “Vengo de familia de costureras. Comencé a coser a los siete años con la máquina de mi mamá”.
En sus redes sociales había subido un video de la confección de los barbijos: “Cuidarnos entre todos es nuestra gran responsabilidad. Hice un tapaboca personalizado para mi hija. Los años de Utilísima no fueron en vano”.
El amor por la costura lo heredó de su mamá que falleció cuando ella tenía apenas dos años. "Se llamaba Sabina Báez, todavía me cuesta hablar de ella. Vino sola desde Misiones, era muy chica, creo que tenía 15 años. Tenía todas las expectativas que podía tener una chica del interior que llegaba a la ciudad. Acá conoció a mi padre, enseguida se juntaron, tuvieron a mi hermano y después a mí. Yo era bebé cuando mi mamá volvió a quedar embarazada y, por lo que sé, ahí empezaron las presiones del entorno: ‘¿Pero cómo van a llenarse de hijos siendo tan jóvenes?’. En ese entonces mi mamá era costurera, tenía 25 años, dos chicos, no teníamos casa y la situación económica era muy precaria”, contó hace un tiempo a Infobae.
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