La cuarentena puso nostálgico a más de uno. Y no fueron pocos los famosos que empezaron a revolver esos cajones de fotos viejas que, rara vez, se ponían a revisar antes de que la pandemia del coronavirus los obligara al confinamiento. Pues bien, el último fin de semana, Lizy Tagliani empezó a hurgar entre las imágenes de su infancia. Y, finalmente, decidió compartir con sus seguidores algunas postales de su pasado como “Luisito”.
La conductora de El precio justo, por Telefé, es una de las figuras más consagradas de la Argentina. Y, aunque su camino al éxito no ha sido nada fácil, nunca renegó de todo aquello que tuvo que vivir para poder ser la persona que es hoy. La misma, que el país entero ama, justamente, por su autenticidad.
En la primera imagen que subió Lizy a su cuenta de Instagram, se la ve vestida de gaucho en un acto escolar. “Actuando en la escuela 56 de Burzaco, mi primera escuela antes de mudarme a Adrogué. Si mal no recuerdo, era una obra de teatro, Los Sordos...Me acuerdo de los nenes aunque no sus nombres. Yo soy el del poncho salteño (rojo me encanta). Eres tan grande”, escribió la artista junto a la foto.
Enseguida, Lizy subió otra foto y detalló: “En mi primera comunión con mis tíos y un papá de ese momento, que nunca les conté y han sido muy buenos conmigo...Empezando por el de anteojos: Pancho, Rito, Beto, Rubén (papá) y Neni. Los Agüero, hermosa familia. Desde no sé qué edad tendría yo pero Rubén fue el marido de mamá mucho tiempo, era bueno, divertido y lo recuerdo muy alto...El alcohol opacaba todo lo lindo que vivíamos. Fue en el barrio San Miguel de Burzaco...De esa capital es que nos fuimos para Adrogué”.
Después, a pedido de sus seguidores, Lizy subió más fotos del día que recibió ese sacramento y contó una conmovedora historia. “Un día cuando dieron la fecha de la comunión en la iglesia San José obrero, escucho a mi mamá contarle a mi tía Bernarda que no iba a poder hacerme nada. Cuando llegamos a casa, porque jamas me metía en las conversaciones de los grandes, le dije: ‘Maaaa. ¿por qué no voy a tener fiesta de comunión, porque no tenemos plata? Yo le puedo decir a la abuela Gregoria que haga tortillas de queso’ Mi mamá me miró con esa sonrisa que nunca se le borraba y me dijo: ‘No digas nada, es una sorpresa...’ No sé de dónde, pero estoy segura que fue trabajando ... que llego el día y acá están las fotos del fiestón... Hasta fotógrafo, porque no teníamos cámara. Ya sabrán por qué para mi querer es poder, jajjaja... Terca como mi mamá, La Tina. Una perla: compro 3 botellas de #micheltorino para la patrona y damajuanas para el resto, jaja”, relató.
Más tarde, Lizy encontró otra foto que quiso compartir con sus seguidores: “Acá a los 15 años en un colegio al que habíamos llevado juguetes para el Día del niño. Me acuerdo de mis amigas que fueron conmigo: Pérez una, pero no me acuerdo el nombre, Fabiana Laprovitera, algo así, y una grandota pero el de ella no me acuerdo...”, escribió junto a una imagen en la que se la ve vestida de payaso.
Finalmente, antes de terminar su recorrida de fotos vintage, Lizy subió una muy especial junto a su “abuela Gregoria y primos”. Porque, pese a todas las carencias que ha padecido y lo mucho que tuvo que luchar para poder ser la mujer que es, la conductora siempre supo rescatar lo positivo de su vida. Y lo positivo, obviamente, son sus afectos.
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