El desengaño amoroso de Santiago Bal con Ayelén Paleo rompió definitivamente su relación de 25 años Carmen Barbieri. La separación estuvo en boca de todos por aquel entonces y los protagonistas se han referido a este hecho en cuanto programa de televisión visitaran. Pero el sábado pasado la capocómica estuvo invitada al ciclo PH, Podemos Hablar y contó algunos detalles desconocidos sobre el escándalo.
“El amor de mi vida fue Porcel, el hombre de mi vida fue Santiago”, comenzó con su relato Carmen, en referencia al capocómico que murió el 9 de diciembre pasado. En ese sentido, continuó: “A él lo elegí como el padre de mi hijo, con él decidí tener un hijo. Hace nueve años que estábamos separados pero lo que pasó es que en los últimos años éramos otra vez una gran familia, sin ser pareja”.
Estas declaraciones surgieron a raíz de la consigna del “punto de encuentro”, la sección del programa conducido por Andy Kusnetzoff, que se dirigía a todos aquellos que alguna vez han llorado por amor. Para evitar irse por las ramas, se refirió precisamente a esta cuestión: “Yo lloré por Santiago. Dejé muchas cosas por él, pero no son reproches, son decisiones mías. Dejé de trabajar cuatro años cuando lo tuve a Fede, dije ‘no me dedico a nada más que a Federico’. Viví al lado de un hombre muy enfermo: de 26 años, ponele, 20 siempre fueron con novedades importantes en su salud”.
Su memoria viajó al momento en el que se enteró de la infidelidad de Santiago: “Me enteré por mail de que él estaba enamorado de otra persona y de que no me aguantaba más. Debo ser insoportable, no es fácil vivir conmigo. Yo estaba estudiando computación y él ponía los mails en la papelera de reciclaje, que tardan en borrarse. Entonces me metí (en el mail)... Yo estaba practicando computación, no es que estaba buscando. Creía mucho en Santiago, nunca me imaginé… No sé si me engañó, pero nunca me imaginé que me iba a dejar de amar”.
“Le pregunté a mi hijo: ‘¿Me dejó de amar?’ ‘Hace mucho que te dejó de amar, mamá. ¿No te das cuenta de que ni te mira? Te podés pintar el pelo de verde y no se va a dar cuenta. Uno nunca sabe cuándo deja de amar y por qué’, me dijo Fede, tenía 19 años. Después él nos unió”, recordó Carmen, emocionada.
“Lloré mucho cuando me dejó. Yo vivo en un departamento, y tanto lloré que el señor de abajo me mandaba cartas documento, era abogado. Me escuchaba a la madrugada. Se ve que lloraba muy fuerte o gritaba, yo no me acuerdo, estaría dormida y lloraba. ‘Ruidos molestos’, decía. Lo agarró Federico y le dijo: ‘Vos sabés que mi papá la dejó a mi mamá’. ‘Bueno, intérnenla’, le dijo el vecino. Viste cómo se hacen hoy los departamentos, que las paredes son finitas. Si hacés el amor a veces se escucha”, explicó.
Por otro lado, Carmen mencionó la relación de dos años que tuvo con Jorge Porcel y, a raíz de ese recuerdo, se refirió al vínculo que la unía con Alberto Olmedo. Cuando Andy le preguntó si había ocurrido algo entre ellos dos, la respuesta de la capocómica fue categórica.
“Con Olmedo no, nada que ver. No sería capaz de hacer una cosa así, soy muy fiel. Fiel y respetuosa. El Negro era fiel… Fiel no, pero respetuoso”, aseguró.
Y recordó: “Yo hacía un guiso de lentejas y el Negro amaba que yo le cocinara. A él le gustaba comer rico y caserito. Nos daba varios consejos porque Porcel lloraba porque se había separado de la mujer y la prensa no era como la de hoy, pero igual era dura. Olmedo le decía: ‘Yo te puedo dar consejos porque me he separado varias veces, en esto tengo cancha, lamentablemente’. Olmedo era buen tipo. Porcel también”.
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