La cuarentena total y obligatoria que rige en todo el país desde el 20 de marzo con el fin de frenar el avance del coronavirus hizo que la mayoría de las personas no puedan asistir a sus lugares de trabajo, obligándolas en muchos casos a transformar sus casas en oficinas. Los trabajadores del medio fueron una excepción y junto con los de sanidad, alimentos, seguridad y otros rubros, tienen permitido asistir a sus puestos.
Sin embargo, hay quienes por razones de salud y por pertenecer al denominado grupo de riesgo, deben mantener igual el aislamiento. Como ocurre con mayores de 60, embarazadas y personas con enfermedades preexistentes.
Tal es el caso del notero de Intrusos Gonzalo Vázquez que desde que comenzó la cuarentena no puede asistir de manera presencial a sus labores.
“Me está empezando a gustar la barba. La cuarentena nos hizo casi amigos. ¿Ustedes qué dicen? ¿Qué hago? ¿Con o sin? Los leo”, escribió en su cuenta de Instagram, y ante la pregunta de un seguidor que quería saber por qué no estaba yendo a Intrusos, respondió: “Licencia por diabetes”.
El joven de 27 años fue diagnosticado hace dos décadas luego de un chequeo de rutina. Es por eso que hoy prefiere resguardarse y quedarse en su casa, desde donde igualmente trabaja haciendo tareas de producción para el ciclo conducido por Jorge Rial.
Luego de haber hecho temporada para el programa en Mar del Plata, Gonzalo se fue de vacaciones a Cartagena con su novia. Al volver tuvo que realizar la cuarentena como todos los que viajaban al exterior, durante catorce días. Es por eso que está en su casa incluso desde antes del 20 de marzo.
Al igual que él, su compañera Débora D’Amato también está haciendo tareas de producción desde su casa, por decisión propia, ya que vive sola con su hija de un año y medio y prefiere resguardarse. “Vivo sola con Lola, tengo una mamá grande que es paciente de riesgo y en mi familia somos muy pocos. Mi hermano es paciente de riesgo y está en cuarentena hace rato también porque tiene 61 años, y entonces dividir las tareas familiares para asistir a mamá y ayudarme a mí para que fuera a trabajar fue muy difícil, por lo que le quiero agradecer a mi hermana, que se dividió en 80 pedazos para poder darme una mano”, había contado en un móvil que dio para el programa.
Durante los primeros días después de declarado el aislamiento, Jorge Rial también prefirió alejarse y quedarse en su casa por cuestiones de salud. “Yo estoy dentro del grupo de riesgo, no por edad sino por los riesgos preexistentes. Tengo un stent, problemas cardíacos e hipertensión. Eso me pone en la zona de riesgo”, había explicado el conductor, y contó en ese momento que se debía en parte a la insistencia de su mujer Romina Pereiro, sus hijas Morena y Rocío y de su médico.
Semanas más tarde, decidió volver a su programa. “Salí de mi casa, termino y vuelvo a mi casa. Nada más que vuelvo a trabajar. Eso es lo que hay que hacer si tenés permiso periodístico, ir a trabajar”, dijo, y explicó que su médico le había dado permiso y que en el piso de América respetaban el distanciamiento social.
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