La cuarentena obligatoria modificó los humores de todos los argentinos: el aislamiento y la lejanía de los seres queridos se mezclan con la incertidumbre por la economía y con lo que sucederá en todo el mundo ante la pandemia. Andrea Estévez no está ajena, por supuesto, a esta situación. Pero, en su caso en particular, se suman otras cuestiones personales que hicieron que esté pasando, según sus palabras, por “el momento más difícil” de su vida.
Para comprender el delicado presente que está atravesando, hay que volver por un instante al pasado. Más precisamente a mediados del 2018, cuando Andrea dio a luz a su hija, Hannah, fruto de su relación con Juan Manuel García. Se habían casado en los Estados Unidos y vivían los tres juntos. Pero tan solo unos días después del nacimiento de la bebé, la actriz descubrió algo que cambió rotundamente sus planes.
“A los 10 días de nacida mi hija descubro una infidelidad, seguida de una cantidad de mentiras increíble, como que me estaban abriendo los ojos por todos lados. Esperé los tres primeros meses porque no podía sacar a mi hija del país. Por suerte estaban mis papás, que se iban a ir a los 10 o 15 días y se quedaron casi hasta el final de mi estadía. Dije ‘regreso a la Argentina’. En ese momento no me había separado pero estábamos en crisis, con una hija de por medio. Él no volvió nunca más hasta el día de hoy. A su hija no la ve hace un año y ocho meses”, contó Andrea el sábado pasado en PH, Podemos Hablar.
Ahora bien, el lector se preguntará qué relación guarda ese hecho, ocurrido hace ya un tiempo, con el delicado presente de Andrea. Lo que sucede es que recientemente se enteró que en aquel entonces, tan solo días después de que ella regresara a la Argentina, el padre de su hija se casó con otra persona.
Así lo contó la propia Andrea en el programa conducido por Andy Kusnetzoff: “En ese momento él quiso recomponer la relación a la distancia, pero hace poco me enteré de que se casó seis días después de que yo me volví. Me enteré por los medios. Conocía a la persona con la que se casó porque habíamos compartido comidas y ella estaba con su novio de cuatro años al lado. Así que es como raro”.
Al ser consultada si cree que su ex se casó por una cuestión de papeles, ella contestó: “Todo puede ser, no lo sé. Pero no tengo un padre presente para mi hija, ni económica ni físicamente. Aporta un mínimo”.
Pero eso no es todo. Este presente tan particular cruzado por la cuarentena es muy doloroso para Andrea por la pérdida de su padre, el 26 de febrero pasado, a causa de un infarto: “Todo eso (en relación a la situación con su ex) más la pérdida de mi viejo hicieron que esté pasando un momento difícil. Digo que estoy pasando el momento más difícil de mi vida pero soy una mujer positiva y le tiro para adelante. Le meto para seguir. No estoy en un momento de paz”.
A raíz de esta situación en las últimas semanas tuvo algunos problemas de salud, aunque aseguró que afortunadamente ya se encuentra un poco mejor: “Estoy en mi casa con mi nena y mi mamá, vivíamos juntas pero fue el encierro más el fallecimiento de mi papá y su ausencia, que empecé a tenerle miedo a la muerte a tal punto que a los diez días de que comenzara el aislamiento total empecé con ataques de pánico. Tuve tres ataques de pánico, nunca había tenido, es horrible”.
En ese sentido, detalló: “Jamás me había pasado, no entendía lo que era. Pero es el miedo a la muerte. Sentía que estaba contagiada, me faltaba el aire. ‘Seguramente me contagié’, decía. Me tomaba la fiebre tres veces por día. Hace ya semanas que no… Uno se empieza a acostumbrar. Pero tuve miedo a la muerte y por mis seres queridos”.
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