“El mundo no es el mismo que hace unos meses”, es una frase que suele escucharse en el último tiempo a raíz de la pandemia del coronavirus. Para Mirtha Legrand tiene un gran significado: ella, tan apasionada por su trabajo, debió hacer una pausa cuando el COVID-19 llegó a la Argentina y, a pesar de poder hacer su programa si así lo deseara, se quedó en su casa para resguardar su salud. Ahora, con la muerte de su hermana gemela, Goldy, esas palabras ahora tienen un doble valor.
El mundo definitivamente no volverá a ser lo mismo para ella después de este viernes, tras la muerte de su hermana a los 93 años. Fue una noticia completamente inesperada, que tomó por sorpresa a la diva mientras cumplía con el encierro en su departamento de avenida Del Libertador al 2800. La diva sigue allí, acompañada por su círculo más íntimo: además de su hija, están sus nietos, Nacho y Juana Viale.
Según pudo averiguar Teleshow, Goldy no presentó problemas de salud en el último tiempo. Al contrario de lo que indican algunas versiones que comenzaron a circular en las redes sociales, se descarta que haya tenido coronavirus. La hermana de Mirtha se fue a dormir y no volvió a despertar.
“En estos momentos estoy con mi mamá”, contó Marcela Tinayre a este medio. La sobrina de Goldy confirmó además que no habrá velatorio, en medio de esta situación tan particular por el coronavirus y la cuarentena obligatoria.
Por su parte, el periodista Ángel de Brito escribió en su cuenta en Twitter: “'Estoy destruida’, le contestó Mirtha a una amiga de la familia cuando le dio el pésame. Goldy estuvo bien hasta el lunes, inclusive charlando con amigos, pero están muy tristes”.
El productor teatral Carlos Rottemberg, muy amigo de la familia, contó en TN: "La muerte de Goldy es algo que los tomó de sorpresa porque nadie esperaba este desenlace… No hubo nada previo. Se acostó a dormir su siesta y la persona que la asistía vio que no se levantaba. Fue a ver qué pasaba y se encontró con que había fallecido”.
Varias figuras del mundo del espectáculo se manifestaron a través de las redes sociales sobre la triste noticia para brindarle apoyo a Mirtha Legrand. “Mi enorme cariño para @mirthalegrand en este duro momento. Se fue su hermana, Goldy, una mujer maravillosa, generosa y atenta como pocas personas. Mi amor para toda la familia @nachoviale @viajuani y @mtinayre”, escribió Marcelo Tinelli en su cuenta en Instagram.
Susana Roccasalvo, por su parte, publicó una vieja foto de Goldy y escribió: “Falleció Silvia Goldy Legrand, la hermana melliza de Mirtha Legrand. ¡Una gran pena! Abrazo enorme a Chiquita y toda su familia”.
Desde la cuenta en Twitter de la Casa del Teatro también manifestaron su dolor: “Lamentamos profundamente el fallecimiento de Silvia Goldy Legrand. Nuestras condolencias a su familia. Un gran abrazo a nuestra querida presidente honoraria, la Sra. Mirtha Legrand”.
Las hermanas comenzaron juntas su carrera en el mundo de la actuación. Grabaron varias películas en las décadas del ’40, ’50 y ’60. Pero casi de un día para el otro Goldy decidió dar un paso al costado y nunca más volvió a pisar un escenario ni un estudio de grabación, convirtiéndose en la primera de los tres hermanos en alejarse del mundo del espectáculo.
El primer peldaño del camino que las llevaría a la fama y el éxito fue una pequeña escena en la película Hay que educar a Niní, junto a Niní Marshall. Luego un papel en Novios para las muchachas. Su belleza y encanto trascendió la pantalla y al año siguiente protagonizaron Soñar no cuesta nada. El éxito las acompañó. Las hermanas eran las heroínas ideales para representar las historias que reinaban en el año ’40, la de chicas buenas y cándidas que sufren pero siempre logran un final feliz. Las hermanas también animaron un programa por radio Splendid: El club de la alegría. El público las amaba, los directores las requerían, pero esas gemelas idénticas no soñaban ni querían lo mismo.
En el año 1944, Silvia conoció a Eduardo Lopina, un subteniente del Ejército Argentino y decidió abandonar su carrera artística. A partir de su matrimonio cambió fama por anonimato, trocó el bullicio de los sets por la paz de su casa y abandonó a Silvia Legrand para volver a ser Goldy. Tuvo dos hijas, diez nietos y diez bisnietos.
En 1962 por pedido de su hermana filmó Bajo un mismo rostro y en 1972 actuó en la película Juan Manuel de Rosas. Desde ese momento, nunca más volvió a pisar escenarios ni estudios de grabación.
Dicen que Silvia era la más talentosa pero que Mirtha era la más decidida, quizás por eso aunque eran iguales fueron tan distintas. Mirtha se convirtió en la diva de los almuerzos; Silvia eligió un camino diferente pero no menos feliz. Se aquerenció en Olivos, donde disfrutó de la vida haciendo sus actividades favoritas: leer, escribir, ir al cine, salir con amigas y sobre todo acompañar a sus hijas y nietos.
Mirtha que logró que todos los presidentes argentinos y la mayoría de las estrellas de la farándula nacional participaran de sus famosos almuerzos, solo logró dos veces que su hermana aceptara ser su invitada.
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