Mónica Ayos y Diego Olivera decidieron ponerse en cuarentena hace un mes en México, ya que allí no es obligatorio el aislamiento social, aunque el Andrés Manuel López Obrador les pidió a la sociedad que se quedara en sus casas. Es por eso que los actores y su familia hace casi un mes que no salen de su casa, salvo para ir al supermercado y eso sucedió una sola vez.
“Tratamos de que el nivel de exposición sea el mínimo. Hacemos la compra del mes, pero tampoco de manera desesperada. La idea es salir lo menos posible porque al no haber cuarentena obligatoria, el nivel de contagios es muy alto”, indica la actriz a Teleshow.
¿Cuáles son los recaudos que toma a la hora de salir? “Barbijo, guantes y mucho alcohol en gel y lavado de manos antes y después”, detalla y continúa la rutina que hace cuando regresa a su hogar: “Entro por la puerta de servicio, dejo los zapatos, dejo la ropa para lavar, me pongo una bata que también la pongo a lavar después y me voy a bañar. Es un tema, pero lo hacemos una vez por mes. De manera tal que no creo que sea demasiado cuando se trata de una pandemia”.
“Estamos haciendo la cuarentena en familia. Nuestra hija Victoria, Diego y yo en una casa, y Federico en su casa que queda a 10 minutos. Estamos en contacto permanente”, cuenta sobre su hijo mayor con quien se comunica por teléfono y videollamada. “Con la familia de Argentina -a quienes visitamos en febrero- tenemos un grupo grande de WhatsApp en el que estamos todos. Y por supuesto que se extraña”, agrega la actriz.
“Estamos tratando de que pase lo más rápido posible. Colaborando con la sociedad, deseando abrazar a nuestros seres queridos, y que todo esto termine de la mejor manera posible", asegura sobre sus sensaciones en medio de la pandemia.
Por último, sostiene que la parte de su casa en la que más está durante la cuarentena es el jardín. Y así lo muestra en un video que comparte con Teleshow. Allí tiene flores, un árbol de manzanas e indica que el pasto “está en crisis”. “Porque ahora en México estamos entrando en el verano, y el ventanal es tan grande que hace un efecto lupa y lo quema. Le pongo unas semillas para que trate de que crezca de nuevo”.
De la angustia a la tranquilidad
Hace unas semanas, Mónica había manifestado su preocupación porque en el país en el que vive aún no habían sugerido a la sociedad que se quedara en su casa. “México aún no despierta. Se ha minimizado el brote tanto como la gravedad de lo que significa ‘hacer vida normal’ y dispersar el virus. Son casi 130 millones de habitantes, y si la vida sigue ‘normal’, en proyección de números y estadísticas, no quisiera imaginar... No hay una bajada de línea real. Se prioriza la economía a gran escala y se subestima al pueblo, no conectando desde la información con la realidad, y aún muchas personas siguen creyendo que esto no es grave y que se exagera. México necesita despertar. Necesita convencerse de la gravedad y unirse desde la responsabilidad y los cuidados hacia uno y hacia el prójimo ante esta realidad para prevenir un desastre como el de los demás países que no oyeron a tiempo”, había dicho la actriz que decidió aislarse junto a su familia mucho antes de que el presidente López Obrador pidiera que se redujeran las salidas.
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