El 14 de marzo de este año Cecilia Caramelito Carrizo partió con su marido Damián Giorgiutti y su hermano Martín a Miami. Se trataba de un viaje más, como el que habían hecho a fines del año pasado para acompañar al músico a instalarse en el país del norte para poder realizar una nueva fase de su tratamiento contra el ELA. Sin embargo, el coronavirus hizo que el mundo barajara y repartiera de nuevo y los planes de la conductora infantil cambiaron abruptamente, ocasionando angustia e incertidumbre en toda la familia.
Con las fronteras cerradas y sin saber cuándo se restablecerán las conexiones entre un país y el otro, Caramelito, su marido y su hermano quedaron en Miami mientras que sus hijos Lorenzo (14) y Benito (10) y su mamá de 72, permanecen en Buenos Aires, cumpliendo la cuarentena.
Un viaje que no salió como esperaban
Los hermanos Carrizo habían llegado de Miami a fines de enero. “Ahora volvimos a Estados Unidos para la segunda etapa, vine con mi marido, para que nos ayudara un poco más a lo que nos tocaba ahora, que era armar un lugar más definitivo para Martín, porque se va a quedar varios meses acá haciendo el tratamiento. Cuando salimos de Argentina estaba todo normal, se hablaba de coronavirus pero no había sucedido lo que pasó”, explicó Cecilia en diálogo con Teleshow.
Sin embargo, apenas pisó suelo norteamericano se alertó: “Llegamos el domingo y ese mismo día en Argentina decretaron que los chicos no irían al colegio. Fui al consulado y me anoté en una lista, estoy esperando la posibilidad de poder volver. Si surge la posibilidad de un pasaje me voy yo y después Damián, aunque la idea sería regresar los dos, ya estamos hace más de 40 días".
Es que, según sus planes, su marido debería permanecer allí unas dos semanas y ella un mes, mientras su mamá cuidaba a sus hijos, que irían al colegio. Nada de eso ocurrió. “Dos días después de llegar a acá se transformó todo. Mi mamá está bien pero tiene 72 años y es la única persona que está con los chicos, ellos entienden, saben que estamos por Martín, pero aún así todos los días me preguntan cuándo volvemos”.
Mientras, el músico continúa con su tratamiento “contento y agradecido”, según contó su hermana y feliz de haber encontrado una “esperanza y oportunidad de estar bien”. El tratamiento comenzó en diciembre, en febrero regresaron a Buenos Aires, donde siguió con medicamentos vía oral y desde medidos de marzo retomó con las inyecciones. “Esta vez ya le buscamos un departamento para que se pueda quedar el tiempo que sea necesario, que serán varios meses, no sé cuánto porque se va viendo”, agregó.
En las últimas horas, la cantante le dedicó un posteo a su hermano en el que destaca su valentía y le promete acompañarlo “desde el lugar que prefiera”: “Esperamos tus tiempos, conocemos tu silencio, quien acompaña entiende sin preguntar, ama sin condición”.
A la espera de un llamado
Durante su estadía prolongada en Miami, Cecilia y Damián viven en el departamento que alquilaron para Martín, que comparten con Noelia, la mujer que desde hace años asiste al músico. Respecto a la situación laboral de la familia, contó: “Mi marido es diseñador de espacios comerciales, especialmente gastronómicos y justo antes de venir acá estuvo con tres obras juntas durante el verano, que es cuando más trabajo hay en esos rubros y terminó justo antes de venir, por suerte pudo cumplir con lo programado y las cosas que tenía para empezar, cuando empezó la cuarentena se postergaron. Algo igual estuvo haciendo acá, diseñando con la computadora, pero son tiempos en los que está todo bastante parado, veremos como cuando lleguemos a allá como se acomoda todo para todos, no solo para nosotros”.
Desde el 14 de marzo, sin saber que regiría una cuarentena total y que las fronteras se cerrarían impidiendo el regreso de la conductora, la mamá de Caramelito está instalada en la casa de ella cuidando a sus dos hijos. “Ellos siempre tuvieron una relación muy estrecha, se llevan bárbaro, son compañeros, ven series, ella les cocina lo que quieren, se armaron un pequeño gimnasio en el living, aplauden por la ventana a las nueve”, contó.
Su mamá es una persona saludable, pero aún así, con 72 años, integra el grupo de riesgo, lo que preocupa a Cecilia. Sus chicos desde el 15 de marzo que no salen a la calle y su mamá sale lo menos posible, solo a hacer las compras necesarias. Aún así, Lorenzo y Benito no tiene mucho tiempo de aburrirse: “Con el más chico mi mama se sienta y hacen juntos la tarea, ella es increíble con eso, y me mandan fotos. El más grande está en segundo año y se las arregla solo con sus amigos, no se ven pero están conectados con las tareas o jugando online".
La tecnología les permite estar un poco más cerca a pesar de la distancia. Cecilia y su marido extrañan mucho a sus hijos, Aunque con catorce y diez años los chicos entienden todo, no pueden evitar mostrar su preocupación: “Todos los días nos preguntan cuándo volvemos, están tristes, ansiosos, pero a la vez bien con mi mamá”, cerró Caramelito, esperando el llamado del consulado que le permita a ella y a su esposo volver a fundirse en un abrazo con sus hijos.
SEGUÍ LEYENDO