Vulnerables: los famosos que sufren angustia y crisis económica debido a la cuarentena

“Ya no tengo ganas ni de cocinar”, señalaba Laurita Fernández a comienzos de abril. “No doy más”, gritaba en sus redes Débora D´amato hace unos días, luego de confesar que el encierro con su hija y su madre muchas veces la desbordaba.

El efecto de la cuarentena y la nula posibilidad de salir e interactuar socialmente generó muchas crisis de angustia, y los famosos de nuestro espectáculo no fueron ajenos a estos sentimientos. Al igual que cualquier otra persona que padece el encierro por la pandemia del coronavirus, sin posibilidad mantener la vida cotidiana a la que estaba acostumbrada, varios actores, actrices, modelos y humoristas tuvieron la necesidad de expresarse en las redes sociales y compartir con sus seguidores el agobio o la tristeza que los atormenta en ciertas oportunidades, en medio del aislamiento social obligatorio.

“En situaciones de estas características, de alcance mundial y con un escenario como lo es una enfermedad, es factible que se observen crisis”, señala la psicóloga Lorena Mateo en diálogo con Teleshow. “Siempre va a depender en gran medida de la capacidad de gestión de la persona para transitarla y no colapsar ante la posibilidad. Síntomas como angustia, miedo, ansiedad, humor alterado, insomnio, y excesiva preocupación son alarmas que hoy suenan y que es momento de escuchar”, advierte.

“¿No les pasa que hay días que la llevan bárbaro, y otros que te sentís para el orrr...?”, les preguntó Laurita Fernández a sus seguidores, en medio de una crisis, también de sinceridad. Aunque minutos más tarde eligió el camino del humor, y afirmó: “La cantidad de hijos que van a nacer en diciembre con este encierro. Y divorcios post cuarentena, ni te cuento”. Su relación con Nicolás Cabré podría formar parte de esas rupturas amorosas.

Algo similar pasó con Martín Bossi. El actor, que se caracteriza por hacer reír al público con las distintas caracterizaciones que realiza en sus obras de teatro de otras personalidades de la cultura y el espectáculo, esta vez se mostró endeble. En una entrevista realizada desde su casa confesó algo inesperado: “Soy claustrofóbico”. Esa fobia hace que su encierro sea “más difícil”. “Estoy bordeando, es muy duro sostenerse. Hay que ser muy inteligente, es un juego de ajedrez diario en el cual hay que sobrevivir, porque esto es sobrevivir, no es vivir”, sostuvo el cómico.

Pero estos sentimientos no son parte solo de la farándula. “El factor de la incertidumbre en los seres humanos, y el aprender a lidiar con ella, no es de las tareas más sencillas”, señala Mateo. “Aparecen los cambios de rutina, las nuevas formas de interacción, el cúmulo de información que nos rodea, las diversas maniobras con respecto a lo laboral, la economía, la familia, los afectos, las distancias... Y de fondo la salud, como actor principal y regulador de todas ellas. Estos son algunos de los temas que circulan en el transcurso de este encierro, con las personas y su capacidad de acción limitada, hoy obligados a recalcular sus coordenadas de vida”.

Fredy Villarreal intentó tomar la situación con humor, y realizó un divertido video de él mismo hablando con él mismo en una visita en su propia casa, donde pasa el aislamiento solo, sin una pareja ni sus hijos, quienes están con sus respectivas madres. Pero luego, la angustia también lo abordó y en una nota telefónica confesó que este tiempo lo hizo repensar en su vida y las decisiones que había tomado: “Trabajé mucho para tener mi propia casa, y después de tanto trabajar y hacer mi propia casa, yo dije que fue al pedo. Hoy tengo una casa frente a la laguna, tengo una pileta que debo limpiar todos los días, tengo una casa inmensa, que tuve muchos disgustos para terminar, y hoy por hoy no tengo con quién compartirla...”, señaló.

Y en un tono de sinceridad, el actor confesó que había reflexionado sobre cómo llevaría su vida de ahora en adelante: “No me voy a romper más el culo para tener el mejor auto o la mejor moto. Ya no pienso en eso, también hay que disfrutar”.

Analiza Mateo: “La crisis siempre va a depender de la actitud con la que cada uno la enfrente. Es sano asumir la crisis porque implica reconocer la capacidad de acción de la persona. Lo nuevo paraliza o pone de manifiesto el recurso de la flexibilidad”.

La maternidad también suele ser un punto de inflexión bastante complejo. La dependencia absoluta de un niño pequeño o las responsabilidades de continuar con la actividad escolar dentro del hogar, sumado al aislamiento que padecen los niños desde hace más de un mes, genera el desborde muchas veces del adulto responsable que se siente superado por la demanda. Tales fueron los casos de Débora D´amato y la China Suárez, quienes se confesaron en las redes superadas por el tema.

“Se me fue... la paciencia. La perdí. Hago un llamado a la solidaridad para recuperarla pero no doy más”, dijo la periodista desde su cuenta de Twitter. Y continuó: “Estoy encerrada con una nena de un año y cinco meses que hoy particularmente está insoportable”, dijo haciendo catarsis en sus redes.

Por su parte, la China Suárez optó por confesar que estaba muy complicada en poder llevar adelante la maternidad con dos hijas de distintas edades, y señaló que en su caso lo que más le costaba eran las tareas escolares de Rufina, la pequeña de seis años que tuvo junto a Nicolás Cabré. “Es realmente difícil organizarse”, señaló la actriz. La niña ya comenzó la escuela primaria y recibe tareas escolares todos los días para hacer en la computadora: “No estoy preparada para el aprendizaje a distancia”, sostuvo.

Pero la situación económica suele ser un punto muy angustiante en la vida de quienes no saben cómo se podrán seguir sosteniendo sin trabajar, y en muchas casos sin poder generar ingresos para costear los sueldos de los empleados que tienen a su cargo.

Anamá Ferreira, entre lágrimas, reconoció: “Lloro todo el tiempo”. La ex modelo señaló que la situación la tiene preocupada: “No puedo más, es un horror. Si yo no trabajo, no como y no pago. Yo doy trabajo. Ya tuve que llamar al médico dos veces, aunque no quiero llamar, porque no quiero molestar... Pero si te desmayás y estás sola, ¿qué hacés?”, confesó la empresaria, que tiene a su cargo decenas de empleados. Y muy angustiada, reflexionó: “Perdí la alegría”.

A Silvina Escudero le sucede algo similar. Con su hermana tienen una escuela de danza que, sin poder abrirla, le está costando llevar adelante los gastos sin ingresos: “Con Vanina estamos muy angustiadas porque tenemos un monstruo, nuestra escuela es gigante. Los empleados, el alquiler…". Y agregó: “En el mejor de los casos volvemos en seis meses, ¿pero cómo pago el alquiler retroactivo? No tengo ni ahorros, es un imposible”. Y habló de su situación laboral: “Estoy sin trabajo teniendo que abastecer sueldos. La gente cree que uno por ser famoso es rico y no hay nada que se aleje más, vivimos bien porque tengo mil trabajos, y ahora no tengo ninguno”.

Para superar la angustia y la crisis que nos invade durante este tiempo, la licenciad Mateo insta a “pedir ayuda a tiempo” para poder compartir la tristeza y buscar nuevas herramientas que colaboren a superar este difícil momento. “Regular la información que se consume, meditar, escuchar música, abrazar a los seres queridos, aún desde lo virtual”, sostiene la psicóloga como opciones para sobrellevar el encierro, quien además recomienda una simple fórmula para combatir este flagelo: “Incorporar la tolerancia como aliada, la paciencia como amiga y al humor como compañero de viaje”.

Hace unos días, Paz Cornú se quebró en cámara al abrirse y contar cómo está pasando su situación personal: “Antes de que se anuncie la cuarentena, ya no se estaba vendiendo nada. Ahora se frenó todo. De un día para el otro me encontré con un montón de gastos y sin que entre plata a la empresa”. Y agregó: “Estoy muy angustiada, hace varios días que no puedo dormir. Me encuentro en una situación en donde tengo que elegir entre mi empresa o mis empleados y es muy feo. No sé cuánto tiempo vamos a poder sostener un negocio donde hay gastos sin ingresos, no es compatible”, se sinceró.

“Cada una de las personas reaccionan ante el mismo hecho de maneras muy diversas, pero el miedo es una señal que hoy está transmitiendo en vivo. Entender cómo funciona en nosotros, aprender a gestionarlo y que no nos paralice es el mayor desafío”, finalizó la terapeuta.

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