Al igual que en su ópera prima, Guillermo Pfening se basa en la historia de un familiar cercano para darle vida a su segunda película. En este caso, Alice está inspirada en Alicia Caloso, su madre, una médica dermatóloga adicta a tratamientos estéticos y cirugías plásticas que ella misma se practicaba, interpretada por Cecilia Roth. El largometraje estaba en proceso de producción cuando tuvo que entrar en pausa debido a la pandemia del coronavirus, pero en medio de esta situación tan particular llegó una buena noticia: el filme fue seleccionado y participó de la última edición del Málaga Festival Fund & Co-Producion Event, que se realizó de manera virtual.
“Es una sección del Festival de Málaga para la que fuimos seleccionados en diciembre y la idea era concurrir en marzo, pero al suspenderse por la pandemia lo hicieron de manera virtual. Tuvimos varios encuentros vía Zoom con personas de la industria de todo el mundo, que nos aconsejaron cómo hacer crecer nuestros proyectos desde un lugar artístico, financiero y comercial. Por suerte el teaser ya lo habíamos hecho, así que a pesar de todo lo que está pasando intentamos seguir creciendo y no detenernos”, cuenta Pfening a Teleshow desde su cuarentena.
El suicidio de Alicia en 2008 terminó con la trágica historia de la protagonista de la película: “Tenía una muy buena relación con ella, siempre fue una gran mamá. Me cuidó mucho y más de grande, cuando empezó con su problema de distorsión de la imagen y comenzó a abusar de los tratamientos estéticos, traté de cuidarla yo. Fuimos siempre muy compañeros y guardo el mejor de los recuerdos de ella”.
Pfening, de 41 años, dirige la película junto a Carolina Stegmayer, con quien también escribió el guión cinematográfico de Caíto, retrato de la vida de su propio hermano, quien tiene distrofia muscular. Al referirse a la elección de Cecilia Roth para interpretar a su madre, retrocede brevemente a sus 18 años, cuando llegó a Buenos Aires desde su Marcos Juárez natal, en Córdoba, para estudiar Ciencias de la Comunicación.
“Me genera mucho amor y comprensión llevar parte de la vida de mi madre al cine a través de Cecilia, que es una amiga muy personal mía. Apenas llegué a Buenos Aires desde Marcos Juárez fui al cine a ver Todo sobre mi madre, y deseaba profundamente ser el hijo de Manuela, el personaje que interpretaba Cecilia. Recuerdo diálogos de esa película hasta el día de hoy. Un día la llamé, sin tener la amistad que tenemos hoy en día, fui a su casa y le conté esta historia. No tenía nada, solo una idea y un primer guión, y ella me dijo que sí, que se sumaba y me acompañaba en este viaje”, recuerda.
En el teaser se puede apreciar que la distancia no es un impedimento para seguir desarrollando su personaje. Roth cuenta con más de treinta películas en su currículum, pero este es un desafío especial, y hasta personal.
—¿Qué significa esta experiencia de interpretar a la madre del director de la película?
—Cecilia Roth: Para mí esta es una muestra de confianza de Guille para conmigo y también de entrega, por la posibilidad de interpretar a su madre en una situación de intimidad absoluta, delicada y personal. Es un honor que haya tenido esa decisión de ofrecerme ser su madre y a mí me conmueve mucho. Nos conmueve mucho que me la ofrezca y me siento muy afortunada.
—¿Qué te genera esta historia en particular?
—Cecilia Roth: Me genera un punto de terrible soledad, de inseguridad profunda, de una persona con una baja estima y a la vez una necesidad de encontrarse, aunque sea, desde el afuera, porque ya no se ve como ella cree que es y no muestra lo que ella cree que quiere mostrar. Y se enreda en toda esta mezcla de adentro y afuera tan trágica que finalmente me envuelve a mí también esa historia por completo, porque siempre hay una sensación personal en todo. Creo que todos y todas la tenemos: soy yo externamente lo que soy internamente, puedo ser la misma en ambas situaciones, en ambas exposiciones. Me genera, además, muchísimas ganas de entrar en ello.
—¿Cómo es el trabajo de interpretar a este personaje?
—Cecilia Roth: Sacando la idea de que es una historia real, me parece que es un personaje riquísimo para encontrar, para entrar en él y para ver qué pasa dentro de uno para luego ofrecerlo hacia el afuera. Es una historia, te diría... casi una historia de amor. Una historia de amor truncada por eso que no pudo ser.
Para el director es importante destacar que no se trata de una biopic -moneda corriente por estos días en la industria cinematográfica-, sino que toma su problemática “como germen” con el objetivo de “reflexionar y aportar un poco de luz” a esta temática. Gran parte de la película está ficcionada, en un juego de ficción-no ficción, real-no real.
“Quiero hacer esta película -revela- porque creo que en ella se van a reflejar muchos hombres y mujeres, con y sin trastornos de la imagen. Creo que es algo que está muy instalado en nuestra sociedad y que la misma sociedad nos lleva todo el tiempo a eso: mediante la publicidad y los medios en general nos presionan a encajar en un canon de belleza que no es real, es una utopía”.
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