Es una figura histórica de la radiofonía y la televisión de Argentina. Dueño de una extensa carrera en los medios de comunicación, Cacho Fontana cumple este jueves 88 años. El popular y querido conductor lo celebra en el geriátrico donde reside hace varios años. Como forma parte del grupo de riesgo de adultos mayores en esta cuarentena, no puede salir a trabajar, ni tampoco recibir la visita de sus seres queridos.
“Estoy más que bien, la estoy pasando mejor que en los tiempos jóvenes porque estoy con una vitalidad, una fortaleza y un espíritu muy importante que me ayuda a llevar esta pandemia que estamos padeciendo todos”, dijo el locutor en diálogo telefónico con el Pollo Álvarez, conductor del ciclo Nosotros a la mañana que se emite por la pantalla de El Trece.
“Estoy encerrado, acá no entra ni sale nadie, estoy solo. Ya recibí la llamada de mi hija de España y me llamó mi otra hija, Antonella con mi nieto. Solo me falta hablar con un nieto”, aseguró Fontana. Además contó que para mantener la cabeza ocupada se dedica a la lectura y a compartir charlas con quienes lo acompañan en la residencia. “Esto es una familia muy linda, hay gente macanuda, es mi casa, yo vivo aquí, imagínese que es más que mi casa”.
Además, el conductor hizo una reflexión sobre cómo está viviendo esta pandemia: “No le digo que he podido superar todo esto porque es un momento de la vida que no tenemos un entrenamiento para esto, menos nosotros que hemos entrado y salido permanentemente para cumplir con nuestro trabajo. Ahora tenemos que alimentarnos de otros informaciones y del talento de otras personas que nos dará en su momento una salida a esto”.
Cuando le preguntaron qué balance haría de lo mejor y lo peor de su extensa trayectoria, Cacho respondió: “Lo mejor de mi carrera son tantas cosas que dejaría de lado hechos importantes por señalar algunos. Fue importante la entrega de premio Nobel a (Luis Federico) Leloir". Y recordó que uno de los momentos más especiales fuera de su trabajo fue cuando visitó al papa Francisco en Roma. “Él me conocía de la cancha de San Lorenzo, cuando transmitía con Muñoz e iba como hincha. Ahora llevé a mi nieto, que tuvo una emoción muy grande y yo igualmente al mirarlo simplemente al Padre”.
Antes de la cuarentena, Cacho estaba haciendo trabajando en Radio Nacional, pero no pudo seguir porque forma parte del grupo de riesgo de adultos mayores. A pesar de sus 88 años, tiene muchos deseos de volver a trabajar: “Es lo único que quiero y es lo único que no me dejan. Yo tengo una idea para la televisión, ¿pero usted ve a un tipo de 88 años en la televisión? Tengo el armado para hacerlo de pie a cabeza. Pero sino quiero seguir haciendo radio en Radio Nacional. Esto ahora se cortó y es otra vida a la que tenemos que acostumbrarnos”.
También habló de la relación con Pinky, su colega y amiga entrañable. Juntos hicieron historia en la televisión cuando estuvieron en una extensa transmisión en homenaje a los soldados argentinos que combatieron en Malvinas. En 2018, ellos estuvieron juntos en el Hogar Inter Plaza durante un año cuando la conductora debía hacer un tratamiento de rehabilitación. “Yo no creí que iba a volver a la televisión porque no era su deseo y un día apareció la noticia que ella volvía... Nos llamamos, tenemos una relación que no se pierde y esta siempre latente”, explicó Cacho.
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