Luli Fernández y su marido, Cristian Cúneo Libarona, sufrieron un robo este martes al mediodía mientras estaban en su casa de Villa de Mayo, en el partido de Malvinas Argentinas, en donde pasan la cuarentena total.
Todavía temblando, con la voz entrecortada, la modelo tomó su teléfono y relató en las redes sociales el traumático episodio que vivió. “Me hicieron tirar al piso. Nos amenazaron con armas, me dijeron que se querían llevar a Indalecio”, contó sobre su bebé de un año.
Detalló que los ladrones se llevaron dinero en efectivo, y los relojes que tenían ella y su marido en la muñeca. “Eso es lo de menos”, aseguró y destacó el trabajo de los efectivos policiales que se acercaron “en seguida” al lugar de los hechos.
“Me imagino que en cuarentena van a poder encontrar a dos personas que están en un auto blanco circulando por la zona. Esta gente es la peor pandemia que nos rodea a los argentinos hace muchísimos años. Ojalá los agarren", deseó y explicó que hoy no asistirá a Fantino a la tarde -el ciclo de América en el que se destaca como panelista- ya que tanto ella como el abogado se tienen que presentar a declarar en la comisaría.
Luego describió como “horrible” y “espantoso” -incluso repitió tres veces dicho adjetivo calificativo- el violento episodio que debió enfrentar junto a su familia. “Una situación que sé que muchos ya la atravesaron y que, lamentablemente, esta vez nos tocó a nosotros”.
Minutos más tarde de la publicación de los videos, Luli se manifestó por escrito en la red social en la que tiene un millón de seguidores. “Gracias a la chica que me atendió en el 911, por contenerme y por tranquilizarme. Gracias a los dos policías que vinieron en seguida y salieron a buscarlos. No dudo que en cuarentena, con la poca circulación que hay en la zona, tendremos pronto novedades”, indicó la modelo.
Luli Fernández y Cristian Cúneo Libarona se casaron en el año 2014 y en marzo de 2019 nació Indalecio, el primer hijo de la pareja que llegó para terminar de ensamblar la familia. El abogado también es padre de Santos, María, Vicente y Jacinto, fruto de relaciones anteriores.
“Hace exactamente un año el amor me atravesó por completo. Es difícil expresar con palabras un sentimiento como el que sentí cuando me convertí en mamá. Creo que las palabras no alcanzan. Indalecio llegó a nuestro mundo para iluminarlo. Me costó mucho quedar embarazada, con una pérdida en el medio. Y esa sensación de vacío que sentía nunca se iba a llenar... Con el tiempo entendí que todo lo que nos pasó fue para nuestra evolución. Tuve que sanar muchas cosas para convertirme en una mejor versión de mí misma y estar lista para recibirlo a el con absoluta conciencia y plenitud”, escribió la modelo el 11 de marzo pasado con motivo de la celebración del primer cumpleaños de su hijo.
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