Después de mucho tiempo de peleas mediáticas y guerras judiciales, Cinthia Fernández y Matías Defederico habían logrado llegar a un acuerdo: no hablar más del otro. Lo hicieron por el bien de sus hijas, y duró varios meses. Incluso en diciembre del año pasado posaron juntos para una foto familiar en el acto de fin de año de las niñas.
“Cerramos una gran etapa en jardín, hijas. Ahora se viene algo nuevo, algo diferente. Solo deseamos que sean felices siempre y nosotros siempre vamos acompañar. Las amamos”, escribió el futbolista junto a la imagen en la que aparece con su ex mujer, las mellizas Charis y Bella (6) –quienes terminaron el jardín de infantes y pasaron a primer grado– y Francesca (5).
Tan solo dos meses después se desató el primer escándalo que los volvió a tener como protagonistas. La bailarina abandonó la grabación de Pasapalabra –el ciclo de Iván de Pineda en El Trece– en medio de un ataque de nervios y se lo adjudicaron a que el futbolista la había amenazado con dejar de pagarles la obra social a sus hijas.
En ese momento, Defederico evitó hablar con la prensa y se expresó a través de su cuenta oficial de Instagram, en donde hasta llegó a mostrar el resumen de su tarjeta de crédito, en donde muestra que además de la obra social de sus hijas también se hace cargo de la de su ex mujer. “Yo la verdad quiero salir de todo este círculo ridículo en el que vive mi ex, pero llegar de entrenar y tener miles de mensajes ya me tiene re podrido. Yo no vivo haciendo un reality de mi vida”, sostuvo el actual jugador del Club Agropecuario Argentino, en la localidad de Carlos Casares.
“Ya cansan. Acá con pruebas como siempre, el abono de la mensualidad de Osde de mis hijas y de Cinthia que está al día, el cual sigo pagando por buen pibe después de dos años de separado. Pero todo tiene un límite, dejen vivir en paz y sean felices viejo”, agregó en ese entonces el futbolista.
Esta semana se volvió a reavivar el escándalo porque Yanina Latorre contó en Los Ángeles de la Mañana que Defederico le pasa 60 mil pesos –“la mitad de su sueldo”– de cuota mensual a Cinthia Fernández para la manutención de sus tres hijas. Sin desmentir ni confirmar la información, la también panelista del ciclo que conduce Ángel de Brito sostuvo que no le interesa hablar de sumas de dinero, pero que lo que recibe por parte de su ex marido no le alcanza.
"No cubro todos los gastos con lo que él me pasa. Me incomoda hablar de esto porque ayer se dijo una cifra y la gente me mataba porque a veces con eso viven dos familias. Esa es mi realidad”, aseguró este martes, e indicó que tiene un auto de alta gama porque se lo regaló su ex novio Martín Baclini. “Y tengo un Mercedes que el señor Martín Baclini se encargó de divulgar que me lo regaló él. Un día yo bajé al estacionamiento, la camioneta no estaba más y la había cambiado por un Mercedes. ¡Yo no me lo compré!”.
La explicación de Cinthia Fernández se debe a que su ex marido, Defederico, había manifestado su furia porque habían dado datos sobre su sueldo en el ciclo en el que trabaja. “Lo bueno de hablar de números en televisión, que solo sabemos los padres (justo lo cuenta una compañera de trabajo) es que al menos reconoció que pago”, aseguró el futbolista que se destaca en el club de la Primera B Nacional.
“¿Te olvidaste de contarle a Yanina que el acuerdo alimentario de nuestras hijas se compone de una parte en efectivo y otra en especie? ¿O debería volver a planchar los recibos nuevamente?”, continuó Defederico.
Entonces, la bailarina apuntó contra su ex marido por “tener tiempo libre” durante la cuarentena total, ya que no está entrenando, incluso tampoco está en Carlos Casares, sino que está pasando el aislamiento en una casa dentro de un barrio privado en Escobar.
“Este chico se ve que está muy al pedo y la cuarentena le está dando muchos días libres. Que se ocupe y, mejor, me vaya a ayudar con las tareas y las cosas que hacen falta para las nenas”, sugirió Cinthia, quien, además, agregó detalles del acuerdo al que llegaron luego del divorcio.
“Yo tengo el cien por ciento de la tenencia de las nenas porque él por su trabajo tiene que ir a jugar afuera. Viene una vez al mes y claramente eso lo obliga a darme más del 50 por ciento porque en materia judicial el tiempo es plata. Cuando la tenencia es compartida, es 50%-50%, pero cuando no es 70%-30%. Yo eso no se lo pedí nunca”, resaltó Cinthia Fernández.
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