Floppy Tesouro se encontraba disfrutando de unos días de descanso con su hija Moorea, su marido Rodrigo Fernández Prieto y la familia de él en Miami cuando la pandemia puso en alerta al mundo. Luego del cierre de fronteras y demás medidas que se tomaron en Argentina y en Estados Unidos para frenar el avance del coronavirus, la modelo no pudo regresar a su casa y vive su cuarentena varada, a miles de kilómetros, a la espera de la autorización que le permita volver a Buenos Aires.
“Nuestra cuarentena es en familia pero lejos de casa”, dijo un tanto apenada a Teleshow y explicó: “Como saben estábamos de viaje cuando esto sucedió, así que estamos en Miami. Muy pronto vamos a volver, estamos viendo cuándo podemos regresar para poder seguir haciendo la cuarentena en nuestro país”.
Aunque todos están bien y tranquilos, están alertas para ver cuando salen nuevos vuelos para repatriar a los argentinos varados en Miami: “Esperamos poder volver pronto a nuestra casa”. Es que Floppy hasta pasó su cumpleaños número 35 lejos.
“Extraño mucho a mi familia, a mis seres queridos, a mis padres que están allá en Argentina, a mis amigas y a mis amigos. Lo importante es que esto va a pasar y nos vamos a volver a abrazar”, agregó. Ella su marido y su hija, junto con la familia de él se dividieron en dos departamentos dentro del mismo edificio, por lo que están siempre acompañados.
Tesouro aprovecha el tiempo extra que tiene en cuarentena para fundamentalmente estar mucho con su hija de tres años y medio: “Estoy jugando mucho con Moorea, somos las reinas del Tik Tok, nos divierte mucho”.
“Nos maquillamos, nos peinamos porque... chicas, ¡atención, es cuarentena, pero hay que ser coqueta, hay que cuidarse!”, recomendó a sus seguidoras. También hace mucha gimnasia y la pequeña se suma a las rutinas: “Jugamos mucho con cosas de la casa y tratamos de buscarle la vuelta, como hacen muchas mamis”.
Floppy confesó entre risas: “Les cuento un secreto, estoy aprendiendo a ser mejor ama de casa, como a muchas les habrá pasado". Es que con un poco más de tiempo y sin ayuda en el hogar, ella y su marido debieron empezar a dividirse las tareas.
La ex Bailando no fue la única que se vio obligada a aprender algún oficio. En esta misma sección Christian Sancho había contado que tuvo que aprender a cortar el pasto de su casa en Escobar y Cabito Massa Alcántara contó que rompió una botella de vodka y dos copas al pasar el trapo de piso: "Soy muy malo limpiando, lavo bien la ropa, separo los colores, cuelgo bien y no sé planchar, cocino bien y lavo los platos, del uno al diez... seis”.
La familia Fernández Prieto había arribado a Miami a principios de marzo. Durante los primeros días pudieron realizar todas las actividades normales dentro de la ciudad, pero de a poco fueron testigos de cómo todos los puntos turísticos se iban cerrando.
SEGUÍ LEYENDO