Los desafíos en pleno aislamiento social se multiplican. En algunos casos, no alcanza solamente con saber cómo atravesar este período lejos de las calles, de la rutina habitual, sino que va más allá el panorama de desesperación. Quienes están sufriendo más de la cuenta son los que tienen hijos en edad escolar. Varios establecimientos, ante la incertidumbre de no saber en qué fecha van a retornar las clases, decidieron incursionar en una especie de aula virtual. En algunos casos, los chicos reciben tareas por correo electrónico, que hacen en cualquier momento del día, pero en otros, las clases se dictan a través de una aplicación en la que profesor y alumno se pueden ver y escuchar.
Si bien al principio se recibió como una buena alternativa, como una opción que también puede servir para tener a los menores ocupados, con el correr de los días los padres se dieron cuenta de lo que significaba, sobre todos los que tienen más de un hijo, y pegaron el grito en el cielo. ¡Se agarran la cabeza de la desesperación! Lo que parecía una cosa saludable, se terminó transformando en algo totalmente distinto, por su complejidad ya sea tecnológica o simplemente por no poder colaborar con la explicación pertinente a determinada circunstancia.
Quien se sumó a la lista de padres alterados por lo que tienen que afrontar fue la China Suárez. Frustrada por no poder ayudar a Rufina, utilizó las redes sociales para descargarse y compartir su angustia. En su caso, el problema que se le presenta es que también tiene a Magnolia, de su relación con Benjamín Vicuña. La nena tiene 2 años y también necesita atención casi permanente. “No estoy preparada para el aprendizaje a distancia”, admitió. La nena, fruto de la relación con Nicolás Cabré, tiene 6 años y se encuentra atravesando su primera etapa en la primaria.
A continuación, explicó qué parte la tiene aturdida. Lo primero que la desespera es no llevarse del todo bien con la tecnología. Lo segundo, con la manera de trasladarle una adecuada enseñanza a Rufi para que, con su corta edad, pueda aprender de la mejor manera. “La psicopedagoga es un amor, me explica y me contiene, pero es realmente difícil organizarse, sumado a que soy malísima con la tecnología y tienen aplicaciones; una para jugar, otra para subir la tarea que hicieron… y seguiremos así varios meses más. A hacerse a la idea”.
Apenas hizo su descargo, no fueron pocos los que intentaron darle una mano y ayudarla. Sin ir más lejos, una seguidora, que le dijo que es docente, se ofreció para ayudarla con las tareas. La China le agradeció, pero le explicó que el conflicto no tenía que ver con la enseñanza y cómo explicarle, sino que reiteró que tiene que ver con la manera de llevarla adelante. “Gracias. Es que no es falta de comprensión de las tareas. Es la parte tecnológica la que me mata. ¡Y la organización!”.
El caso de la actriz no es el primero que sale a la luz. Días atrás, quien se refirió de manera similar a la cuestión, fue la periodista y conductora de Nosotros a la mañana, Sandra Borghi. “El tema de la tarea en casa es bastante complicado. Classroom es una aplicación que tienen ahora y que les enseñan en los colegios, ahí les mandan todas las tareas. Es un aula virtual y está dividido por materia y tenés que estar ahí, con el chico”. Explicó que además de atender a él, también tiene dos hijos más a los cuales no debe descuidar. “Todo muy lindo, lo recontra entiendo, pero yo no quiero ser maestra”.
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