Paul McCartney manifestó su angustia por la pandemia que sufre el mundo tras la propagación del coronavirus, virus que ya se cobró más de 25 mil almas desde fines de diciembre, cuando aparecieron los primeros casos en China.
Según trascendió, el origen de la enfermedad tuvo lugar en la ciudad de Wuhan. Allí una persona se contagió luego de haber ingerido una sopa de murciélago en uno de los mercados callejeros. Al respecto, el ex Beatle pidió el cierre de dichos locales comerciales en el país asiático.
“Realmente espero que esto signifique que el gobierno chino diga: ‘Ok, muchachos, realmente tenemos que ponernos súper higiénicos por aquí’. Seamos sinceros, es un poco medieval comer murciélagos”, consideró el músico en una entrevista con el radial del estadounidense The Howard Stern Show.
Por su parte, McCartney también invitó a otros artistas a que se sumaran al proyecto para que los funcionarios chinos cerraran los mercados. “No es una idea estúpida, es una muy buena idea”, consideró al respecto.
“No sería tan malo si esto fuera lo único de lo que se puede culpar a esos mercados. Pero parece que el SARS, la gripe aviar y todo tipo de enfermedades también provinieron de ahí. ¿Y por qué? Por las prácticas medievales que se llevan a cabo ahí. Tienen que limpiar su práctica. Esto podría llevar a un cambio. Si no, no sé qué lo haría”, agregó el músico que es vegetariano desde 1975 y quien también es reconocido por su activismo por el derecho de los animales.
"Tiene mucho sentido cuando pensás en la obscenidad de lo que pasa en esos lugares y lo que resulta de eso. Podrían también estar tirando bombas atómicas: afectan a todo el mundo”, continuó sobre los mercados callejeros.
Defendiendo su postura, el músico se anticipó a las posibles críticas que podría recibir de quienes piensan lo contrario. “Seguramente dirán que la gente hace esto desde tiempos inmemoriales y que es la manera en que hacen las cosas. Pero también la esclavitud se practicó durante siglos. Llega un punto en el que hay que cambiar las cosas”.
Paul McCartney está cumpliendo la cuarentena en su casa ubicada en Sussex, Inglaterra, junto a su hija Mary, mientras que su esposa Nancy Shevell está en Nueva York, Estados Unidos. El próximo sábado participará del recital solidario One World: Together At Home, que organizó Lady Gaga en beneficio de la Organización Mundial para la Salud.
“Vimos varias formas de crisis antes, pero nada que haya afectado a todos en el mundo al mismo tiempo. Debo decir que es espeluznante. Soy de la generación que recién había salido de la Segunda Guerra Mundial. Mis padres la habían vivido y el espíritu que tenían era ‘lo superaremos, haremos lo que sea necesario, nos uniremos y trataremos de estar felices’. Ese espíritu es lo que necesitaban, y es lo que necesitamos ahora. Es lo que estamos viendo, mucha gente tirando para el mismo lado. Es estimulante”, concluyó Paul McCartney.
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