Martín Bossi está en su hogar hace más de 20 días, viviendo la cuarentena obligatoria en profunda soledad. Durante este período, el actor no está cumpliendo una rutina de horarios y su vida nocturna muchas veces abarca parte del día. “Estoy bordeando, es muy duro sostenerse. Hay que ser muy inteligente, es un juego de ajedrez diario en el cual hay que sobrevivir, porque esto es sobrevivir, no es vivir”, aseguró el humorista en diálogo con Catalina Dlugi por La Once Diez/Radio de la Ciudad.
“Hay que ser inteligente en la alimentación”, sostuvo el actor, que además señaló una situación que complica su encierro: “Yo soy claustrofóbico, es más difícil”, dijo. Y aclaró: “Tampoco soy un claustrofóbico extremo, por suerte soy un privilegiado en esta cuarentena porque tengo una heladera con comida, tengo un balconcito en el que estiro las piernas, Pero la privación es muy difícil, si bien es una privación con contenido porque estamos cuidándonos y cuidando a los demás".
Sin embargo, el actor recurrió al humor para salir de su angustiante confesión: “Estoy absolutamente solo hace 25 días. Estoy teniendo una relación con el escobillón. Hace dos días tuvimos... no sexo pero tuvimos como un acercamiento. Ahora estamos distanciados porque hay una lámpara que me está mirando con mucho cariño. Y hasta me están contestando algunos objetos ya”, contó de manera divertida.
En cuanto a la suspensión de la obra teatral Kinky Boots, Bossi lamentó que “fue muy fuerte, es toda una experiencia estar trabajando en un proyecto al que le puse un año y medio de trabajo y, de repente, estar encerrado en tu casa sin trabajo, es muy difícil”. El actor señaló que “hablo siempre con Ricky Pashkus, y la idea es volver porque es un estreno que duró siete semanas”, aunque seguramente ya sea para la temporada 2021.
“No tengo dudas que cuando volvamos a regularizar la vida en la República Argentina, cuando terminemos de hacer las cosas bien, si seguimos en este camino, vamos a poder volver a toda nuestra actividad y a reconstruir este mundo y nuestro país. Ojalá sea pronto”, subrayó.
Y estimó que el regreso podría ser en el próximo verano: “Ponele que en agosto salgamos de casa, que los restaurantes abran en septiembre. Yo creo que los teatros van a poder abrir en octubre y noviembre, que ya es baja temporada para el teatro. Conviene reestrenar en enero”, dijo. “A veces siento que el entretenimiento no se toma muy en serio, pero hay mucha gente que viven del teatro, muchas familias”, señaló.
Bossi elogió al gobierno de Alberto Fernández por las medidas que está tomando: “Yo tengo mi forma de pensar. Yo creo que Fernández está haciendo las cosas muy bien. Por supuesto, siempre hay algo para reclamarle. Yo creo que está haciendo lo mejor que puede. Pero está haciendo como mi papá, yo creo que vamos a estar hasta agosto en esta situación”.
A la vez, le hizo un pedido a los medios de comunicación: “Hay una psicosis muy grande. Creo que los medios -a los cuales adoro- deberían empezar a trabajar un poquito más con expertos cómo tratar a una masa de 44 millones de personas que están aterradas, sin trabajo, frustradas y atemorizadas como informan. Porque es muy bélico. El rating no subió. La gente que está en su casa no quiere mirar televisión porque no podés estar todo el tiempo haciendo énfasis en las muertes. No paran. Nadie hace hincapié en los curados. Es todo una locura, hay siete u ocho doctores de moda que van por todos lados. Quizás el gobierno debe trabajar en cómo tratar la noticia. No digo que nos mientan. ¡Mi mamá está con barbijo en la cama!”, señaló.
Bossi finalmente habló de cómo se imagina la vuelta a los escenarios: “Me cuesta mucho hablar de eso que sucedía, me cuesta imaginarme, fue tan fuerte esto, es tan duro el shock. Hoy mi lucha es hoy, el día que me vuelva a subir a un escenario creo que va a ser el regalo de Dios más grande... Veo todo tan raro, fui dos veces al supermercado y hay mucho temor”.
En cuanto a los rumores que circularon de un romance del actor con Viviana Saccone, Bossi confió que “no está mal que me relacionen con una mujer tan hermosa, yo soy un especialista para adaptarme al juego. Los medios me ayudaron a que mi marca se dé a conocer, ellos me dieron entidad y ahora pueden usar mi apellido para usar el espacio”, aunque aclaró que para él lo que hablan los medios de su vida no es real. “Sé que es ficción, todo lo que sucede en tele es ficción, no es parte de mi vida. Siempre me trataron con mucho cariño pero en medio de una pandemia, como se quedan sin noticias, empiezan a inventar. Y no puedo desmentir, pero estamos en un montón tan delicado que hasta me da vergüenza hablar de esto”, dijo.
Por último, el cómico señaló que hace una década cambió su manera de ver el mundo y de relacionarse con su entorno y el público que lo sigue: “Me dejó de preocupar querer ser aceptado por todo el mundo, era un pibe que me iba a adaptando, ahora no, y por actuar así me quieren un poco más. Me dejó de preocupar el dinero porque tuve la suerte de rebuscármela. Me preocupo más por los demás que por mí. La muerte y la vejez me aterraban, yo en el fondo tenía la esperanza que iba a haber un remedio y yo iba a zafar. A los 33 me vi una cana y me di cuenta de que estaba envejeciendo y empecé a aceptarme y vivir la vida real”.
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