Alejado de su tierra, pero compartiendo el techo con su “hermana del corazón”: así es la cuarentena de Nico Maiques, varado en Perú

Como tantos otros argentinos -en un principio se dijeron 10 mil, pero se calcula que son muchos más-, al actor Nicolás Maiques la pandemia por el coronavirus lo sorprendió en el exterior y debe cumplir la cuarentena obligatoria lejos de su país. Está en Lima, Perú, y extraña a su familia y a su tierra. Pero sabe que a pesar de todo su situación es privilegiada: lo aloja su “hermana del corazón”, tal como él la describe, no le falta comida ni tiene problemas económicos. Por el contrario, muchos compatriotas varados en el mismo territorio no gozan de los mismos privilegios: “Sería un desagradecido si no aclaro que acá hay gente que está pasando por circunstancias muy crueles”.

La travesía del actor que saltó a la fama de muy joven con tiras de Cris Morena como Chiquititas, Rebelde Way y Floricienta comenzó el 12 de marzo, cuando viajó a Lima para participar del programa Los Reyes del Playback. Se trata de la versión peruana del famoso ciclo norteamericano Lip Sync Battle, en el que los concursantes deben imitar a algún cantante y compiten por hacer el mejor playback. Ni bien arribó a la ciudad la situación por el coronavirus empezó a complicarse y no tardó en darse cuenta de que se acercaba lo inevitable: el país iba a cerrar las fronteras.

Pudo grabar el programa pero cuando terminó su trabajo no logró regresar. “Al principio me preocupé cuando se cerraron las fronteras porque tenía proyectos en la Argentina que hasta ese momento no estaban suspendidos: tenía una obra que arrancaba a ensayar en abril para estrenar en mayo; y con mi socio, Juan Paya, abrimos una escuela de actuación en la que esta semana debían empezar las clases. Pero después todo se terminó suspendiendo, por supuesto”, recuerda, en diálogo con Teleshow.

El 16 de marzo se decretó la cuarentena obligatoria en Perú y el toque de queda a partir de las 8 de la noche. Pero como mucha gente no respetaba la cuarentena, la adelantaron a las 6. Tal como sucede en la Argentina, solo pueden salir a la vía pública aquellos que cuentan con un permiso especial para realizar tareas esenciales o por emergencias. También para hacer las compras al mercado o la farmacia del barrio, pero con una particularidad: los hombres solo pueden hacerlo los lunes, miércoles y viernes, mientras que las mujeres los martes, jueves y sábados. Los domingos no abren los negocios.

Así las cosas, Nico Maiques está cumpliendo la cuarentena en el departamento de su gran amiga, la actriz peruana Fiorella Luna, en el barrio Barranco, donde se estaba hospedando desde un principio, junto a ella y otro amigo. “Acá estoy súper bien, a una cuadra del mar, en un barrio divino y con una amiga que amo. Para mí es un placer quedarme con ella. Si es por mí me quedo 40 meses acá, no tengo ningún problema, pero por supuesto me gustaría quedarme sabiendo que puedo volver cuando yo quiera”, explica.

Sorpresivamente -para él mismo- el encierro le “adelantó” el sueño: sus días suelen arrancar alrededor de las siete de la mañana y se va a dormir antes de las 11 de la noche. “Es muy loco cómo me pegó la cuarentena: me despierto re temprano y súper descansado, arranco el día feliz”, cuenta desde el balcón del pintoresco departamento en el que pasa sus días en Lima.

Junto a sus amigos se reparten las tareas domésticas y las salidas para comprar comida -en los días que le corresponde a cada uno, claro-. “Soy una persona que mantiene mucho el orden pero no te limpio nada, no paso la aspiradora ni barro. Pero ahora empecé con la limpieza: trapeo el piso, barro… Bueno, tampoco todos los días, pero lo hago. No he cocinado mucho porque mis amigos cocinan todo el tiempo, les encanta. ¡Y empecé a comer como un cerdo!”

—¿Pero estás entrenando?

—Soy de cuidarme mucho, de comer lo justo y necesario para estar en forma… Pero después de esto voy a estar en forma redonda. Y tampoco me estoy matando con el entrenamiento acá adentro. Algo hago, pero poco, no me mato. Abajo hay un estacionamiento grande así que me pongo los rollers y voy un rato, algunos días. También subo y bajo las escaleras.

—Para sumar un poco de actividad aeróbica…

—Sí, me traje toda la ropa deportiva porque acá a una cuadra tenés el malecón que bordea el acantilado, es un lugar soñado, ¡pero no se puede ir! También me traje un montón de ropa porque cuando vas a un programa como el que fui después te llaman de un montón de otros programas, pero no pude ir a ninguno. Entonces me traje estas botas texanas al pedo…

—Si bien se suspendieron tus proyectos en la Argentina, ¿tenés trabajo para hacer desde allá?

—Ya de por sí soy activo en las redes sociales y con Juan Paya hicimos un sketch grabado de una charla por videollamada y quedó muy divertido. Él edita un poco lo que grabamos o yo le mando una parte grabada y él la une.. Estoy generando contenidos para nuestro canal de Youtube y nuestro Instagram, y también hago algunos videos para TikTok.

—¿Qué otras actividades hacés para aprovechar este tiempo y que no se haga tan largo?

—Me gusta estar en mi casa, no tengo problema. Leo y me divierto estando adentro: no suelo salir todo el tiempo, buscando la fiesta… Soy bastante del hogar, entonces la llevo bastante bien. Si uno tiene la inteligencia emocional puede pasarlo de la mejor manera, sino hay que tratar de encontrar el equilibrio: hay muchas meditaciones en YouTube que ayudan a calmarse. También hacer terapia virtual con tu psicólogo. Yo hago terapia y mi psicóloga me ofreció hacerlo pero por ahora no quise. Si me parece necesario lo utilizaré.

La verborragia adornada siempre con humor y un toque de histrionismo es interrumpida por un instante. No es que el actor tenga problemas en seguir hablando sobre su vida cotidiana en el confortable departamento donde está alojado, pero no quiere dejar pasar la oportunidad para referirse a los argentinos que están varados en Perú, muchos de ellos concentrados en Cusco. Quedaron allí tras el cierre de las rutas y no pudieron trasladarse a Lima para abordar los vuelos de repatriación a Buenos Aires.

“Hay gente que no tiene dónde dormir ni para pagar comida ni sus remedios. Yo en algún momento, cuando se abran las fronteras, voy a viajar, pero ellos están viviendo una situación muy difícil”, asegura.

En ese sentido, profundiza: “No tienen respuesta para sus necesidades y el consulado bloquea a la gente por WhatsApp, que es la única vía que los varados tienen de enviar sus datos. Llegás a preguntar algo que les molesta y te bloquean. Es nefasto que un consulado te bloquee, más estando varado en la calle. Dicen que ese número es solo para enviar datos pero explicale eso a una persona deprimida con ataques de pánico… Si entrás al grupo de WhatsApp de argentinos varados te pegás un tiro por las cosas crueles que les están pasando a algunos”.

—¿Cómo creés que va a terminar tu historia personal?

—Me dieron un voucher por el tramo que me faltaba, por ende después no me van a vender un pasaje por ese valor, porque un pasaje solo de ida a Buenos Aires es mucho más caro. Chile (donde debe hacer escala) abre sus aeropuertos el 1 de mayo así que debería esperar hasta mayo y comprar el pasaje con la diferencia… También están mandando aviones Hércules de la Fuerza Aérea para repatriar gente, pero muy de a poco porque entran 70 personas. Así que quizás vuelvo antes, pero sino en mayo.

—¿Estás paranoico con todo lo que está pasando?

—Cero, no soy hipocondríaco ni tan extremista. No entro en pánico. Sí me preocupa, no me voy a hacer el espléndido. Al principio creía que era una boludez, dije ‘esto es un cuento, es una gripe y nada más’. Pero tengo amigos en Italia que me cuentan cómo viven, mucha gente joven que se muere… Yo no tengo paranoia de estar limpiando todo pero sí tengo el barbijo, el alcohol en gel. No hay que volverse loco porque aunque limpies todo millones de veces quizás te llevaste la mano a la cara sin querer y te contagiaste. No quiero entrar en pánico, no me parece para nada productivo hacerlo en ningún momento porque te estresás, te bajan las defensas y ahí te agarra una gripe o te contagiás de coronavirus. Entonces es mejor estar tranquilo y centrado.

—¿Allá se respetan las medidas implementadas por el gobierno?

—Hay un nivel de inconsciencia similar al de la Argentina, por eso tuvieron que implementar el toque de queda y las salidas de hombres un día y de mujeres el otro. También hay un sector de la población que está muy asustado, mirando las noticias y comentando todo lo que dice el presidente o tal médico, si están o no están ocultando el número real de muertes. Para mí, si te dicen tres mil pero en realidad son 30 mil y me están mintiendo, dejá que me mientan que con eso estoy bien.

—¿Qué es lo que más extrañas de tu casa?

—Mi familia y mi perro, que se llama Perro y es como mi hijo. Tengo momentos de angustia e incertidumbre pero a rasgos generales tengo que agradecer porque la estoy pasando bien, tengo un techo, comida y amigos con los que me cago de risa. Acá hay muchos peruanos que viven de sus ingresos diarios, como un taxista, o un peluquero. ¿Cómo hacen? ¿Cómo les dan de comer a sus hijos? Yo no estoy en la calle sin un peso como un montón de personas, no solo de argentinos, sino de todo el mundo. Soy recontra ciudadano del mundo, me encanta que no existan las fronteras ni las banderas y siento que ahora estamos mucho más hermanados… Lástima que sea por algo tan doloroso.

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