En estos tiempos de encierro a raíz de la cuarentena obligatoria por el coronavirus se presentan problemas de la vida cotidiana que antes no existían, y aquellos que se arrastran desde antes parecieran incrementarse. ¿Cómo superar la ansiedad cuando ni siquiera se sabe cuando va a terminar la pandemia? ¿Cómo preservar los vínculos familiares después de tantos días de convivencia? ¿Se puede sacar algo positivo de todo esto?
Estas preguntas y algunas más son las que intenta responder Bernardo Stamateas en este nuevo envío de PamLive, el nuevo proyecto de Pamela David producido por Jotax. El doctor en psicología, reconocido escritor y conferencista a nivel nacional e internacional y autor de varios best sellers es una referencia obligada a la hora de hablar de liderazgo y superación personal. Además, es pastor de la Iglesia Bautista Ministerio Presencia de Dios.
“La emoción predominante es el miedo. Es una alarma que nos prepara para esto. Si yo no armo el plan, el miedo se hace pánico y me paraliza. Si corro hacia adelante es ansiedad, si corro hacia atrás es pánico y depresión”, explica Stamateas sobre cómo funciona la mente humana en estas circunstancias tan particulares para todo el mundo.
—Pamela David: Lo raro es que no sabemos cómo va a terminar esto. No tenemos idea: puede tener consecuencias a futuro.
—Bernardo Stamateas: Lo que tenemos que hacer es cuidar nuestra salud mental. Pararnos en el cuidado. Esto que hacemos es para ganar la vida, no hay que perder de vista cuál es la ganancia. Estamos perdiendo cosas, pero ¿qué es lo que ganamos?: la vida. Cuando ponés en la balanza, vale la pena.
—Pamela: ¿Y cómo hacemos para cuidarnos a nivel emocional?
—Stamateas: Este es el futuro, lo que cambia es la perspectiva. La información es un recurso importante. Debemos armar una red afectiva. Información y redes afectivas son los dos recursos importantes.
—Pamela: ¿Qué pasa con la falta de contacto físico? Hay una necesidad de contacto con los seres querido, ¿cómo se suplanta?
—Stamateas: Hay muchos lenguajes para manifestar el amor: las llamadas, hacer alguna pregunta inédita, mirar a los ojos. El tiempo de calidad, las palabras, mandar regalitos por el celu, alguna frase.
—Pamela: Que alguien te mire y te preste atención, te considere es muy importante... ¿Qué hacemos con adultos mayores deprimidos?
—Stamateas: Si yo estoy todo el día monotemático pierdo capacidad de acción. Hay que hablarle con firmeza a nuestros viejos: te necesito vivo, te quiero con vida. Dame el regalo de la vida: no salgas.
—Pamela: Hay que sacarlos de la depresión, del foco de las noticias.
—Stamateas: Para eso tenemos que divertirnos, reírnos. Activar el agradecimiento y la solidaridad, bajar un cambio. No es momento de resolver problemas de pareja ni de la infancia.
—Pamela: ¿Pero qué pasa si hay alguna situación de personas que sufren violencia? Si hay alguna manipulación y al estar encerrados no permite que lo dejes para después.
—Stamateas: Si hay violencia hay que denunciar. Si hay situaciones manejables hay que callar. Si uno de los dos está muy enojado, hay que posponer el conflicto: “Lo hablamos después”.
—Pamela: Validar que la otra persona piense diferente, ¿cómo les hablamos a los chicos? ¿Contándoles la verdad sin transmitirles temor?
—Stamateas: Tenemos que transmitir la información de manera clara, sin alarmar. Tenemos que armar rutinas. No mover los horarios de comida. Mantener los horarios al despertarse. Nos levantamos, nos arreglamos. Mantener horarios fijos de estudio y armar un ritual divertido con los chicos. Armar temas fijos y buscar estímulos nuevos para no aburrir. ¿Estoy invirtiendo la vida en cosas que valen la pena? Podemos lograr salir de la crisis. Esto nos tiene que ayudar a revisar. Los límites nos curan. Los vínculos afectivos nos curan. Ser obediente nos ayuda, la vida es frágil y hay que cuidar cada segundo.
—Pamela: Me gusta lo del orden de las prioridades: ahora no te vas a poner a sanar cosas de la infancia. ¿Cómo hacemos para estar positivos frente a la realidad?
—Stamateas: Hay que pararse en las fortalezas.
—Pamela: Recordar una crisis y cómo saliste de ella.
—Stamateas: Exacto, cómo podrías aplicarlos hoy. Quizás la caja de recursos que usaste en ese momento te pueden servir. Más o menos venimos usando los mimos recursos durante las crisis. Si no, sentís que la crisis te desborda. El miedo nos dice: este peligro es grande, dentro de mí no hay recursos. Pero si yo veo que no es tan grande y que tengo los recursos, el miedo disminuye.
—Pamela: ¿Qué hacemos si los familiares son tóxicos? Los que te tiran abajo…
—Stamateas: Límites. Los escuchás y los empujás a la acción. Cada vez que viene un pensamiento negativo, no lo niego, pero le pongo uno positivo para saldar. Los seres humanos tenemos una capacidad de adaptación que no sabemos. Tenemos que confiar en eso, tenemos que adaptarnos. Antes de la pandemia también nos faltaban cosas. Nos tenemos que dejar asombrar con lo que está pasando, para poder soltar la solidaridad. Hoy nos dimos cuenta de que el individualismo mata naciones enteras.
—Pamela: Unidos o nada. La fe, creer en Dios, orar, hablarle y sentirlo… ¿Cómo hacemos para conectarnos? ¿Cómo se vuelve a tener presente a Dios?
—Stamateas: Esta crisis nos despierta la finitud. Un virus invisible nos puede quitar la vida. Dios nos la regaló para que seamos de bendición a los demás. Hay que bajar la omnipotencia, el orgullo. Decir “Señor te necesito” .Invocar: decir el nombre de Jesús con una característica: “Jesús poderoso”. Dios no manda los virus.
—Pamela: ¿Qué le decimos al que piensa que este es un castigo de Dios?
—Stamateas: Vos no le mandarías un virus a tus hijos. Dios no puede mandar lo malo.
—Pamela: Hablaste del amor y de amar al prójimo. Estamos en una sociedad cada vez más dañina sin medir las consecuencias. ¿Pensás que ya no hay lugar para la maldad? ¿Que esto debe ser un parate?
—Stamateas: El hombre está fallado de fábrica, la diferencia es que el que es bueno también es malo, pero no lo ejerce. Hay gente que no sabe manejar su frustración y agrede. Está enojado con su propia historia. Hay que bloquear y alejarse.
—Pamela: Pero ¿cómo haces? Se lo escucha más al malo…¿cómo hago? ¿oídos sordos, o le pongo un freno?
—Stamateas: Pensar que no es personal. Pobre persona, está enojada con su vida. Cree que yo soy la liberación de su bronca. Hay que ignorar, no dar importancia.
—Pamela: No hay que tomarlo como algo personal.
—Stamateas: Tenemos que invertir parte de nuestro tiempo siendo bendición para los demás.
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