La cuarentena la agarró en Francia, donde vive desde hace dos años. Y si su papá ya estaba angustiado antes por el simple hecho de tenerla lejos, ahora que la pandemia del coronavitus mantiene en vilo a ese país de Europa, su situación es casi desesperante. Por eso, al cruzarse con Sabrina Artaza mediante una videollamada en Intrusos, por América, Nito Artaza no pudo evitar que los ojos se le llenaran de lágrimas.
La nota empezó sólo con la actriz, quien desde la ciudad de Aix-en-Provence, donde reside con su esposo, Jonathan Morris, empezó a contar cómo estaba pasando su aislamiento social. “Estoy en familia, con mi perra, mi marido y mi cuñado que vino de Venezuela. Con una sola habitación, pero con la suerte de tener un jardín. Estamos encerrados o a salvo, diría yo, un par de días más que ustedes. En Francia se tomó la resolución del confinamiento bastante tarde. Fueron tercos y rebeldes también. En ese sentido, en todas partes del mundo hay gente buena y solidaria y hay boludos”, empezó contando Sabrina.
Y continuó su relato: “Yo estoy con teletrabajo, porque me ocupo de las redes sociales de dos restaurantes. También trabajo en un estudio de danza con el que hacemos cursos online. Salimos nada más que una vez por semana para hacer las compras, con los cuidados necesarios que hay que tener. No recomiendan mucho los guantes, pero yo los uso porque tengo esa cosa de tocarme mucho la cara y así lo evito. Y, cuando llegamos a casa, limpiamos todos los productos, dejamos las zapatillas afuera y lavamos toda la ropa”.
Sabrina se mostró preocupada por el hecho de que, a pesar de las multas, desde que empezaron los días primaverales en Francia la gente empezó a salir un poco más. “La verdad es que acá no tenemos un confinamiento estricto como en Italia y España o como en Argentina, sino que se permite salir por algunas razones: para ir a trabajar si el teletrabajo no es posible desde tu casa, para ir a hacer las compras, para asistir a consultas médicas, para cumplir con un llamado de la Justicia y para atender razones familiares convincentes como asistir a un mayor o cuidar niños. Pero también, por una hora, podés hacer deporte en un radio de un kilómetro. Y eso es bastante controversial, porque por ahí te cruzas con gente que está en un banco tomando sol o chicos que están paseando en su monopatín”.
Luego, la actriz reconoció que se hacía bastante difícil la comunicación con su familia, que está en la Argentina, por las las cinco horas de diferencia que hay entre un país y otro. Y habló concretamente del estado en el que se encuentra Nito: “Mi papá está muy preocupado por mí y yo estoy muy preocupada por él, porque tiene unos hábitos.... Él no para con el celular, está todo el día y hasta que no ve las noticias de Francia y los números no se acuesta a dormir”.
Sabrina confesó que el cómico le habla todo el día, le manda besos y que, hasta que ella no le contesta los mensajes, no se puede dormir. Y contó un detalle: “Tiene algo muy hermoso mi papá, porque él es muy creyente. Y, cuando reza, está muy preocupado por pronunciar bien Aix-en-Provence, porque le dice a Dios dónde estamos cada uno de sus seres queridos como para que él los pueda localizar. Es muy tierno”.
Lo cierto es que, después de que la actriz cotara, por ejemplo, que cuando se fue a vivir sola su padre la llamó por teléfono todas las noches durante dos años para que “apagara la llave de gas”, Nito se sumó a la charla desde su casa. Y los ojos se le empañaron con apenas saludarla. “Siempre me causa emoción estar en contacto con ella”, dijo.
Primero, Artaza hizo una evaluación de la situación general del país. “Estamos haciendo un esfuerzo todos los Argentinos, sobre todo los que no la están pasando bien en sus casas porque no tienen las comodidades suficientes. Pero creo que esto es transitorio. Hace falta mucha fortaleza, pero todo pasará en algún momento”, aseguró.
Y luego se quebró señalando que le mandaba “un cariño grande” a Sabrina. “Todos los padres estamos pensando en nuestros hijos en este momento. Yo estoy en contacto con ella, igual que con Juan Manuel y con Leandro, que están en Buenos Aires. Y estamos acá con Cecilia (Milone) muy tranquilos. A ella le gusta estar mucho en casa. Así que yo hago la cuarentena y ella hace todo; lava, plancha, cocina, canta... ¡Hace de todo!”.
Sin embargo, aunque trató de ponerle un toque de humor, se notó la tristeza en los ojos de Nito cuando le dijo a su hija: “Te amo”. Así que ella trató de darle ánimo. “Yo también te amo. ¡Pum, para arriba!. Siempre que nos hablamos por videollamada es re tarde y mi cara está desastrosa. Por lo menos hoy me bañé, me arreglé y hasta me perfumé”, empezó diciéndole Sabrina.
Y luego remarcó: “Siempre fuiste de los humoristas para nada depresivos. No es el momento para deprimirse: hay que llevarle alegría a la gente en este momento tan duro. Yo también te extraño y estoy muy preocupada por vos, porque te acostás a cualquier hora”.
Entonces, la actriz reflexionó sobre el mensaje que el planeta le está enviando a los humanos al obligarlos a ir “a pensar a casa”. Y Nito concluyó: “Gracias hija por darme tanto aliento. Cuando termine esto, tenemos que salir a disfrutar mucho más e la vida. Ojalá que lo que ha sucedido nos haga más humanos”.
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