“Colorín colorado, este cuento se ha terminado”, dijo Guido Süller a Teleshow, ya mucho más tranquilo. Luego de estar veinte días encerrado en un camping en Zárate, con poca comida y sin permiso para circular, pudo finalmente regresar a su casa en el partido de Escobar.
Es que el ex comisario de a bordo se encontraba descansando en una de las cabañas del camping Las Tejas a 100 kilómetros de Buenos Aires, sin televisión ni Wi Fi cuando el presidente dictó la cuarentena total. Una vez comenzada la cuarentena, el dueño del complejo cerró el lugar, pero Guido quedó adentro. Había podido hacer antes una compra en el supermercado, pero hacia el miércoles 8 de abril ya no le quedaban mucho más que papas y cebollas.
Si bien la puerta del lugar estaba cerrada con candado, tampoco podía forzarla o escapar por otra parte, porque no disponía del permiso necesario para circular y llegar hasta su casa.
“Me está agarrando un poco de desesperación. Me estoy quedando sin comida. Esto está frente al río Paraná al lado del puente de Zárate Brazo Largo. Un pescador me dio un sábalo para comer, no sé cómo sacarle las vísceras, ¡quiero poder volver!”, había dicho.
Luego de contar su odisea a Teleshow, el mediático recibió un llamado de la gente del intendente de Zárate, Osvaldo Cáffaro: “Me dijeron que estaban a mi disposición, y gracias a ellos pude subir al auto y circular. Apenas se enteraron de lo que pasaba se comunicaron conmigo para brindarme lo que necesitara para que estuviera bien, tranquilo y lo que necesitaba era volver a mi lugar”.
Fue así como lo ayudaron a gestionar el permiso que lo habilitaba para circular de vuelta a su casa. “¡Ya estoy en mi lugar, pude salir de la isla!”, celebró Guido que desde anoche está en su casa en el partido de escobar “sano y salvo y contento por toda la gente que se solidarizó”.
En su hogar, lo acompaña Claudia, una amiga, que sabiendo que en los últimos días él no se estuvo alimentando bien, le está cocinando: “Tenía hambre, yo soy carnívoro y ella me está haciendo platos ricos con pollo, la gente sabe que me gusta el pollo al horno con papas”.
Con ella se quedará en su casa los días que resten de la cuarentena total y obligatoria que rige en el territorio nacional, ya mucho más cómodo: “Con televisió, Wi Fi, 4G, cuatro todo...”.
Süller agradece que todo concluyó de la mejor manera, ya que con poca comida, sin poder salir y solo, ya tenía en su cabeza que se iría del camping, de la manera que fuera: “Legal o ilegalmente, por suerte fue todo legal, bien y acá estoy sano y salvo”.
Guido quiso aclarar que el dueño del camping no lo había dejado encerrado apropósito: “Era obligación cerrar los lugares donde se congrega mucha gente. Una vez que intenté salir la policía me mandó al lugar de dónde provenía, que era el camping”.
Antes de cerrar, quiso mandarle un beso y un agradecimiento a todos los que se preocuparon por él durante estos días, sobre todo a sus seguidores que gracias a las redes sociales, lo acompañaron a la distancia.
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