En octubre de 2015, Joaquín Furriel sufrió un ACV (Accidente Cerebro Vascular) que le marcó la vida. El venía de Londres a Buenos Aires cuando, de repente, se le “paró el mundo”. Se recuperó por completo y, de a poco, volvió a su rutina normal. Sin embargo, el hecho de saber que todo podría haber terminado de un momento a otro, le sirvió de enseñanza. Y hoy, que el mundo se paró para todos, siente que camina por un terreno conocido.
“Es extraño. Ese año yo me había fracturado la espalda. Estuve un mes y medio en rehabilitación, con un ritmo mucho más lento. Cuando salí empecé a recuperar mi vida, mi energía, la manera que me gusta vivir. Y en uno de esos viajes, cuando volvía de Londres, fue cuando me desperté a media hora de llegar a Buenos Aires, o cuarenta y cinco minutos. Y percibí que la mitad de mi cuerpo no respondía”, empezó recordando el actor en PH, Podemos Hablar, por Telefe.
Y explicó: “Había tenido un ACV isquémico. Y tuve la gran suerte de que haya sido leve. Me preguntaron por qué aplaudía la gente y yo, en castellano, no pude contestar. Los gringos que estaban del otro lado me lo preguntaron en inglés y yo les contesté en inglés que había habido elecciones en Argentina y que estaban aplaudiendo porque había ballotage”.
Inmediatamente, Furriel relacionó ese hecho con lo que ocurre hoy con el aislamiento social al que está sometido gran parte del planeta por la pandemia del coronavirus. “Es un poco lo que está pasando ahora, con la cuarentena. Lo de la espalda a mí me frenó. Lo que me parece totalmente novedoso en este momento es que, lo que se frenó ahora, es el mundo. Yo veo que hacemos todos, y está muy bien, un gran esfuerzo para seguir con nuestras actividades, para tratar de seguir generando buena energía y todo. Pero también genera mucha incertidumbre lo que está pasando”, explicó.
Y luego ahondó en su comparación: “Un poco, con el plus de que yo estuve con el ACV, esa situación de silencio, de no comprender qué era lo que a mí me pasaba... Hoy es mi día 22 de cuarentena, porque yo venía de una amigdalitis viral por la que tuve que suspender funciones de Hamlet. O sea que yo ya venía de ocho días previos a lo que se desató después”.
Furriel reconoció que estaba al tanto de la gravedad del Covid-19, porque su hermano está en Palma de Mallorca y la pareja de su mamá viajó a Roma. “Sabía lo que se venía, porque allá la cosa se está poniendo muy áspera. Entonces, llevo tanto tiempo en esta situación extraña. Porque muchas veces digo ‘quiero viajar menos, quiero estar más tiempo en mi casa tranquilo’. Bueno, ahora lo estoy”, reflexionó.
Y después habló de su estado de ánimo frente a esta realidad: “Tengo mis días. También estoy solo. Y hay momentos en los que me gusta estar solo porque me acostumbré, pero hay otros en los que me gustaría ponerme las pilas y volver a compartir mi vida con alguien. La cabeza va para muchos lugares. Y eso creo que es lo más interesante de esta situación incómoda que nos toca vivir a todos: que nos llena de incertidumbre y de pensamientos que de otra manera no podríamos tener”.
Finalmente, el actor concluyó: “Por momentos, tengo la sensación de que puedo conectar con algo que conecté cuando se me detuvo el mundo de manera personal”.
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