En su nuevo formato virtual, Bienvenidos a Bordo llegó a la casa de Guillermo Coppola. El ciclo que lidera Guido Kaczka por El Trece se adaptó a los tiempos de aislamiento social. Y, ahora, sus participantes interactúan con el conductor desde sus respectivos domicilios y a través de vidollamadas, mientras recorren los distintos ambientes de su hogar.
Pero, como era de esperar, la visita guiada por el departamento del ex mánager de Diego Maradona, el mismo que en su puerta de entrada ostenta el famoso “jarrón” del caso Coppola que tuvo en vilo a la sociedad argentina allá por los años ’90, no podía pasar de largo sin una anécdota digna de Guillote.
Junto a su mujer, Corina, y mientras su hija, Eli, los seguía con el celular, Coppola se sometió al cuestionario de Guido mientras explicaba: “Esta es mi casa de toda la vida, solo que la hemos reformado. Es ochentosa y con mucha historia”.
Cuando caminaban por el living, se pudo ver a la suegra de Guillermo junto a Teo, la mascota de la familia. Y en el balcón, decorado con un ficus que llamó la atención del conductor, se pudo observar el paisaje de la avenida Del Libertador y, a lo lejos, el Planetario.
Sin embargo, lo más divertido llegó cuando Guido le pidió que fuera hasta el baño, donde Cóppola guarda todas las cremas que utiliza a diario en sus tratamientos de belleza. “Vamos a tener que pasar por nuestro cuarto”, advirtió Guillermo. Y estaba claro que algún detalle inesperado estaba a punto de dar sobre lo que pasó en ese lugar.
Después de marcar que había dos toilettes, uno para su mujer y otro para él, el ex mánager señaló: “Que quede claro que vivo acá hace 35 años, nada más”. Tras su pelea con Maradona, quien en su momento lo acusó de haberle robado el dinero de sus hijas, la propiedad de Coppola había sido rematada. Y él pudo recuperarla gracias a la ayuda de su amigos, que juntaron el dinero necesario para que él lograra quedarse en el que considera como su “lugar en el mundo”.
“Le tengo que agradecer por siempre a los amigos. Totalmente. Porque este departamento estuvo en remate y se fue. Yo lo tuve que recomprar, porque era mi sueño”, explicó Guillermo. Y, haciendo un poco de memoria, mientras pasaba por su dormitorio recordó: “En esta cama durmió Ricky Martin”.
Obviamente, Kaczka le pidió detalles de su confesión. Y Coppola explicó: “Él había venido a ver a un amigo que vivía pegado a un colegio de mujeres. Vino de sorpresa y las chicas lo vieron. Así que lo traje para mi casa porque era imposible que se quedara ahí. Tuve que hacer un operativo rescate. Y, por supuesto, le di mi cuarto”.
¿Si algún famoso más había pasado por su cama? “Alejandro Sanz. Fue al principio de su carrera. No le gustaba estar en hoteles y nos habíamos hecho amigos. A él le gustaba estar acá, en casa”, contó entonces Guillermo.
Después sí, Coppola le dio el gusto a Guido y se dirigió su baño, donde mostró todos sus productos de belleza, que incluían decenas de cremas y talcos.
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