En medio de este contexto tan particular que mantiene en vilo a todo el mundo, Pamela David se anima a abrir las puertas de su nuevo proyecto, PamLive, que tiene como objetivo ayudar desde la comunicación, brindando conocimientos de grandes profesionales. “En este momento es vital encender la luz entre tanta oscuridad. Abriendo una puerta hacia un renacer de la conciencia”, explica la conductora.
En este capítulo de PamLive, la entrevistada es la coach y alquimista Natalia Barrera, creadora de Alquimia Femenina. Se trata de un método que busca encontrar las herramientas para empezar a entrenar la mente para concretar metas, así como descubrir los motivos que provocan las cosas que nos suceden: por qué nos enfermamos, de dónde vienen esas emociones que a veces dificultan emprender un camino y por qué a pesar de todo terminamos eligiendo lo mismo.
Barrera busca en esta entrevista brindar una visión más profunda sobre lo que está ocurriendo y, además, aporta seis ejercicios para pensar en positivo durante la cuarentena obligatoria por el coronavirus.
—Natalia Barrera: Esto es parte de una introspección mundial. Gracias al parate general, la naturaleza está más brillante que nunca. Es una oportunidad para vaciarnos de lo que ya no queremos.
—Pamela David: ¿Qué hacemos con el miedo y la angustia de no tener el control de lo que nos está pasando?
—Barrera: Debemos encontrar el equilibrio entre lo que está pasando y fomentar lo que yo quiero que crezca. El aislamiento obligatorio nos ayuda a valorar tres pilares: salud, dinero, amor. Tener metas, en este contexto, nos ancla a la vida. Muchas veces pedimos tener tiempo. El universo nos escuchó: ahora tenemos tiempo, pero está lleno de miedo, no lo estamos disfrutando.
—Pamela: ¿Qué pasa con los que no se llevan bien y deben convivir en aislamiento?
—Barrera: Esto nos enseña a poner límites. La naturaleza dijo: “Se van a quedar en casa porque yo tengo que renacer”. Y si están encerrados en una relación que sabías que no funcionaba, esto te hace pensar que seguís alimentando hábitos que no te gustaban. Soltemos el pasado, la cruz. La vida es finita. Esto (la obligación de quedarnos en casa) nos dijo: “Dejá de esperar. Dejá de estar en el último lugar”.
Volviendo a los tres pilares que mencionó, Barrera profundizó sobre el dinero: “Se frenó la economía. Quizás no ganabas lo suficiente o no tenías para prever. El trabajo que tenés o tenías, ¿era para sobrevivir? ¿o para crecer y estar mejor? La crisis que sucede afuera nos habla de nuestras propias decisiones".
Respecto al amor, precisó: “Antes solíamos decir que las redes nos alejaban del contacto y hoy no tenemos contacto. Algo está pasando para que el foco esté en nosotros. La tecnología nos acerca”.
Y sobre la salud, mencionó seis ejercicios para pensar en positivo, ya que “hay mucha gente que no duerme y esto afecta negativamente al sistema inmunológico”.
1— Antes de dormir, no mires malas noticias.
2— Escribí tres cosas que agradezcas, que deben ser diferentes cada día. Poné los papeles en una caja y, cuando termine la cuarentena, leés todos los mensajes. Podés hacerlo solo o con tus hijos. Importante. Leelos en voz alta. No es lo mismo pensarlo que decirlo.
3— Abrazar si estás con alguien en casa y, si estás sola, abrazar una almohada, una mascota o un árbol. Ese gesto hace que empieces a segregar dopamina y transmisores de la felicidad.
4— Masajeá el rostro. Las personas pesimistas o estresadas tienen el entrecejo marcado y tensa la mandíbula: masajeá esa zona y sonreí. Recordá que nuestras emociones dejan huellas. Podés hacer esto los momentos en el día que estés en contacto con vos.
5— Dormir la siesta de diez a 20 minutos, o meditar.
6— Hacer actividad física. Si no tenés el hábito, podés limpiar o moverte en casa. No hace falta tener la vara muy alta. Bajar las expectativas.
Según Barrera, “la palabra despierta el pensamiento” en estos tiempos tan delicados. “Debemos comenzar a utilizar frases como ‘estoy sana, estoy a salvo, estoy protegida’ -asegura-. Hay que sacar el ‘no’ de nuestras vidas. Cambiar el ‘no quiero que pase’ por '¿qué quiero que sí pase’. Pensar en el dinero y no en la deuda. Pensar qué querés que entre en tu vida y no lo que no querés que entre. Si el foco está en el miedo, veré siempre miedo. Debo elegir dónde poner el foco”.
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