Jimena Barón está haciendo la cuarentena obligatoria en su departamento acompañada por su hijo, Morrison, fruto de su relación con Daniel Osvaldo. En medio del aislamiento, la cantante debió salir a comprar provisiones a un comercio con el pequeño, una de las actividades que están permitidas por el Gobierno.
“Mi última compra de supermercado fue hace 10 días y la ciudad era un desierto. Hoy fuimos a comprar nuevamente y estaba lleno de gente y de autos. ¿Alguien más lo notó?”, preguntó la actriz a sus seguidores de Twitter. “¿Fuimos? Me imagino que fuiste sin Momo”, le dijo una usuaria. “¿Y lo dejo encerrado solo en casa?”, le respondió Barón.
Cansada de ser cuestionada por su manera de actuar, la intérprete de La Cobra escribió indignada: “¿Cómo hacemos las mamás solas? ¿Dejamos los niños encerrados? Voy al súper cada 10 días, vuelvo sola cargada como un ekeko. Pago todo yo. En mi pequeño departamento soy un pulpo como millones de mamás SOLAS. ¡Qué ensañamiento! me tienen los ovarios al plato".
Además, aprovechó para solidarizarse con las mujeres que están pasando por la misma situación en medio de la pandemia: “Abrazo a todas las mamás que están haciendo la cuarentena solas (en especial a las que viven en espacios pequeños). Te admiro, a vos que te ponés la sonrisa de payaso, la escoba en el orto y vas por la casa haciendo malabares para que tu hijo además de estar limpio, comido y educado, se ría”.
En época de coronavirus, hay cuestiones que dejan al descubierto los vacíos legales que existen en la reglamentación del funcionamiento de comercios durante el aislamiento social, preventivo y obligatorio. Recientemente, se conoció la noticia de Agustín García, un médico oncólogo al que no le permitieron entrar a un comercio con su hija, una beba de dos años, en el barrio de Caballito.
Agustín y su mujer son médicos. Su esposa había tenido que ir a ver a un paciente y él se dio cuenta de que necesitaba algo del supermercado. Precisamente, como no tenía con quien dejar a la beba, fue con ella. “Esperamos para poder entrar. Cuando salió una persona avancé hacia la puerta y en ese momento uno de los empleados me dijo que no podía pasar, que los chicos eran población de riesgo -contó a Infobae-. Es el negocio al que voy habitualmente. No había personal de seguridad, sino los empleados que están ahí. Y me dijeron directamente que no podía entrar con la beba. Que la dejara".
“No me quería poner a discutir así que me fui. Pero estaba tan enojado que llamé al 911 para reportar lo que había sucedido. En esa línea me dijeron que mandaban un patrullero. Yo no quería un patrullero. ¿Qué le voy a dejar a mi beba al policía para poder ir al supermercado? Quería denunciar lo que había pasado y saber con qué justificativo estaban tomado una decisión así”, afirmó García.
Después, García decidió llamar al Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo. Allí aseguró lo que le había pasado en los dos supermercados. Preguntó cómo debía proceder, pero allí le dijeron que iban a comunicarse con los comercios para plantear la situación. Y que si quería radicar una denuncia formal podía hacerla en el 0800 y luego ratificarla con su DNI cuando finalice la cuarentena obligatoria.
“No hay ninguna disposición para dejarme afuera del comercio y obligarme a no entrar con mi beba. La verdad es que no tenía con quien dejar a mi hija. Fue un momento horrible, griterío encima de la gente contra una bebe de dos años. Me parece discriminatorio, fuera de sentido común. Además hay muchas personas que están solos con sus hijos. ¿Qué hacen?”, finalizó el médico.
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