El aislamiento obligatorio, entre otras cosas, forzó a los programas de televisión a tomar medidas estrictas. No solo se suspendieron las grabaciones de las tiras y novelas, sino que los que van en vivo también tuvieron encuadrarse dentro de las nuevas medidas. Hoy se vive otra realidad debido a las nuevas implementaciones. Estudios con menos gente que de costumbre ya sea por contar con personas integrantes del grupo de riesgo o simplemente para prevenir y evitar el aglomeramiento de personas sin sentido.
En este caso, con este panorama, la tecnología sirvió para que figuras de la pantalla chica puedan estar presentes en sus respectivos envíos sin la necesidad de moverse de sus hogares. Claro está, no todo es tan sencillo como enchufar un cable y listo. No todo se hace por arte de magia y aquí es donde en muchos queda reflejado que no se llevan del todo bien con el avance del tiempo a nivel informático y las nuevas formas de comunicarse. Poder congeniar y no hablar por encima del otro, por esto del delay que puede llegar a surgir, por ejemplo, es la parte más compleja.
Este martes 31, el periodista Luís Ventura fue convocado por la producción de Informados de todo, el ciclo que conduce Guillermo Andino por América y se vivió un momento cómico con la salida (bueno, con el intento, mejor dicho) de Ventura vía Skape, que causó que varios del equipo no pararan de reírse a carcajadas y de hasta olvidarse de la pauta que tenían que seguir por el episodio que vivieron.
“Luis Ventura, en cuarentena, lo recibimos acá, en Informados de todo para hacer un repaso de la página del espectáculo”, lo presentó Andino, esperando ansioso, tal vez, los chimentos más jugosos de uno de los hombres más importantes del mundo del espectáculo. Pero no recibió respuesta. Enseguida, para tapar el bache, se metió la periodista Pía Shaw contando una charla que había tenido con él: “No sabés lo que está aprendiendo de tecnología Luis Ventura. Anoche me llamó para decirme que ya es un especialista en la materia”.
Pero mientras contaban todo esto, el periodista, desde su casa en Lanús, no paraba de mover la cámara, de hacer ruidos, ademanes y hablar de otras cosas sin saber, tal vez, que estaba al aire. Una desprolijidad que fue recibida con alegría en los momentos que se viven. Un momento de distención que sirvió para relajarse.
“Si, Luís, calentáte la pava”, bromeó Pía sin todavía recibir respuesta del otro lado. “Él no sabe que estamos, hay que tener cuidado, chicos”, se asustó la periodista pendiente de alguna palabra fuera de lugar por parte de Ventura.
Por su lado, Andino no paraba de reírse por la situación. “No hay caso, no entra, no entra”, atinó a decir y ya tentado, agregó: “Houston, estamos en problemas”. La comunicación era nula y todos bromeaban por el episodio.
Sin embargo, una vez recibida la señal, los problemas, lejos de resolverse, continuaron a flor de piel. Luís tenía el volumen de su televisor muy alto y como no podía ser de otra manera, se empezó a acoplar y a no entenderse nada. Mientras le pedían que bajara el audio, del otro lado, el periodista solo saludaba a todo el equipo muy amablemente, como si nada pasara.
Ya apostado al lenguaje de señas, en parte porque no podía parar de reírse, pero por otro, porque claramente no lo escuchaba, Guillermo le pedía que bajara el volumen. “Luís, te pido por favor, baja el volumen”, y nada. “Increíble, uno nunca pensó que iba a llegar a esto, fue mucho por hoy”, cerró Guille ante el impedimento de entablar una comunicación clara.
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