En plena cuarentena los permitidos empiezan a florecer. A modo de pantallazo general, la respuesta más rápida que sale tiene que ver con la comida. Uno tiende a darle rienda suelta al emblemático picote. Sin la posibilidad de ir al gimnasio o hacer alguna actividad física –aunque algunos tienen una rutina armada para hacer en sus casas-, no son pocos los que implementan aquella vieja frase que dice: “Si la hacemos, la hacemos bien”. En este sentido, ya habrá tiempo para bajar esos kilitos de más.
La cuestión pasa por dejar pasar las horas de la mejor manera posible. En esto, hay lugar para soltar la soga y dar un pasito más en eso que nos gusta. Un capítulo más de esa serie favorita, una porción más de ese postre que tanto nos gusta, incluso, porque no, alguna que otra copita de más de vino o bebida preferida aprovechando que al otro día no hay que madrugar. Siempre es bueno encontrarle la vuelta a la cuestión.
En Cortá por Lozano, su conductora, Verónica Lozano, contó, en medio de una charla con Leo Sbaraglia, que por las noches, antes de irse a dormir, está bebiendo una copa de más. Si bien es un hábito que tiene, como una manera de relajarse y dormir más plácidamente, lo que dijo es que ahora, si tiene ganas de seguir tomando, no se reprime. “Yo hago una confesión. A mí con este aislamiento me está dando por beber un poco de más. Lo digo sin hacer apología del delito ni de la bebida. Pero en aislamiento uno come y bebe mucho más que de lo costumbre”.
Por supuesto, su confesión hizo que todo su equipo se uniera en una carcajada que retumbó en el estudio. De más está decir que enseguida salió a responder Sbaraglia y también aprovechó para hacer su confesión con respecto a la bebida y le quito dramatismo a la frase de Verónica: “Es parte también del aislamiento poder aprender a racionalizar, los alimentos y también la bebida. Pero los gustos hay que dárselos en vida, hay que relajarse y hay que disfrutar. En mi caso, a mí me gusta el whisky, y alguno me tomo, pero muy poquito”, sostuvo el galán.
En esto de seguir con la humorada y confesiones televisadas, el que la ligó de rebote fue el periodista y panelista del programa, Mauro Szeta. Apenas Leo dijo que tomaba Whisky, todo el equipo de Lozano lo mandó al frente. “Como Mauro, es del mismo palo también”, se escucha de fondo. Ante la acusación, Szeta no tuvo más remedio que decir lo suyo: “A mí lo que me está pasando es que estoy sin stock”, se lamentó. Allí intervino la conductora y le prometió regalarle una botella para que no tenga que salir a comprar.
Continuando con las reglas que se vienen implementando en gran parte de la programación de los diferentes medios de comunicación, el programa de Telefe sigue con las suyas. Por ejemplo, las confesiones en el diván con Lozano se hacen con el invitado desde el lugar en el que está pasando la cuarentena.
En el caso de la conductora, que manifestó que solo sale para ir a hacer el programa y nada más, cumple con la reglamentación que impulsó el Gobierno en su vivienda de San Isidro, con su pareja, Jorge Corcho Rodríguez y Antonia, la hija que tienen en común.
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