Por pertenecer al grupo de riesgo por su edad, Mirtha Legrand tomó una decisión frente al avance del coronavirus que le cuesta mucho, pero sabe que es la correcta: hacer una pausa en su trabajo. A raíz de esta situación, este fin de semana -por lo menos- su lugar en los dos programas que conduce por El Trece es ocupado por su nieta, Juana Viale.
La actriz se hizo cargo de la conducción de La Noche de Mirtha el sábado pasado con un vestido de paillettes en color verde con escote rectangular y breteles de chiffón negro. Completó su look con aros de brillante, gargantilla y esclavas. Al inicio del programa dio un sentido monólogo en el que se refirió a la decisión de su abuela de resguardar su salud, y al delicado momento que está atravesando el planeta. “Estoy nerviosa. Ayer estaba pensando un poco el por qué iba a estar acá sentada, y es un poco la realidad que vivimos todos los argentinos y el mundo entero. Escribí unas palabras”, le dio inicio la actriz a su breve discurso.
“No es fácil estar acá, como sé que no es fácil la cuarentena, o en otras palabras, el aislamiento social obligatorio en sus casas. Pero siento que como sociedad podemos hacerlo, y más aún, deberíamos ser ejemplo. No como los genios irresponsables que se fueron a Villa Gesell y Pinamar, porque esto no es estar de vacaciones. Y también sumar al astuto que se subió al barco con el coronavirus positivo, se escapó de la clínica y se tomó un medicamento para que le baje la temperatura, y así obligó a 400 personas que estaban en el barco al aislamiento total. Es un grado de irresponsabilidad que no le hace bien a nadie, eso está claro”, dijo Juana.
Según sus palabras, ella no está “sustituyendo a nadie”, sino que está “haciendo un modesto aporte a esta situación que tiene en vilo a todo el mundo por el tan pequeño y tan grande coronavirus”. En ese sentido, explicó: “Mi abuela, la tan amada Mirtha Legrand, no va a hacer su programa porque tiene edad de estar en el grupo de alto riesgo y un gran sentimiento de responsabilidad. Así que, por ser ‘la nieta de’, con mucho orgullo lo digo, decidí ayudar con esta causa, que es la de comunicar”.
“No quiero extenderme mucho porque tenemos un programa con invitados que nos van a sacar las dudas, prevenirnos y generar conciencia sobre el coronavirus, pero antes no quiero dejar pasar por alto y detenerme para agradecer a todos los médicos y a todas las enfermeras del pueblo argentino y de todas las nacionalidades que trabajan incansablemente para proteger, cuidar y acompañar a cada hombre y mujer infectados”, señaló.
Muy seria, concluyó: “Por último, y no menos importante… Todos los que tenemos abuelos, padres, amigos, compañeros que estén en el grupo de riesgo y deban estar en aislamiento: llamémoslos, hagamos todo lo posible para que este aislamiento no sea en soledad. Un llamado cambia todo. Acompañemos en la distancia como podamos”.
Luego se lavó las manos con uno de los tantos frascos de alcohol en gel dispuestos en el estudio y recibió a los cuatro invitados de la noche: Claudio Belocopitt, presidente de la Unión Argentina de Entidades de la Salud (UAS), los doctores Diego Montes de Oca y Carlos Kambourian, y el psicólogo Diego Sehinkman.
SEGUÍ LEYENDO